Hasta El Último Aliento

Segunda Parte

-Rayos. Nos volvimos a dormir. Genial. Ya debe ser hora de almorzar. Debes llevarme a casa.

Jorge seguía dormido. Me estiré  un poco para ver la hora en el reloj de la mesa de noche. 11:30 ,no era tan tarde como creía. Me levanté con cuidado y salí de la habitación con mi teléfono. Era mejor que llame a mamá

-Hola Vivi, olvidaste la llave verdad. En seguida bajo a abrirles.

-Ma. Seguimos en su casa. Desayunamos temprano y nos volvimos a dormir.

-Ahh esta bien hija. No te preocupes.

-Crees que pueda quedarme con él para almorzar. Es domingo y la verdad la estamos pasando bien.

-Claro hija, además, como si un "no" mío pudiera detenerte de estar más tiempo con él.

Reí por eso

-Bien ma. Nos vemos en la tarde. Te amo.

-Nos vemos Vivi.

Colgó.

Pensé en lo mucho que debieron haber sufrido mis padres por mí cuando Jorge se fue. Como sufrieron conmigo cada día de toda mi larga agonía. Ellos me habían dado fuerzas y esperanza. Ya que pudieron decirme que lo olvidará y buscara a alguien nuevo.
Ellos entendían que no podía elegir a nadie más y apoyaron mi decisión por tanto tiempo.
Al fin y al cabo también se habían encariñado con él. Hasta Mariel pregunta por él de vez en cuando, más que nada por los chocolates que siempre le compraba cada vez que saliamos con ella.
Si hubo mucho sacrificio por la relación,sé que no fue solo de mi parte, pero cada vez me daba cuenta con más claridad que él valía la pena.

-Corazón... - escuché la voz ronca de Jorge desde la habitación.

-Ya voy... - entré - dime mi vida.

-Alístate, debo llevarte a casa.

-Amor. Acabo de hablar con mi mamá y -comencé a jugar nerviosa con mis manos - le dije que quería quedarme hasta el almuerzo contigo ¿Esta bien?

-Ayyy amor. Claro que esta bien. Mientras más tiempo pase contigo mejor.

Me jaló de la mano para darme un beso y me recosté en su pecho viendo su mandíbula que solo desde anoche ya había sacado un poco de barba.

-George mejor nos levantamos ya. Entra a bañarte y nos alistamos.

-Y si mejor entras tu y yo te sigo. - me dijo sonriente y tratando de acercarse otra vez.

-Ni hablar. Vé a bañarte o me iré. - dije firme.

-mmm - dijo encogido de hombros. - Tal vez más tarde. - se paró y se fue directo al baño.

Ordené todo el cuarto y el pasillo y alisté mi ropa para no perder tiempo y salir a comer algo.

Cuando el salió lo ví con el cabello mojado y la cara aún un poco humeda,y con solo un pantalón. Me arrepentí, solo por un segundo, en haber rechazado su oferta de hace rato.

Entré al baño rapidamente me lavé los dientes y me bañe sin demora. Saliendo con el cabello recién cepillado y humedo. Necesito una secadora en esta casa.

-Bien ahora si estoy listo y tu sin doble blusa, podemos quedarnos un rato aquí. - me dijo abrazandome por la cintura. Lo besé y él trato de hacer el beso más largo.

-Deja de molestarme así - le digo entre besos y sonriendo.

-Yo siempre te voy a molestar así. Y siempre voy a pensar así de tí - me dice cargandome de la cintura.

-No es cierto. - le digo riendo.

-Ah no?

-Solo te gusta molestarme así cuando estamos solos.

-Mmmm tal vez sea cierto - dice y solo me río - de todas formas, eso también te gusta.

-Tal vez. Ahora si, vamos a comer. - le digo para que me baje. Y lo hace.

- Bien. Pero no me pidas nada después - me dice con tono ofendido. Es tan bobo cuando bromea así.