2 gelatinas verdes y fresas nos acompañaban a mi y a Mildred en la habitación de Bernardo, platicabamos algunas cosas de la escuela cuando de pronto oímos como alguien se quejaba, giramos a ver y efectivamente Bernardo se estaba despertando, salte del pequeño sofá donde estaba sentada, para irme de ahí inmediatamente, pero Mildred me tomó del brazo y susurro.
—Tengo una idea, no te vallas -se acerco donde su nieto, yo solo me quede en el mismo lugar muy nerviosa, ¿qué era lo que iba a hacer?.
—Ahhhhhhh donde estoy? —su voz se escuchaba tan ronca y áspera.
—¿por qué me duele tanto la cabeza?—Tuvistes un "accidente"—mencionó su abuela, con algo de sarcasmo en su voz, ya habíamos hablado del día en que callo por las escaleras le mencione que alguien lo empujó, pero no pude ver muy bien quien era.
—Caistes por las escaleras del instituto, pero ya estas mejor...no fue nada gravé.
Se sentó en la camilla y después de un rato me observó a mí, ahí parada a unos pocos metros de la camilla, su mirada caía en la mía ...no podía evitar sentir unas tontas mariposas revoloteando en mi interior , estaba casi segura que me había sonrojado y aparté la vista de esos ojos color entre verde y café.
—¿Quién es ella abuela? —finalmente pregunto, yo también quería saber.
Ella sonrió y me observo, yo sólo quería que la tierra me tragara.
—Ohhh ella es una dulce jovencita que me ayudo un día a traer unas cosas a tu habitación, después me la encontré de nuevo, conversamos y me di cuenta que estudia en el mismo instituto que tú, ha estado contigo todo este tiempo en el que dormias, ahora nos hicimos amigas, es muy linda,¿verdad?—paso uno de sus brazos por mi hombro y sonreimos frente a Bernardo.
Ya se encontraba bien, el doctor firmo los papeles para que ya pudieramos irnos, ayude a cargar todo el equipaje que mildred había utilizado mientras batman estaba inconciente, Bernardo caminaba con sumo cuidado guiado por su abuela. Pude sentirme demasiado cerca de él, en el sentido de que estaba logrando conocer a batman. Aunque solo nos conociamos de notas, sus miradas empezarón a ser más seguidas hacía mí.
—¿Puede quedarse a comer con nosotros? De alguna manera tengo que agradecerle la compañia que nos hizo abuela.—dijo mientras inocentemente miraba a Mildred.
—Me parece una excelente idea—Mildred a la vez lanzaba una dulce sonrisa caracteristica y guiñaba un ojo hacía mi dirección.
Muchas cosas pasaron por mi mente y no podía desaprobechar esa oportunidad a lo cual afirme, tomamos un taxi camino a casa y me tranquilice un poco pues no estaba preparada para lo que sea que pasase entre Batman y yo.