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Todos le decían lo mismo, el dentista, el de la esquina y hasta su tío, se lo decían. Con una sonrisa burlona lo miraban y se agachaban hasta llegar a su altura y pronunciaban las frases más largas y dolorosas que Jeongguk había escuchado en su corta vida de tan solo nueve años.

"—eres fácil de hacer sonreír. "

Jeongguk negaba, movía su cabeza y fruncía el ceño con un pequeño puchero mientras acomodaba sus brazos sobre su pecho cruzándolos. Los demás reían y desordenaban su cabello, el pequeño estaba molesto pero con tan solo una mirada de parte de su tío, una sonrisa ladina escapó, cubrió su boca y salió corriendo de aquel lugar.

독서 고마워.

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