Habían pasado aproximadamente siete meses desde que Jimin vio a Cero y a todos sus otros compañeros y, tal y como ellos dijeron, sus dudas iban a ser aclaradas.
Se hallaba frente a ciudad Olimpia —encerrada en una semi esfera, con su entrada bajo tierra—, listo para bajar hacia la estación de Dildex, la cual lo llevaría hacia el interior de esa ciudad. Era el primero de sus dos amigos en poner un pie en esa ciudad y a decir verdad, eso lo ponía nervioso. Le había llegado hace dos meses atrás un mensaje de Pha&seD, diciendo que su presencia en Olimpia podría ser de verdad de mucha ayuda. No sólo se había alegrado el saber que empezaría a vivir en Olimpia, sino que también el hecho de resolver muchas de sus dudas. ¿Cómo es que habían sobrevivido afuera? ¿Cuál había sido el principal factor de la sequía? Esas y muchas más eran las preguntas que rondaban en su cabeza. Sintió una mano en su hombro, por lo que se volteó rápidamente; sus ojos se abrieron ampliamente al tener al frente suyo a Cero, con sus cabellos negros bien ordenados y una leve sonrisa.
—Cero... Tanto tiempo —murmuró.
—Sí... Eh... —Jimin rió, ya que sabía lo que pasaba.
—Park Ji Min —dijo con una leve risita—. ¿Has venido por mí?
—Es algo obvio, la verdad —rió—. Vamos, no queremos que se nos haga tarde.
Bajaron unas escaleras que los llevaba a la estación subterránea. Jimin quedó fascinado al ver toda la infraestructura del lugar, viendo como la mayoría de las cosas eran controladas por la tecnología —los boletos, la atención al cliente, etc—. Miró a Cero, quien reía al verlo tan entusiasmado. Caminaron un rato entre la gente al llegar a las inexistentes vías del tren, las cuales parecían dos filas de imanes —aunque Cero le aseguró que no eran imanes, pero eran algo parecido—, que cumplían la función de que los vagones del Dildex se mantuvieran en una especie de levitación sobre estás, habiendo un espacio entre ellas de aproximadamente diez centímetros. Al llegar el primer Dildex, subieron con total calma al igual que las demás personas. Dentro del vagón parecía una consulta de dentista, ya que era casi en su totalidad blanco, con algunas pantallas holográficas que mostraban noticias del día. Jimin estaba simplemente fascinado en ese lugar y no hallaba la hora en que sus amigos pudieran estar ahí también.
—Tenemos que bajarnos en la estación Olimpia, son aproximadamente cinco estaciones más —habló Cero.
—¿Existe una estación llamada Olimpia?
—Sí. En ella se ubica el Tribunal de Justicia de Olimpia, junto con la casa presidencial. Es obvio que hay alguien que dirige todo esto —rió levemente—. Y al lado de ellas está la organización Pha&seD, que es donde debemos ir.
—Para estar dentro de una semi esfera, este lugar es enorme. Por cierto, ¿por qué estar tan encerrados? ¿No sería mejor ayudar a reforestar lo que la sequía se llevó?
—Haces muchas preguntas y no es tan fácil como tú lo dices. La gente desconoce muchas cosas.
Jimin alzó una ceja, sintiendo como la curiosidad le picaba hasta lo más profundo. Se quedó mirando a Cero fijamente, quien lo miraba de reojo y parecía nervioso. El rubio pudo divisar una pequeña cicatriz bajo el ojo derecho de su contrario. Acercó sus dedos a ella y la acarició, notando como Cero daba un salto y luego cerraba los ojos.
—¿Cómo te hiciste esta cicatriz? —preguntó.
—Es de hace años... Un tipo trató de matarme, pero su cuchillo sólo logró rozar mi rostro. Tuve suerte de ser rápido.
El más bajo sólo asintió ante eso, pensando que sin esa imperfección, el rostro de Cero sería totalmente perfecto; con sus facciones bien destacadas, la piel tan suave que poseía, sus carnosos labios, su sedoso cabello. Simplemente, todo. Cero picó su hombro para sacarlo de su mundo, indicándole que ya habían llegado. Bajaron del vagón y se quedaron de pie en la estación, la cual estaba en el aire. Jimin miró con los ojos bien abiertos lo que tenía a su alrededor. Prados hermosos con árboles de cerezo a su alrededor, un precioso lago que se veía a la lejanía, Bulnez's volando de allá para acá. Cada detalle le sacó innumerables sonrisas. Miró a Cero, quien lo miraba con una sonrisa, para luego indicarle que caminara por un largo pasillo de cristal que tenía al frente, el cual llegaba hasta un ascensor. El problema era que era cristal, se veía todo para abajo, logrando que Jimin se aferrara al brazo de Cero del puro vértigo, haciendo reír al más alto.
—Oye, no te va a pasar nada —susurró Cero de forma dulce—. Toma mi mano, así estarás más confiado.
Jimin sin protestar, tomó la mano de su acompañante, quien comenzó a avanzar hacia el ascensor. El rubio miraba de vez en cuando hacia abajo, notando como la gente hablaba entre ellos o simplemente seguía su camino bajo ellos. Al llegar al ascensor, sus manos se soltaron, subiendo los dos en aquella cabina algo estrecha, la cual comenzó a bajar. El ascensor también era de cristal, por lo que Jimin nuevamente tomó la mano de Cero por los nerviosos, quien nuevamente sólo rió. Al llegar abajo, Jimin se tiró de cara al suelo, agradeciendo tocar tierra firme.
—Eso fue horrible. Nunca más me voy a subir a uno de esos —murmuró.
—Creo que lo harás más seguido de lo que imaginas.
Reanudaron su recorrido por lo que parecía un parque, con caminos hechos de baldosas blancas, rodeadas luego del verde del pasto y de los árboles. Aspiró con fuerza, disfrutando del aire puro que había en todo el lugar. Cero lo miraba de reojo, sonriendo ante las expresiones que Jimin hacía. Caminaron a paso lento, dejando que el más bajo disfrutara del lugar. Al llegar a las puertas de Pha&seD, Cero se ubicó frente a Jimin, haciendo que éste ladeara su cabeza sin entender. El pelinegro carraspeó su garganta para hablar mejor, logrando que Jimin riera.
—Ahora que eres parte de nosotros, me presento. Ya no es necesario que me llames Cero aquí, Jimin. Mi nombre es Jin, Kim Seok Jin. Y tú, desde ahora en adelante, serás Cinco.
¡Hola, he vuelto!
Creo que ya ven que ando como loca escribiendo... Estoy inspirada.[????]
Espero que hasta ahora les vaya gustando, muchas gracias por leer y votar.
Nos leemos.♥
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Sequía ♦JinMin♦
FanfictionEl mundo entero pasa por una gran sequía y la gente se mueve de un lugar a otro buscando resguardarse y sobrevivir. En Corea del Sur, hay una hermosa ciudad, la cual cuenta con tecnología avanzada y suficientes plantaciones para respirar aire puro...