Un mal invento

1.9K 186 116
                                    

Pasaron días y Black Hat no sabía nada de Flug. A pesar de su carácter y autoridad se le hacía difícil hablar con el doctor, porque a pesar de lo malvado que era, el invento de Flug funcionaba demasiado bien y se estaba enamorando mucho del "cuatro ojos". Se sentía como una colegiala enamorada de su maestro, algo, simplemente asqueroso para él.

Por otra parte Demencia ya no sentía lo mismo por Black Hat. Solo le tenía miedo y quizás un poco de cariño, al fin y al cabo estaba demente y creía que en algún momento BH correspondería sus sentimientos. La chica estaba sana, pero tampoco se hacía presente en la mansión. Tenía miedo de arruinar algo y que BH volviera a hacerle daño.

5.0.5 no entendía nada. Él no era tonto pero si inocente, si bien el no podía hablar si demostraba sus sentimientos. Ya no era el mismo lindo osito de antes. ¿Cómo serlo? Si su padre, creador, Flug ya no estaba. Hace mucho no lo veía y la última vez que lo sostuvo sangraba a mares del cuello. El oso ya no hacía las tareas de la casa ni salía a regar las plantas. Solo se quedaba en el gran salón esperando a que por el pasillo llegará Flug a verle, cosas que no pasó.

Y Flug?. Les contaré que está pasando. Aún está haciendo el gran invento que BH le mandó... Sus heridas cicatrizan de manera lenta ya que tiene problemas a la glucosa. Su cara partida ya no dolía pero le molestaba al comer. Su cabello había crecido al punto de que tuvo que amarrarse lo. Si bien se bañaba todos los días y dormía ocho horas, su cuerpo no se mantenía en pie mucho tiempo y temblaba al realizar sus cosas.

Finalmente, Flug había logrado crear lo que su jefe le había pedido.

-Jefecito?...-Flug se asomó en la puerta del despacho del demonio.

-Flug?... Pasa.

-Ejem... Le he traído lo que me pidió.- Flug entró y se colocó en frente del mostrador.

-...Ven aquí.

Flug se acercó más a Black Hat hasta estar a su lado, el demonio se paró y lo abrazó de manera suave.

-ves que cuando quieres... Puedes no ganarte una paliza?

Las crudas palabras de BH hicieron que Flug tirita de ira y angustia.

-Que sucede...? Tienes frío?- Black Hat de manera calmada retiró la bolsa de Flug y la tiró a un lado- Aún lleno de heridas, creo que me gustas.

Black Hat acarició el cuello de Flug provocándole dolor, pero este no emitió ruidos, solo caras. Al darse cuenta de esto, dejó de lastimarlo y lo tomó de la cintura.

-Lo siento, fui un idiota...

Flug estaba anonadado. Qué sucede? Por qué su jefesito actuaba tan dulcemente? Acaso se golpeó la cabeza? O quizás no era tan malo después de todo.

-Sabes Flug? Creo que empezamos mal.-Junto su frente con la de Dr.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
Una escena extraña. Black Hat miraba tiernamente a los ojos de Flug, mientras éste se veía aterrado.

De seguro está planeando algo... Por qué actúa así? Si alguna vez te amé ya no es así. Te ame porque me salvaste. Pero ya me demostraste no ser bueno. No quiero a alguien que sea bueno un día y al otro me dejé con riesgo vital. No... No hagas esto. No me confundas. Soy hetero. Me gustan las chicas. Tú ni siquiera eres humano. Aléjate. ¡Ya basta!

Flug estaba sudando y temblando. Black Hat había estado ya más de cinco minutos mirándolo y ninguno decía nada.
De pronto algo inesperado.

-Asi que te consideras hetero?

Flug abrió los ojos tanto como pudo. ¿Cómo demonios sabe eso?

-Oh... Así que te preguntas que sucede... Pues fíjate que no eres tan astuto como crei... Tú gran invento..

¿¡En qué momento...!? Black Hat se había colocado el invento de Flug en la muñeca sin que este se diera cuenta...

-Y veo que no es lo que te pedí. Te dije que pero algo que me leyera tus sentimientos. No tus pensamientos... Pero dime... Es verdad que antes me amabas?

Flug no sabía que decir. Todo lo que pensara Black Hat lo sabía ¿Que contestar, que decir? Ya nada tendría sentido. Solo no debía pensar cosas que le hicieras enojar.

-Jefecito...

-Ven aquí. Yo te haré que me vuelvas a amar.- BH tomó a Flug mas cerca y lo besó.

Flug no opuso resistencia pero tampoco le devolvió el beso. Al darse cuenta de lo indefenso que estaba lo tiró contra su escritorio y lo siguió besando.

Déjame... No... No lo hagas...

Black Hat aún oía los pensamientos de Flug pero no me importaban. Sus manos recorrieron el abdomen delgado del doctor mientras su lengua se apoderaba casi hasta la garganta del menor.
Hasta que Black Hat escucho algo que le haría cambiar de opinión.

No sé qué es lo que hay entre tus piernas... Pero por favor, no hagas que me duela.
.
.
.
.
.
.
Ya, ahora rianse :v

¿¡Qué he hecho!?Where stories live. Discover now