Penumbras

Capítulo 2: Sin ojos para recordar angustias de antaño

"Cada noche sueño contigo..."

Llevaba más de 36 sin dormir, se encontraba en su oficina, leyendo informes y revisando cualquier cosa que estuviera pasándose por alto. Aun se cuestionaba todos esos asesinatos, ciertamente no parecían al azar, y su método sofisticado daba a entender que no era alguien normal.

Miro su reloj y noto que eran las 3 de la madrugada, soltó un suspiro, por más que le diera vuelta la información obtenida no cambiaría, además no creía encontrar algo nuevo, se estaba desesperando. Decidió irse a dormir, acomodo todos los archivos, pero noto una tarjeta. Algo demasiado extraño porque no la había visto, suponía que era algo que le habían mandado por correo. De un lado estaba en blanco pero al darle la vuelta se congelo ante lo que estaba escrito.

-Esto no puede ser posible.- susurro atemorizado.

"Cuántas veces, con el semblante de la devoción y la apariencia de acciones piadosas, engañamos al diablo mismo" -Crimson Dynamo-

"Tus preciosos ojos brillando con la más pura inocencia..."

Gritaba aterrado, mientras observaba a su esposa e hijos siendo asesinados. Lloraba y su garganta dolía por tanto suplicar, viendo como uno por uno eran asesinados.

-¿Por qué haces esto? – miraba a la persona causante de su desgracia y perdidas.

-¿Por qué? – sonrió de manera aterradora, y clavo el cuchillo en la frente de la mujer para acercarse a él. - ¿acaso no me recuerdas?

-¿De qué hablas? ¿Yo jamás te había visto en mi vida? Por favor, mi familia era inocente.- sollozo el hombre devastado.

-¿Inocentes? ¡INOCENTES! – jalo el cabello del hombre, mientras la furia se mostraba en su rostro. – No te atrevas a decir eso, tú y tu miserable familia han hecho cosas terribles, pero lo peor, fue que se atrevieron a arrebatarnos nuestra libertad.

-No sé de qué hablas.- siguió llorando, mientras cerraba sus ojos.

-Mírame...

-No...- mantenía los ojos cerrados.

-¡QUE ME MIRES!

Acato la orden y pudo ver de cerca aquellos ojos, llenos de furia y rencor.

-Quizás tú me has olvidado, pero yo no lo eh hecho.

"Tu sonrisa tan resplandeciente..."

-¿Por qué estamos aquí?

Loki miraba con algo de curiosidad la cafetería en la que estaba junto a su jefe.

-La verdad es que...

-Pero mira que tenemos aquí, el cap ha traído una cita.

Loki miro al hombre que estaba frente a ellos, quien les miraba de manera divertida y con una enorme sonrisa, aunque pudo notar al hombre algo cansado.

-No es una cita Tony.- rápidamente dio una explicación, no quería que el castaño tuviera malas ideas.

-Soy un compañero del trabajo.

-Debes ser Loki ¿verdad?

-Si.

-Steve a veces me cuenta de ustedes, y por la descripción que hace tiempo me dio, no me costó suponer quien eras.

-Eres bastante perspicaz.

-¿Tú crees? – Sonrió el castaño, antes de bostezar. – Lamento eso.