Me quede conversando con Cande en la sala y escuchamos un carro estacionarse y alguien entrar en la casa. –Hola chicas! –Mamá? No ibas a ir a recoger a Lali?- pregunté confundida. –Si, pero me siento un poco mal. –Que te pasa?- preguntó Cande caminando hacia ella. –Estaba con las chicas en el club y tomamos unas copas. –Estas borracha?- pregunte riéndome. –No, estaban heladas y me empezó a doler ......la garganta y creo que tengo fiebre.- me respondió subiendo las escaleras. –Esa es floro, estas borracha. –Hija, cuando entenderás que si tu aguantas como lo haces es por mí.- me seguí riendo y acompañe a mamá a su cuarto. –Ok, eso lo veremos algún día.- le respondí. –Cuando quieras.- dijo mirándome fijo antes de acostarse en su cama. –Cande, puedes ir tú a recoger a Lali? –Si claro, a qué hora voy? –Que hora es? –Es media noche. –Anda ahora. Ya deben estar por llegar. –Ok, no necesitas nada? –No no, estoy bien.- le respondió acomodándose en su cama. –Rochi vienes?- me preguntó Cande. –Dale, vamos. –Los recogen, dejan a Peter en su casa y vienen para acá. –Ok mamá, no te preocupes. –Maneja con cuidado.- gritó cuando ya estábamos bajando las escaleras. Nos subimos a la camioneta y fuimos hacia el aeropuerto, nos sentamos a esperar. No había pasado mucho tiempo y sonó el celular de Cande, era Lali. –Hola? … Si si, estamos afuera. Ya sales? … Ok ok, recojan tranquilos todo. Los esperamos.- le respondía Cande a Lali. –Que te dijo?- le pregunte cuando colgó el teléfono. –Ya llegaron, están esperando sus maletas y salen. –Ok.- esperamos un rato, y vimos a Peter salir con el carrito con las maletas y atrás de él a Lali. Los dos estaban bronceados. –Hola!!!- gritó Lali al vernos y corrió hacia nosotras para abrazarnos. –Estas tan linda toda rojita! Como estas?- le pregunté. –Estoy bien. Y sí, allá hacia mucho sol. –Que suerte la tuya.- agregó Cande. –Hola Peter.- dije soltando a Lali y inclinándome a abrazarlo levemente. –Hola Ro.- me dijo con una gran sonrisa. Peter estaba realmente feliz, su sonrisa era inmensa. –Como estuvo el viaje?- le preguntó Cande mientras lo saludaba. –Un poco ruidoso, pero todo tranquilo. –Ok perfecto. Vamos, que te llevaré a tu casa. –No, no te preocupes. Me voy en taxi. –Dale amor, no es molestia. Te llevamos.- dijo Lali regresando a sus brazos. –Ok linda.- caminamos y subimos las maletas a la camioneta y nos dirigimos a la casa de Peter. Todo el camino nos contaron algunas cosas sobre el viaje y Peter estaba súper emocionado de haber vuelto a ver a su hermana y sus papas, Lali no se cansaba de decir que la casa era enorme y que vivía con un montón de gente. Llegamos y estacionamos para bajar la maleta de Peter. Dejo su maleta en el portón del edificio y Lali camino hacia él. –Gracias amor. –Porque me agradeces?- le preguntó ella. Nosotras estábamos en la camioneta espiándolos. –Por haberme acompañado. La pase realmente increíble este fin de semana, fue el mejor cumpleaños de mi vida. –Gracias a ti, por darme la oportunidad de acompañarte y conocer a tu familia. –Te amaron, mi hermana ahora te quiere más a ti que a mí.- dijo Peter riéndose. –Soy adorable, y tu hermana es lindísima. –Eres muy adorable.- le respondió besándola. Cande tocó el claxon para fastidiarla. –Ya vámonos.- grité riéndome. –Tengo que admitir que no extrañe sus jodidos celos.- dijo Lali haciendo que Cande y yo explotemos de risa y sigamos tocando el claxon. –Ya basta! Ya voy.- grito despidiéndose. Peter se rió y se despidió de nosotras haciendo un gesto de adiós con la mano. –Chau amor, nos vemos más tarde.- le respondió ella y caminó hacia nosotras. –Que jodidas que son!- nos dijo mientras subía a la camioneta. –Gracias.- respondimos al unisono Cande y yo riéndonos. –Ya, cuéntanos los detalles interesantes.- le dije girando para verla. –Si si, cuéntanos lo que no podrás contarnos cuando este mamá.- dijo Cande arrancando. –No paso nada chicas.- dijo riéndose. –Qué? No te creo.- le dije. –En serio, juro que no paso nada.- dijo parando de reír y con tono serio. –Durmieron juntos y no paso nada?- preguntó Cande admirada. –No dormimos juntos.- respondió secamente. –Que? En donde dormiste?- pregunté indignada. –La casa de Peter es realmente enorme, me dieron otra habitación.- Cande y yo nos mirábamos extrañadas, no sabíamos que decir. –Fui a su casa y su familia es muy reservada y de costumbres antiguas. –Debe haber sido realmente aburrido.- agregó Cande. –No nada que ver, la pase increíble. Me trataron como una más de la familia. Y estuve con Peter todo el tiempo nos tratábamos igual que acá, solo que viven con muchos niños. –Ah ok.- dije sorprendida. –No daba dormir en su cuarto. Fue sin duda uno de los mejores fines de semana de mi vida. –Tanto así?- le preguntó Cande. –Descubrí y aprendí muchas cosas. Nuestra familia es extraña. Siempre fuimos el abuelo, mama, ustedes, Nico y yo. –Y que tiene eso de extraño?- la interrumpí incomoda, ya que para mí era todo perfecto. –No tenemos primos ni nada por el estilo. –Mamá es hija única Lali.- le respondí secamente. –Si, pero no sabemos si nuestro padre lo es.- Cande y yo nos miramos, no nos gusta hablar del tema de nuestro padre. Para nosotras nuestro padre siempre fue el abuelo, pensé que para Lali también lo era. –Nuestro padre es el abuelo, Lali.- le respondió Cande. –Hablo de nuestro verdadero padre. –No tenemos tal cosa.- le dije. –No les gustaría saber si tenemos familia?- pregunto Lali con indignación. –Tenemos una.- le respondió Cande con fuerza. –Tranquila, no te molestes. Pasa que no saben lo lindo que es una familia numerosa. Sobrinos, tíos, primos, es algo que jamás lo hemos tenido y por eso nunca le tomamos importancia a la falta. Pero este fin de semana que estuve rodeada de una familia realmente grande y unida, fue increíble. Yo quiero saber si tengo tal cosa.- Ella tenía razón, jamás tuvimos primos ni nada y por eso es que jamás nos importo porque era algo que nunca conocimos. –Y que vas a hacer?- le pregunté bajando de la camioneta, ya que ya habíamos llegado. –Por ahora nada, pero algo haré.- Lali sin duda era la persona más obsesionada del planeta, y si ahora tenía las ganas de rebuscar en el pasado lo haría y no pararía hasta conocer y descubrir lo que busca. –Por favor, no quiero que le digan nada de esto a mamá.- agregó. –No quiero que mamá salga dolida.- Le advirtió Cande sacando su maleta. –No haría tal cosa.- Cande y yo caminamos juntas dejándola atrás. –Espérenme.- dijo poniéndose al frente nuestro. –Las amo y amo nuestra familia, las extrañe mucho.- dijo abrazándonos y derritiéndonos de ternura como solo ella podía hacerlo. Cande y yo no podíamos contra Lali, simplemente nos abrazaba y toda la amargura, frustración o algún mal sentimiento se esfumaba como polvo en un ventarrón. –Dale entremos.- dijo Lali soltándonos. Entramos y mamá estaba bajando las escaleras. –Pequeña!- gritó al ver a Lali. –Como estas linda? Te ves preciosa toda rojita. Mucho sol?- le pregunto mientras la abrazaba. –Te extrañe mucho má. Y si, había demasiado sol.- Lali la abrazaba como si no la habría visto días. Cande y yo siempre viajábamos, pero Lali jamás. –Estas cansada? –No no, dormí todo el viaje. –Dale, entonces sentémonos para que me cuentes como te fue.- Nos sentamos con ellas y Lali empezó. –Llegamos y su papá con su hermanita nos estaban esperando en el aeropuerto. Su hermanita es hermosa y es sin duda la ternura en persona, su papá es igual a Peter pero ya todo un señor. Tiene bastante pelo y es muy pintón, eso me asegura que Peter seguirá siendo igual de lindo cuando sea viejo.- dijo Lali y al instante nos empezamos a reír todas. –Para llegar a la hacienda tuvimos que viajar como 3 horas, antes de llegar tuvimos que pasar un viñero inmenso que era de la familia. Llegamos y estaban su mamá, sus primos y tíos esperándonos sentados en unas mesas al lado de la parrilla que estaba en la entrada. Su mamá es toda una diva, cuando la vi no encajaba con todo lo que se admiraba pero es una persona muy cálida. Sus tíos y primos son como Peter, pero con una piel aun más bronceada. Me recibieron muy bien, con mucho respeto y a Peter lo abrazaban como si no lo hubiesen visto en años. Igual eran muy reservados conmigo, me trataban como la novia de Peter. Pero todo cambió cuando entramos a la sala y uno de sus primos se sentó en un gran piano que tenían y comenzó a tocar no muy bien ya que recién estaba aprendiendo. Peter les dijo que yo sabía tocar todo tipo de instrumentos y me invitaron a pasar, me senté y empecé a tocar y todos estaban admirados y las barreras que habían puesto se cayeron completamente y me empezaron a tratar como una de la familia. Sus primos me adoraban y su hermanita no se me alejaba ni un minuto, me trajeron una guitarra y como que decidieron hacer un fogón en el patio. Su mamá no paraba de contarme anécdotas de Peter cuando era niño, y sus primos empezaron a traer fotos para fastidiar a Peter. Estuvimos así conversando hasta la medianoche que le cantamos el happy birthday y todos les entregaron sus regalos, Peter estaba envuelto de regalos. Le di el mío al final y le encantó. Nos quedamos hasta la madrugada, hasta que los niños se fueron a dormir y su mamá nos sirvió unas copas del vino que hacían ahí.- se giró a verme. –Rochi, no tienes idea de lo que es ese vino. –Me has traido?- le pregunté, ya que en realidad quería probarlo. –Si si, sus papas me regalaron un par de botellas.- dijo señalando su maleta. –Ya bueno, después nos fuimos a dormir un par de horas ya que nos habíamos quedado como hasta las 6 de la mañana conversando. Nos levantamos temprano y fuimos a cabalgar por el viñero con su papa, su mamá, la nena, Peter y yo. Paseamos un rato y después regresamos, ya habían preparado un asado y nos estaban esperando. Almorzamos y después estuvimos jugando un rato con sus primos. Ya era hora de regresar, y fuimos a alistarnos para venirnos. Peter estaba feliz, no se pueden imaginar la sonrisa que tenía. –Qué lindo hija, que bueno que te hayas divertido y que te hayan tratado tan bien. –Si mamá, todos fueron increíbles conmigo.- Ahora entendía porque Lali quería saber si teníamos más familia, al parecer la familia de Peter era realmente increíble y cálida. –Me vas a invitar el vino?- le pregunté con mucha ansiedad. –Ahora no Ro, ya es tarde y tenemos clase en unas horas. –Que mala onda. –Tú no tienes que ir a surfear?- vi la hora y solo faltaba una hora para que Nico venga a recogerme. –Tienes razón, tengo que ir a surfear en una hora. –Duermes cuando regreses Ro, ustedes váyanse a descansar.- les dijo mamá a Cande y Lali. –Ok.- Todas subieron las escaleras hacia sus cuartos, no tenía sueño así que me fui a nadar a la piscina. Nade un rato y aliste mis cosas para esperar a Nico. Escuche el claxon y salí corriendo hacia el almacén para agarrar mi tabla. –Hola genio, listo para la cuenta regresiva?- le pregunte apoyándome en la puerta de su camioneta. –Nací preparado, tú? –Preparadísima.- dije sentándome y abrazándolo. –Vamos por diversión.- agregó haciendo rugir su motor. Todos los años la semana del campeonato entramos a un ritual que tenemos desde que somos pequeños. Corremos una hora por la playa, después en la noche nadamos y el día anterior a la primera ronda Nico se queda a dormir en mi casa, conversamos hasta que nos agarra el sueño y nos vamos a dormir. –Bueno, llegamos.- dijo estacionándose. –Para mí este es el mejor torneo, es un placer participar a tu lado.- le dije antes de bajar mirándolo a los ojos. –Para mí es un placer, estar a tu lado. Te amo.- dijo besándome la frente. –Bueno, empecemos.- dije con una gran sonrisa bajando de la camioneta. Corrimos por la playa y después entramos para practicar aéreos y trucos. Las olas estuvieron mágicas, toda la semana iban a estar increíbles. Salimos felices y contentos con una confianza que solo teníamos cuando competíamos juntos. –Jamás entenderé porque estudias en la universidad.- dijo secándose y subiendo a la camioneta para llevarme a la universidad. –Porque para mí es importante, quiero ser arquitecta.- le dije riéndome, ya que siempre teníamos esa conversación la semana del campeonato. –Ok. Y cuando llega tu abuelo? –No estará, al parecer el negocio que estaba cerrando se está complicando. –No va a venir?- preguntó sorprendido. –No, no vendrá.- dije con clara tristeza. –Todo va a salir bien.- me dijo con una gran sonrisa poniendo su mano sobre mi pierna. –Lo sé.- llegamos y paró en el estacionamiento. –Oye, vendré a recogerte en la tarde para ir a la oficina de mi papá ok? –A la oficina de tu papá, para qué?- le pregunté confundida. –Para que firmes contrato.- me dijo riéndose. –Tan pronto? Ya hablaste con Lu y Bren? –Sí, aceptaron felices. –Ok, te espero.- Me despedí y baje de la camioneta y me dirigí al gimnasio, me encontré con Peter. –Hola Ro!- me saludó. –Hola Peter, que tal? –Bien bien, justo quería hablar contigo.- me dijo. –Conmigo? Qué pasó? –Nada nada, quiero hacerte unas preguntas.- me sorprendió la emoción con la que me hablaba. –No te asustes.- dijo riéndose. –Ok, dime. –Pasa que le prepararé una cena a Lali el viernes y necesito que me ayudes. –Y en que te puedo ayudar? Yo no sé cocinar porsiacaso. –No no, yo sé cocinar. Quiero que me digas cual es su comida favorita. –Quieres que te ayude a hacerle una cena romántica a mi hermana? –Si por favor! Acuérdate que me dijiste que eras mi amiga.- dijo con una cara de suplica que era imposible negarse. – Es pollo al horno con papas y batatas. –Ya perfecto! Y su color favorito? –Peter, si Lali se entera que no sabes todo esto te mata. –Por eso te estoy preguntando. –Es el turquesa. –Ya gracias. –Que le vas a hacer? –Una cena!- dijo con una voz de felicidad enorme. –Ok, no quiero ni pensar que se te está pasando por la mente con mi hermana.- él se rió. –Me voy a bañar para ir a clases, nos vemos en el almuerzo. –Ya bacán, y no le digas nada de esto a Lali que es sorpresa. –Ok ok, no le digo.- me fui a darme un baño en el gimnasio y salí corriendo porque ya era tarde. Entre al salón junto con el profesor y vi como Cande y Vico conversaban con mucha naturalidad, me senté en el sitio que estaba atrás de ellos. –Como estuvieron las olas?- me preguntó Cande girando levemente. –Estuvieron y estarán increíbles toda la semana. –Qué bueno!- empezó la clase y estuvimos atentos a ella, terminó y Vico nos dijo que tenía que irse al estadio. Cande y yo caminamos hacia la cafetería y solo estaban las chicas sentadas. –Hola chicas.- nos saludo Euge amablemente. –Hola!- le respondí de igual manera. Nos sentamos y me sonó el celular, era un mensaje de Gastón. “Tuve que ir al estadio para el chequeo medio del campeonato, te espero antes de clases para verte.” No pude evitar sonreír. Las chicas estaban hablando de la fiesta de Peter y trataban de sacarle información a Lali sobre su viaje pero no lograron nada. –Euge, al final estas con el surfista?- le preguntó una de las chicas del equipo, Euge estaba nerviosa. –No, recién nos estamos conociendo.- respondió secamente. –Te choteo?- le dijo la misma chica empezando a reírse con algunas otras. –No pienso contarte lo que hago con mi vida.- dijo con mucha firmeza. –No te molestes, estoy bromeando. – No fue una buena broma Daniela.- le respondió Lali. –Que pasó con los chicos que ninguno anda por acá y Vico prácticamente se fue corriendo al estadio.- pregunto Cande. –Ya empieza el campeonato y tuvieron que ir a hacerse el chequeo médico.- le respondió Lali. –Cuando es el primer partido?- le preguntó Mery. –No me acuerdo bien, pero creo que Peter me dijo que era el lunes. –De local? –Sí, los 3 primeros partidos son acá.- ya estaba por terminar mi ensalada y sonó mi celular con otro mensaje de Gastón. “Ya terminé, te espero en tu pabellón.” Termine mi ensalada rapidísimo. –Bueno chicas, yo me voy rápido porque tengo unas cosas que hacer. –Espéranos para ir juntas.- me dijo Lali. –No no, yo me adelanto.- dije nerviosa. –Ok, nos vemos a la salida.- agregó Cande. –No no.- dije poniéndome de pie y dando unos pasos. –Espera oye, no nos vamos a ir juntas?- me preguntó Lali confundida. –Nico me vendrá a recoger, tenemos que hacer unas cosas.- vi como todas me miraron, en especial Euge. –Ya les cuento luego.- agregué y seguí mi camino. Sentí como había metido la pata, ya que ahora todas estarían hablando sobre Nico y yo. Pero poco me importaba ya que lo que pensaban los demás siempre me tuvo sin cuidado. Caminé hasta mi pabellón y vi a Gastón sentado en una de las bancas que se encontraban en la entrada. –Hola amor.- le dije en el oído asustándolo ya que estaba mirando su celular. –Hola linda.- dijo alzando su cabeza para darme un rápido beso en los labios. Me senté a su lado. –Como estas? –Mal, la enfermera me sacó sangre y me ha dejado morado.- dijo acusando como un niño pequeño. –Seguro que quería llamar tu atención.- él se rió. –Era linda?- le dije seria. –Unos 50 años y con varios kilos demás. Irresistible.- dijo riéndose agarrando mis manos. –Pucha, ya tengo competencia?- dije indignada. –Eso jamás.- dijo con una gran sonrisa, mirándome con esos ojos verdes y ese brillo especial que notaba cada vez que estaba a mi lado. –Mañana faltaré al entrenamiento.- me dijo serio. –Porqué?- le pregunté sorprendida, ya que había sacado el tema de la nada. –Tengo que ir a un lugar y quiero que me acompañes. –A qué lugar? –Prefiero que lo sepas en el momento en que lleguemos.- me dijo sonriéndome pesadamente. Sentí algo diferente en su mirada, así que acepté moviendo mi cabeza. –Gracias. –Ya tengo que entrar. Supongo que no te veré hasta mañana no? –Te veo a la salida un rato. –Nico me vendrá a recoger. –Y? –Saldré rápido, tenemos que ir a hacer unas cosas. –Cosas sobre el campeonato? –Algo así, te cuento mucho mejor mañana. –Y porque no me cuentas ahora? –Porque ni yo sé muy bien que haremos.- dije riéndome. –Ok. Nos vemos mañana entonces.- se acercó y me beso como si fuera la última vez que me vería. Su mirada había cambiado desde que me pidió que lo acompañara mañana, y el beso fue como si sintiera dolor. Quería sentarme y escucharlo, no soportaba verlo como decaído. Pero tenía que ir a clases, así que le di un beso en la mejilla con toda la ternura y comprensión que pude transmitir. Me devolvió una sonrisa y entre a mi salón. No preste mucha atención a la clase ya que estaba realmente preocupada por Gastón, no es que lo conociera muchísimo pero algo que aprendí en tan poco tiempo es a reconocer su mirada. Sus ojos son tan transparentes y muestran todo lo que quizás no dice con palabras. Terminó la clase y salí rapidísimo para encontrarme con Nico que ya me estaba esperando en el estacionamiento. –Como estuvieron las clases? –Bien bien.- le respondí mientras lo saludaba. –Que te pasa? Estas preocupada? –No no, solo que estoy nerviosa porque hace años que no veo a tu papá.- le mentí, ya que si le decía que era lo que me preocupaba se iba a poner celoso y incomodo, y era lo que menos quería. –Nerviosa? Si el loco ese siempre te quiso muchísimo.- dijo riéndose. –Pero igual hace años que no me ve. –Te va a querer más cuando vea lo más linda que te has puesto.- me dijo con una gran sonrisa. Los papas de Nico siempre me adoraron, yo era la hija mujer que nunca tuvieron y no tendrán jamás. Llegamos al gran edificio de la compañía “Riera”. –Es extraño estar acá y no recordar las muchas horas que pasábamos jugando en el ascensor cuando éramos niños.- dije cuando entrabamos al gran edificio. –Te acuerdas cuando nos quedamos atorados?- dijo Nico riéndose. –Como olvidarlo, yo estaba llorando como loca y tú gritabas para callarme pero estabas tan asustado como yo.- empezamos a recordar anécdotas en el ascensor subiendo al último piso en donde se encontraba la oficina de su papá que ya nos esperaba. –Bienvenida Srta Igarzabal.- dijo la secretaria cuando estábamos saliendo del ascensor. –Joven Nicolas. –Hola, Angela. Ya llegaron los otros dos chicos? –Si, ya están adentro. –Ok, avisa que vamos a entrar.- La secretaria marcó el teléfono que tenía en el escritorio. –El joven Nicolas y la señorita Igarzabal están afuera… Ahora los hago pasar.- nos miró con una gran sonrisa y nos abrió la gran puerta hacia la oficina. –Rocio Igarzabal, como siempre un gran placer volver a verte. Estás muy hermosa.- dijo el papá de Nico recibiéndome con un abrazo muy familiar. –Tío Nicolás! Muchas gracias.- dije devolviéndole el abrazo. –Hijo!- le dijo saludándolo con otro abrazo. La felicidad de Nico era inmensa. –Bueno, tomen asiento.- dijo señalándonos las dos sillas que estaban al lado de Lucas y Brenda. –Bueno ya que ya están acá los cuatro, me presento. Yo soy Roger, soy el que trabajará con ustedes para la campaña.- Roger era bastante agradable. Nos explicó sobre la campaña y sobre nuestros contratos. El contrato era muy provocador, ya que todas las tomas eran en el agua y la única condición era empezar a usar la ropa de la marca que ellos nos brindaban para cada campeonato. Acepté y firme el contrato. La reunión fue larga ya que teníamos que quedar los horarios en los que haríamos las tomas. Terminamos y me despedí del padre de Nico, prometiendo que nos volveríamos a ver el sábado en el campeonato. Salimos del edificio y Nico me llevo hasta mi casa. –Te quedas a cenar? –No, mejor voy a cenar con mi mamá para contarle sobre el contrato que acabamos de firmar.- dijo con clara emoción. –Ok, nos vemos mañana. –Chau.- Me baje del carro y ya estaban cenando. –No me esperan? –Te estuvimos llamando y no contestabas, el celular no existe para ti no?- pregunto Lali. –Lo deje en mi bolso.- dije riéndome y avisando en la cocina para que me sirvan. –A donde te fuiste hija? –Fui con Nico a la oficina del tío Nicolás. –Que? Y para que fueron a la oficina de Nicolas?- preguntó mamá confundida. –Pensé que Nico no hablaba con su padre hace años.- agegó Cande. –No hablaban, han vuelto a conectarse hace unos días. –Y porque?- me interrumpió mamá. Ella era muy amiga de la mamá de Nico y sabía muy bien lo mucho que los hizo sufrir Nicolas cuando se fue. –Pasa que ha hecho un contrato con Billabong y necesitaba cuatro surfistas para su campaña. –Wow! Billabong?- preguntó Lali incrédula. –Sí. Llamó a Nico y ya hicieron las pases y le pidió que se encargue de la campaña con el encargado de Billabong. –Entonces Nico ahora trabaja para su papá?- me preguntó mi mamá. –Sí, igual que yo.- dije riéndome. –Qué?- casi se atora Lali. –Vas a ser modelo?- me pregunto Cande. –Algo así, la campaña consiste en hacer tomas en el agua. Y me llamaron a mi, a Nico y a otros dos amigos más. –Y porque nos enteramos recién?- me preguntó mamá con clara incomodidad. –Yo me enteré ayer todo esto y recién hable bien y firme el contrato hoy. –Te van a pagar? –Si claro, es bastante dinero y aparte estaré llena de ropa de la marca. –Te felicito Ro, es un gran paso.- me dijo Lali con una gran sonrisa de orgullo. –Bueno hija, si es tu decisión no te puedo decir nada. Te felicito. –Gracias mamá. No me vas a decir nada Cande?- dije ya que la notaba callada. –Me tomaste de sorpresa loca, es mucha información para procesarla tan rápido.- dijo Cande riéndose. –Así que serás cara de Billabong! Wow, estoy orgullosa!- me dijo por fin con una gran sonrisa. Terminamos de comer, mientras les contaba todos los detalles de mi contrato. –Bueno, yo me voy a dormir.- dije levantándome. –No te quiero presionar Rochi, pero cuando conoceré a Gastón?- me preguntó mi mamá. Pense por unos segundos y me convenía que lo conociera estos días ya que de todas maneras lo vería el sábado en el campeonato. –Si quieres le digo para que mañana venga a cenar.- dije haciendo que Lali y Cande me miraran asombradas. –Ya perfecto!- dijo mamá con mucha emoción. –Ok, hasta mañana.- Subí a mi cuarto me cambie y me dormí al instante.
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Capitulo bastante largo :)
Cena romantica de Peter?
Lali empezara a husmear en el pasado?
Que pasó con Gaston? Y a donde llevara a Rochi?
Rochi y Nico serán cara de Billabong! Les traerá problemas?
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Locura Perfecta
RomanceMe criaron con la ley: Si no es PERFECTO no es bueno. Para mí, todo lo que haga todo lo que soy y todo lo que tengo tiene que ser perfecto. Así me enseño mi mamá. Una mujer como pocas que se valió por si sola para criarme a mí y a mis 2 hermanas, bu...