U N O

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Hace cuatro años — 6 de marzo de 2013

—Bueno, hoy se nos une un nuevo compañero —anunció la profesora al frente de la sala—. Vamos, preséntate.

—Tsk... Me llamo Levi. Tengo 16 años —dijo el chico con tono seco y expresión imperturbable.

POV Amber

No voy a mentir: el nuevo era guapo. De esos que hacen que todas se giren cuando entra. Pero también parecía el típico tipo que rompe corazones sin mirar atrás. Seguro es de los que se creen superiores y terminan jugando con las chicas.

—Levi, te damos la bienvenida con los brazos abiertos —dijo la profesora con amabilidad—. El único asiento libre es junto a Amber Brown, al fondo. Te sentarás con ella, ¿de acuerdo?

—Ok —respondió sin emoción, y caminó sin apuro hasta donde yo estaba.

POV Levi

La chica con la que me tocó sentarme... es hermosa. Tiene una mirada tranquila, un aura distinta al resto. Pero con mi suerte, seguro tiene novio. No importa. Estoy acostumbrado a que las cosas buenas me pasen de largo.

Meses después

POV Narrador

Lo que empezó con miradas breves y conversaciones incómodas fue creciendo en algo más. Levi, pese a su actitud fría, comenzó a quedarse conversando con Amber después de clases. A veces solo se sentaban en silencio, compartiendo el mismo espacio sin necesidad de decir mucho.

Otras veces, Amber se quedaba dormida sobre su cuaderno mientras estudiaban, y Levi simplemente la cubría con su chaqueta sin despertarla. Nadie entendía cómo se llevaban tan bien, siendo tan diferentes. Pero lo cierto es que, en silencio, se cuidaban.

Un día de otoño, mientras caminaban bajo los árboles del parque después de clases, Amber se atrevió a tomarle la mano. Levi no dijo nada. Solo entrelazó sus dedos con los de ella y apretó suavemente.

—¿Siempre eres así de serio? —le preguntó ella, sonriendo.

—No confío en la gente fácilmente —respondió Levi sin mirarla—. Pero tú... tú eres diferente.

Y Amber, sin saber exactamente por qué, sintió que él le estaba regalando un pedazo de su mundo.

Un año después

Levi, de a poco, bajó las defensas que tanto protegía. Se volvió más paciente, más presente. Empezó a esperarla en la entrada del liceo, a compartirle su música favorita, incluso a enseñarle a andar en skate, aunque Amber no tenía talento alguno para eso.

Ella, por su parte, se volvió su refugio. La única capaz de calmarlo cuando sus días eran oscuros. La única a quien permitía verlo vulnerable.

Finalmente, una tarde cualquiera, con las manos temblando y el corazón latiéndole demasiado fuerte, Levi se atrevió a decirlo:

—Amber... ¿quieres ser mi novia?

Ella lo miró, sin entender del todo si lo había escuchado bien. Pero al ver el nerviosismo escondido tras esos ojos grises, sonrió y asintió.

—Claro que sí, Levi.

10 de julio de 2015

—Todavía te debo tu regalo de cumpleaños —dijo Levi, mientras caminaban juntos por una calle tranquila.

—Ay, Lev, no era necesario... —respondió Amber con dulzura.

—Sí que lo es —insistió él, con su tono serio habitual—. ¿Sabes cuál es tu regalo?

—No tengo idea.

—Vamos a hacernos un tatuaje —le susurró con una pequeña sonrisa.

—¿¡En serio!?

—¿Te estoy viendo cara de que estoy bromeando?

Llegaron a una pequeña tienda de tatuajes. Amber, aunque nerviosa, eligió uno especial: un tatuaje en la espalda con letras árabes que decía "El primer amor nunca se olvida. 14 de febrero del 2013."

Levi se tatuó la misma frase en el antebrazo, con un estilo diferente. No dijo mucho, como siempre, pero sus ojos brillaban más de lo habitual.

Al salir, con la piel aún sensible por la tinta, Amber lo miró con ternura.

—Levi...

—¿Sí?

—Prométeme que nunca nos vamos a separar.

Él no dudó.

—Te lo prometo.

Todo cambio Levi Y TuWhere stories live. Discover now