Tercera Parte

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Estabamos en la casa de sus padres. Llegamos y nos sorprendimos con lo temprano que habiamos llegado y que no había nadie en casa. Sus padres iban a llegar con sus hermanos después de recogerlos de sus prácticas de fútbol y natación.

Me puse a ver la foto que se encontraba en la mesita al fondo del comedor donde era el lugar del teléfono. Era una foto de Jorge y su hermana abrazados y riendo. Una foto perfecta y digna de lucir.

-No puedo creer que sigas celosa de ella. Es mi hermana.

-Eso ya paso,corazón. Superalo. Yo apenas te conocía. - me justifiqué.

-Solo viendote mirar esa foto me hace pensar que no la quieres. Y quiero que siempre se lleven bien porque ella es muy importante para mi.

Si. No podía negar que tenía algo de celos de su hermana. Él tenía una relación muy fuerte y unida con ella. Además que se conocian de toda la vida. Me habría gustado conocer a George desde siempre como ella. Y no ignoremos el hecho de que es hermosa, tiene un hermoso cuerpo y una personalidad que hace presencia en todo lugar.

-Bien. Ahora deja de mirar esa foto. Siento que la perforarás con la mirada. - me quita la foto que ya estaba en mis manos.

-¿Por qué no tenemos una foto así de perfecta y espontánea? -solté.

-Pero nena, tenemos un montón de fotos perfectas y espontáneas.

-Quiero una tan perfecta como esa.

Si. Tal vez me puse un poco paranoica con eso. Pero tengo mis motivos.

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-Viv, debo irme. Tengo algo que hacer.

-Pero. Quedamos en que me llevarías a casa.

-Lo sé. Pero tengo una emergencia. Te escribo. Adios. - me da un beso rápido y se va.

Genial. Bueno. Aprovecharé en ir al centro para comprar esas zapatillas y me iré a casa.

(..)

Los mejores 200$ gastados. Sé que dije que iría por zapatillas, pero esas botas me sonrieron desde que entré a la tienda. Ahora llevaré malteadas para mi hermana. Acabo de llamarla y me dijo que estaba en casa.

-Tranquila. Estoy aquí.

En efecto era Jorge. Pero no giré a buscarlo. Iría a asegurarme que era él después de entregar mi pedido.

-También te amo gorda.

Eso me puso en alerta. Deje mi pedido en el mostrador.

-Yo te amo más gorda. Estoy aquí para ti siempre.

Seguro no era él. Porque si era él y me estaba engañando en el primer mes juntos lo golpearía hasta dejarlo inconciente. Le tiraría toda la comida que este cerca y lo patearía hasta que se me rompan las piernas. Si... pero era él.... no creo que sea capaz de....

Esa era la peor imagen que había visto en mi vida.
Jorge tenía una mujer sentada en sus piernas llorando y el abrazandola y besando su frente mientras le hablaba.

Me quede estatica frente a ese escenario. Todo lo que debería haberle hecho se nublo de mi mente. Estaba tratando de asimilar lo que estaba pasando en realidad o si mi mente me daba una mala jugada. Hasta que él se dió cuenta de mi presencia.

-Viv.... Viviana - dijo sorprendido.

-Vete a la mierda. - dije tranquilamente, pero claro para que me escuchara.

Salí rapidamente de allí. Sabía que él iba a correr detrás mío y rapidamente me subí en el primer taxi que vi.

-A la 6 avenida y 45. - dije firme al conductor.

Hasta El Último AlientoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora