Do not say sex (ZIAM)

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Aquella tarde, Liam se tumbó en la cama a ver una película; estaba aburrido y no tenía ganas de discutir con Kalel para que dejase a su chico salir aunque fuese por una hora... Así que buscó un filme en Netflix, preparó palomitas de maíz y logró distraer sus pensamientos en tan sólo dos minutos. Pero el sonido de una puerta cerrándose, específicamente la principal, le hizo pausar el televisor.

Supo que era Zayn, que tenía una copia de las llaves, y su sonrisa se ensanchó al instante al ver a su chico de pie bajo el umbral de la puerta del aposento.

"Zee" saludó tiernamente, colocando el tazón de botanas sobre la mesita de noche que le quedaba cerca.

"Hola Lee" correspondió el saludo, acercándose a sentarse en el colchón con una sonrisita nerviosa en los labios. Hizo contacto visual con el mayor y tuvo que prepararse un poco para "¿Me das un beso?" eso.

Liam se mordió la sonrisa, atrapando la boca del azabache con delicadeza. Chupeteó el labio inferior ajeno, sintiendo el tacto terso del menor en los suyos por igual. Casi por inercia, rodeó la pequeña cintura, hundiendo sus dedos ahí.

El besuqueo lo llevó a lo mismo de siempre. Terminó yendo demasiado lejos, al punto de atrapar la entrepierna del niño sobre los jeans, masajeándola con calma, intensificando el beso...

Zayn se tensó. Su respiración se descontroló y la preocupación le picó al ojicafé, que se alejó en breve; sus cejas fruncidas mientras buscaba el inconveniente.

El chico tenía los ojos cerrados y respiraba en grandes bocanadas, temblando levemente y empuñando las sábanas.

"¿Bebé, qué pasa?" necesitó saber Liam "¿Uhm?" acariciándole las mejillas con suavidad para tranquilizarlo. Zayn no dio respuesta, en cambio se puso de pie, dispuesto a salir de ahí, pero Liam lo detuvo, regresándolo a su lugar, atrayéndolo por la cintura.

"¿No te gustó?" lo enfrentó siendo claro, directo al grano. Malik guardó silencio, desesperando a su novio "Zayn, responde. No haré nada que no te guste" pero no habló.

El castaño soltó una bocanada de aire, peinándose el pelo con ansiedad. Odiaba no comprender ese lado sensible del moreno "¿Por qué eres tan tímido conmigo, príncipe?" murmuró, obteniendo una mirada entristecida por parte del adolescente "Tengo muchísima confianza en ti, ¿Tú no confías en mí?" él negó arrepentido, creyendo que ya había arruinado todo.

"No, no, no" balbuceó rápidamente, entrelazando sus manos con las de mayor tamaño "Confío en ti" su voz destilaba seguridad y cariño. Liam parpadeó prestando absoluta atención a sus palabras "Es que... Siento cosas que no debería" la consternación golpeó al veinteañero muy fuerte y se preguntó qué mierda habría hecho Kalel para meterle eso en la cabeza a su chico. La frente ajena cayó sobre su hombro "Estoy pecando, Li. Pecar es malo, y lo que siento no está bien."

El mencionado no pudo evitar aquel estrujamiento en su corazón. Esa sensación de estar sujetando a la criatura más frágil e ingenua del mundo entero. Sin poder evitarlo, sonrió.

"Claro que no, cariño" soltó entre medio de una risita, abrazándolo amoroso y pegándolo a su pecho. El niño se revolvió molesto y un rostro de indignación se coló en su campo de visión.

"¿De qué te ríes? ¡No te rías! Hablo en serio, Kalel me lo dijo. Si peco me iré al infierno, y quién sabe qué cosas horribles le hacen a las personas allí, no- uhm"

Una vez alguien dijo que la mejor forma de callar a alguien era con un beso.

"Kalel es un loquito, ¿Va?" le susurró a centímetros de sus labios, achuchando su cachete y felicitándose por haber preferido atender al niño antes de maldecir al hermano estúpido y correr a golpearlo. Zayn le miraba con ojazos brillosos "El placer no es pecado, Zayn. Mucho menos si se hace con amor. Jamás te haría daño y lo sabes."

El ojimiel asintió. Era cierto, Liam siempre era bueno con él, y juraba a ojos cerrados que nunca sería capaz de decirle algo erróneo para lastimarlo... Sólo debía confiar y empezar a pensar dos veces lo que su hermano le decía.

Confiar y comenzar a soltarse.