Caminaba por el pasillo del palacio, concentrado en mis próximas tareas, mirando el suelo, la rustica alfombra que lo adornaba, era linda y se notaba que era complicada de hacer.
Mis pensamientos se dispersaban tanto, era culpa del menor. No podía concentrarme en nada de mi trabajo oficial porque todo me llevaba a estar con él a solas y eso me ponía nervioso. Se había vuelto osado sexualmente desde que ambos perdimos la virginidad juntos.
Seguí mi camino, debía doblar a la derecha para llegar al fin a la cocina, pero una figura se me interpuso y me abrazo.
No fue necesario verle el rostro, con ver sus prendas y sentir su aroma era suficiente.
Me separe de golpe, empujándolo, mire hacia ambos lados percatándome de que nadie nos haya visto.
-¿Que haces? ¿Estas loco? Sabes que eso no se puede.
-¡Oye! Yo también te extrañe...- bufo ante mi hostilidad causando que me ria por su puchero.
Volví a mirar hacia mis costados y con una sonrisa enorme le devolví el abrazo con ganas.
-Jaemin.- lo llame al separarnos -¿Que haces aquí?
Un carraspeo nos interrumpió por detrás de mi hermano, quien rasco su nuca incomodo.
-¿Que sucede aquí?- al ver su ropa automáticamente me incline ante el, no estaba seguro de quien era pero era de la realeza.
-Joven Jeno, lo lamento, este es mi hermano mayor.- comenzó a hablar Jaemin señalándome -Kim Jungwoo, el sirviente de el joven príncipe Kim Doyoung.
-Oh...- oí como el aludido respondía -Levántate, esta bien Jungwoo.
Obedecí elevando mi torso para mirarlo directo a los ojos, lucia joven, apuesto y tranquilo.
-Es un placer príncipe Jeno.
-Lo mismo digo.- sonrió ampliamente y observo a Jaemin -Iré a los aposentos de mi primo para darle la sorpresa, traten de ser mas disimulados.
Se alejo sonriendole a mi hermano luego de que este asintiera de la misma forma. Aquí algo pasaba, pero no iba a meteré, tenia mis propios asuntos.
Luego de eso nos reunimos en la cocina y charlamos de todo lo que nos había pasado en estos años separados.
Me comento que se encontraban allí por el reciente compromiso de Doyoung, lo cual oprimió un poco mi pecho, pero lo simule bien para que mi joven hermano no lo notara.
Luego de un rato nos dirigimos a los aposentos de Doyoung, en busca de nuestros príncipes. Los guardias nos abrieron las puertas y al ingresar, los encontramos en una situación preciosa.
Doyoung se encontraba cantando y tocando el órgano con pasión, como solía hacerlo desde pequeño al compás de la guitarra en manos de Jeno.
Jaemin tomo mi brazo y me freno, al parecer quería seguir contemplando esa imagen por mas tiempo y sabia que si notaban nuestra presencia, ambos cesarían. Al parecer mi hermano era muy similar a mi.
-Es hermoso ¿Verdad?- lo oír susurrar.
-Pues si, suenan bien, tiene una hermosa voz.
-Hablo de él, tan solo míralo, su mera presencia resplandece todo el salón.
Me quede estático mirándolo con curiosidad, una sonrisa se dibujo en mi rostro y solo pude dirigir mi visión a Doyoung, quien generaba eso mismo en mi.
Nos quedamos así por un buen rato hasta que el dúo musical decidió parar. Ambas miradas se posaron en notros y pude ver el sonrojo en mi príncipe, pero Jeno lucia satisfecho. El sonrojado en este caso era mi hermano, a quien note así luego de ver como se acercaba a su príncipe para halagarlo. Doyoung se quedo estático sentado en el piano, mirándome. Yo me mantuve igual, observándolo, y le sonreí levemente, pero su rostro se apago y bajando la mirada me ignoro.
Me sentí confundido pero no tuve tiempo de procesar, una criada ingreso de repente avisándole a Jeno y Jaemin que debían irse a su palacio porque la reunión familiar pre-casamiento ya había sido pactada. Jeno miro de golpe a su primo, quien le devolvió la mirada, ambos lucían serios y preocupados.
Mi corazón había comenzado a encogerse.
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Virum.
Fiksi Penggemar-K... Kim.- tartamudeo sin mirarme a la cara, pero lo deje proseguir sin interrumpirlo -Kim Jung... Jungwoo, si seras mi esposo igual ¿Verdad?- cuestiono con un tono de voz tímido y presionando mas el agarre en mi ropa. Sonreí suspirando, no podía n...