Siempre me tardo para publicar xD realmente lo siento.
...
Aomine miró con disgusto hacía la puerta del salón, esperando la llegada de todos sus compañeros. Era la primera vez en tanto tiempo que se presentaba a clases que seguro todos estarían molestándolo con preguntas innecesarias y con sus murmullos de gente chismosa y metiche. Escuchó la puerta corrediza moverse para dar paso a algunos estudiantes, por las caras que pusieron al verlo supo que su presencia no era realmente grata para ellos. Y así se la paso todo el rato, admirando las caras de disgusto que hacían ocasionalmente, hasta que finalmente llegó el pelirrojo. Sintió su corazón latir un poco mas rápido cuando los ojos rojos le enfocaron.
Kagami Taiga era realmente una persona muy llamativa, con ese cabello de colores tan extraño que por si no fuera más raro, era natural. Sus ojos de un color tan poco común solo acentuaban su extraña belleza, aunque los demás no pensaran como él, Daiki podía decir que Taiga poseía la belleza exótica y salvaje de un tigre de bengala.
Se levantó de su asiento, el cuál estaba por demás descuidado ante su falta de uso, y fue con dirección a la puerta en donde todavía se encontraba el chico de las cejas partidas. Lo tomo del brazo y lo saco de ahí sin contemplación. Le valía un comino lo que pudiesen decir sus compañeros, no es como si les fuera a ver mucho la cara después de que acabara todo ese espectáculo de circo que su enano amigo le estaba haciendo armar.
-¡Oye! ¿Qué te pasa? No me jales.
-Solo cállate, Bakagami.
-¿AH?-Aomine suspiró con verdadero pesar, odiaba encontrarse metido hasta el cuello en el problema. Eso definitivamente sería mas difícil de lo que imaginaba.
El chico era tan ruidoso.
Kagami estaba realmente indignado, pero mas bien estaba tan o mas aterrorizado que su gato cuando prendía la aspiradora para limpiar sus desastres en el sofá. Joder, es que esa aura de peligro que tenía el moreno lo atemorizaba un poco, y no es que él no fuese un cabrón como para no poder defenderse del tipo. Algo tenían esos ojos azules que lo ponían a temblar por completo, Dios, hasta se le doblaban las malditas rodillas.
De tan metido que estaba en sus pensamientos ni se percato de lo que realmente el moreno hacía, este termino por llevarlo a las escaleras de la azotea, las cuales estaban prohibidas pasar por ahí. Oh no, seguro venía a golpearlo por atreverse a meter a su amigo en una situación de peligro como lo era estar a merced de todas las perras de su salón. Le darían la paliza de su vida y por primera vez desde que estaba en primaria volvería a lucir un hermoso ojo morado y un labio partido. NO, NO PODÍA TENER UN LABIO PARTIDO, ¿COMO COMERÍA?
-¡¡Hey!! escucha idiota, ponme atención cuando te hablo.
-¿Cómo me llamaste?
-Idiota, por supuesto.
-Eres un imbécil.
-Mira quien lo dice.
El pelirrojo estaba disgustado, mirando hacía los lados, intentando salvar su culo de la posible golpiza que recibiría, pero no encontró potencial ayuda por ningún lado, por lo que hizo alarde a su personalidad de mierda para salir de ese embrollo sin un rasguño. Si, definitivamente los insultos y agresiones verbales te sacarían de esta Taiga, como la violencia no trae mas violencia.
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No crown
RandomNo necesitaba de una corona para que saber que el era un rey, pues desde el momento en que lo vio supo que habia conquistado su corazón. Adv: Travestismo! Posibles oc, lenguaje fuerte.