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Decir que Jimin no se llevó una sorpresa ante eso sería estar contando una vil mentira, porque por poco se queda helado por algunos milisegundos. Pero algo en especial lo hizo sonreír, haciendo que el chico que tenía en frente ladeara su cabeza. Sabía el nombre de Cero, joder. Y no era un nombre cualquiera, era absurdamente precioso. Lo quedó mirando por unos segundos para luego reír.

—¿Puedo llamarte Jin? —preguntó con una sonrisa inocente.

—¿Uh? —el nombrado ladeó su cabeza, extrañado.

—Que si puedo llamarte Jin —volvió a decir.

—Ah, supongo... Aunque no estoy acostumbrado a que me llamen de esa forma —sonrió tímidamente.

—Entonces seré la excepción.

Jin lo miró por unos segundos. ¿A caso ese chico sabía lo muy peligroso que era ser la excepción para una persona en ese lugar? Definitivamente, no. Y no es que fuera algo malo, simplemente era algo que no convenía mucho para nadie. Pero el pelinegro estaba seguro de que no caería ante algo como eso, puesto que no llevaba espiando a Jimin durante tantos años como sus otros compañeros a los demás chicos, ni tampoco creía que algo humanamente posible pasara entre el recién llegado y él. Era malo dejarse llevar por el corazón, por lo menos en el lugar en el que estaban, sí. Suspiró, asintiendo levemente, viendo la gran alegría que Jimin expedía al recibir una respuesta positiva.

—¡Wa, muchas gracias! —exclamó con una sonrisa.

—No lo entiendo.

—No entiendes... ¿Qué? —inquirió el rubio.

—¿Por qué alegrarse por algo como eso? Sólo te estoy permitiendo que me llames por mi nombre.

—¿No te sentirías especial si fueras el único que puede llamarme Jimin?

Jin lo pensó un poco, arrugando la nariz en desaprobación al darse cuenta que sí se sentiría especial. Park Ji Min no era alguien bueno cuando se trataba de no romper su posición de corazón de hierro. Suspiró, dándose la vuelta y entrando al gran edificio que correspondía a la organización de Pha&seD.

—¡No has respondido a mi pregunta! —protestó Jimin detrás de él.

—¿Sabes lo que significa Pha&seD? —el menor automáticamente negó con su cabeza—. Pha&seD es el Programa de Hombres Avanzados y Sistema Exterior Demográfico.

—Entonces... ¿Son dos cosas en una?

—Así es. La organización se encarga de entrenar hombres que tienen cierta capacidad física, resistencia al exterior o simplemente que son diferentes al resto por algún pequeño detalle, mientras que también cumple la función de analizar la población fuera de Olimpia —afirmó el pelinegro.

—¿Cuántos años tienes? —Jin ladeó la cabeza.

—¿Qué hay con eso?

—Curiosidad. Yo tengo veintiún años.

—Ah... Veinticinco.

—¡Wow, eres mayor que yo por cuatro años! —soltó asombrado el más bajo.

Jin ladeó su cabeza, alzando una ceja. Aún no entendía por qué Jimin se emocionaba por cosas tan mínimas como esas; eran cosas que para el pelinegro no tenían mayor importancia. Jin condujo a Jimin a lo que era su oficina primero, ya que después tendrían consejo con todo lo que era los fundadores de aquella gran organización. El rubio miró los alrededores de ese lugar, notando que podría mirar hacia fuera por los grandes ventanales de la oficina, pero la gente no lograba verlo, ya que los vidrios eran polarizados.

—¿Aún existen estas cosas? —el menor apuntó hacia uno de los ventanales.

—Hay muchas cosas que aún existen —murmuró Jin con una sonrisa.

—Y... ¿Qué hago aquí? —preguntó.

—Eres bueno observando, ¿no? También tienes buenos reflejos y eres muy organizado.

—¿Cómo sabes todo eso? —Jimin alzó una de sus cejas.

—Haces muchas preguntas, Jimin. Simplemente estás aquí en un periodo de prueba. Serás mi asistente.

El menor rodó sus ojos, analizando un poco el lugar. Había un precioso sofá azul apegado a una de las esquinas de la oficina, con una alfombra azul y sobre ésta una mesa de centro de cristal. Los cerámicos del suelo eran blancos, haciendo un contraste muy agradable. Cerca de los ventanales, estaba el escritorio de Jin, el cual también era azul y tenía una lámpara, una laptop y algunos papeles bien ordenados. Jimin ladeó su cabeza, observando como Jin le tendía lo que parecía un traje. Parpadeó varias veces, mirando al mayor.

—¿Para qué es?

—Póntelo, es como vestirás de ahora en adelante —Jin le dedicó un sonrisa y apuntó una puerta que había a las espaldas de Jimin—. Ese es el baño, ahí puedes pasar a cambiarte.

El rubio sólo asintió y se dirigió al baño, viendo que antes de que entrara, Jin le tendió un calzado para que se probara. Entró definitivamente al baño, cerrando la puerta tras de sí para así comenzar a cambiarse. Se miró al espejo al estar listo, teniendo puesto un pantalón de tela, una camisa abotonada al cuello, rodeando este con su respectiva corbata negra y el terno negro, el cual sólo era abotonado por la zona de su abdomen. Luego de ponerse unos calcetines, se calzó los zapatos que Jin le dio, los cuales estaban bien lustrados. Suspiró, ya que nunca se imaginó estar vestido de esa forma. Salió del baño, encontrándose con la sonrisa de Jin en aprobación a cómo lucia.

—Te queda muy bien —dijo el mayor.

—Gracias —Jimin le dedicó una pequeña sonrisa—. ¿Dónde voy a vivir?

—Se te ha asignado un departamento en la ciudad. Te acompañaré a verlo después.

—Mis amigos llegarán pronto también, ¿no es así?

—Así es, pero el recorrido no se los daré yo.

Jimin asintió levemente y Jin le ofreció sentarse en una silla frente a su escritorio. El rubio no protestó y se sentó, viendo como su mayor tomaba posición en frente de él. El menor miraba impaciente a su mayor, quien lo miraba de reojo.

—¿No podrías explicarme exactamente qué sucede en general...?

—Jimin, no puedo. No se me está permitido. Deja que las cosas se sepan a su debido momento —dijo el pelinegro entre suspiros.

—No es justo, me siento totalmente fuera de lugar. ¿Cómo quieres que no pregunte, si pasé años viendo a gente morir de hambre mientras ustedes estaban aquí, resguardándose?

Jin dio un suspiro, tomando al menor de su corbata y atrayéndolo, haciendo que sus frentes choquen. A Jimin se le fue el aire al sentir la penetrante mirada de Seokjin sobre él y tener el aliento del mayor chocando contra su rostro. Se le fue el aire por unos segundos, teniendo que tragar saliva.

—J-Jin...

—Escúchame, Jimin. Si quieres seguir viviendo, más te vale no preguntar demasiado... La verdad te puede quitar la vida.

¡Hello, It's me! He vuelto con mi shipp fav, ahq

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¡Hello, It's me!
He vuelto con mi shipp fav, ahq.
Ya se va a venir lo bueno entre estos dos, ya verán 7u7r.
Nos leemos pronto, gracias por leer, votar y comentar. ♥

Sequía ♦JinMin♦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora