●Epílogo●

1.3K 153 149
                                    

No se puede salvar... Lo que ya se perdió...
Si en la piel está escrito el final
Fuistes el único amor, en que creí...

Es hora de decir adiós...

||Leer con la canción de multimedia||

«Pero quizás ya era demaciado tarde para volver a los brazos de ese amor...»

Y lo era, dolía, dolía sentir como tu corazón se agrieta en miles de pedazitos rompiéndose sin remedio, ¿Por qué era el único en estar sufriendo? Todos a su alrededor parecian estar como si nada, nadie notaba cuan hecho pedazos el rubio estaba, la lluvia golpeaba su cuerpo con brusquedad pero nada le podia importar menos no después... De ver eso... ¿Qué había pasado en los 3 años que sus hermanos se lo llevaron lejos? ¿Por qué él lo había olvidado todo? ¿Por qué no lo recordaba? Gruñó bajo apretando su labio inferior a tal punto de lastimarse con sus afilados colmillos

No tuvo opción ni oportunidad de negarse cuando sus hermanos se lo llevaron lejos, incluso lo sacaron del país porque según "era lo mejor para él" ¿Por qué separarlo de su amor era lo mejor? ¿Qué le estaban ocultando? Casi no pudo pensar en ello durante sus dias de ensayo para empezar una nueva fase en su carrera de Idol, aunque siempre por las mañanas mientras esperaba caer en los brazos de Morfeo no podía apartar aquella simple y a su vez complicada pregunta: ¿Por qué...?

La respuesta desgraciadamente llegó cuando en un descuido de sus hermanos y con la falsa excusa de reunirse con una agencia en Tokio regresó a esa cuidad para volver a verle, está de más decir que su corazón latía a mil por hora, más un extraño presentimiento le ataba el pecho como queriendo gritarle que estar ahí era una muy mala idea, quizás la peor que alguna vez pudo haber tenido

Cuando su chofer paró frente a la Antigua mansión del Clan Sakamaki se llevó una gran sorpresa, bajándose pudo confirmar que ahí no había pisado ningún alma en mucho tiempo, aún así se atrevió a entrar, notando de inmediato la forma desgastada en la que se encontraban las paredes, como el polvo antes inexistente, ocupaba toda la mansión, las telarañas se expandían por todos lados y como todos los muebles estaban en su sitio como si no hubiesen pasado 3 años, de no ser por la gruesa capa de polvo diria que nada habia cambiado, tosió ante el característico olor a suciedad, subió las escaleras con cautela, puesto que el sonido de sus pasos era lo único que se escuchaba y parecia perturbar el silencio casi fantasmal

Cruzó aquel tan conocido pasillo donde la luz de la Luna penetraba en todo su esplendor, las manos le temblaban cuando pasó frente aquel laboratorio, tragó grueso acelerando el paso ante el escalofrío que cruzó su espina dorsal puesto que los recuerdos de ese lugar no eran para nada gratos, recorrió unos metros más hasta detenerse frente a una puerta, con el pulso a mil giró la perilla y se adentró. Todo seguía igual, los agujeros en la pared, el ataud, los muebles... Los recuerdos parecían pasar rápidamente como una película en su mente, caminó unos pasos más agachándose frente al ataud, pasó sus dedos por la superficie de este sin importarle llenarse de polvo en el proceso, una sonrisa casi involuntaria apareció en su cara, aquella vez en que las manos de ambos recorrieron sobre la ropa el cuerpo ajeno y la manera en la que suaves jadeos se escapaban de sus bocas, las marcas en el cuello y clavícula del menor mientras la Luna se filtraba por la ventana contorneando sus siluetas... Esa fué la primera vez que tuvieron un contacto tan íntimo, posiblemente hubieran pasado a mayores de no ser por el sonido de la puerta abriéndose que les obligó a separarse y calmar sus agitadas respiraciones y el fuego que ardía en sus cuerpos que quemaba de una forma exquisita al sentir el roze del otro...

Se sentó en la tapa del ataud cerrando sus ojos, intentando aclarar todo el caos de pensamientos e incógnitas que era su mente en esos momentos. Se tele-transportó al jardín de rosas blancas las cuales habiendo sido olvidadas por su dueño estaban marchitas y ya no quedaba casi nada de lo que fué años atrás, aquel lugar habia sido testigo de tantas demostraciones de afecto entre ellos mientras, escondidos de las curiosas miradas de cualquiera, se recordaban lo mucho que se amaban... Dolía, dolía horriblemente el no tenerle cerca. Regresó con el corazón comprimido a su vehículo, mientras por la ventana miraba como aquel edificio se iba alejando a medida que el coche avanzaba. Se sentía como una despedida, pero no tenia claro quien era el que decía el último adiós...

Only MINEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora