Entre Cuatro Paredes

Capítulo 17: Me salvaste

-Shhh shhh.. -susurró después de soltarme

Lo miré a la cara llena de confusión.

- ¿Que haces aquí, Cameron?

-Louis está aquí...

Estaba cansado, colocó sus manos en sus rodillas viendo el suelo y retomando el aire.

-Te quiere matar Jade.

Suspiré hondo aguantando mis ganas de golpearle la cara, tan sólo nos quedamos en silencio viéndonos.

-Nescesito que me creas, ¡por favor!

Alzó su voz, su paciencia estaba acabando.

-No entiendo porque me dices esto ¡déjame sola y deja de seguirme si no quieres que llame a Oliver!

Empecé a gritar llamando la atención, mis ojos temblaban a punto de romper en llanto.

-Jade, deja de gritar y hazme caso. -no me moví-. ¡Rápido!

- ¡No iré contigo! -me interrumpieron.

- ¿Que haces tú aquí?

Sean habló firme acercándose a nosotros. Intercambiaba mi mirada entre ambos

-Cameron viene a...

En un segundo alguien gruñó y ambos se tomaron por los hombros.

- ¡No! ¡basta!

Me metí entre ambos para impedir que siguieran golpeandose, pero la golpeada fui yo.

Caí al suelo cuando el puño de Sean impactó en mi mejilla.

- ¡Qué hiciste!

Escuche a Cameron exaltarse, mi mejilla ardía mucho.

Unas manos tomaron mi cabeza por mis oidos, giraron mi cabeza para poder ver mi herida.

-Lo siento Jade, fue un accidente.

-Lárgate de aquí.

-Vete tú de aquí. -Sean se quejó.

- ¡Basta ya!

Grité furiosa acabando con las pocas fuerzas que tenía.

-Vamos Jade. -me habló Sean-. Y tú...

Esta vez se dirigió a Cameron quien aún estaba preocupado por mí.

-Lárgate de aquí sí no quieres que avise a los chicos.

Colocó mi brazo por atrás de su cuello y poco a poco nos acercamos a la habitación.

Miré sobre mi hombro a Cameron quien ya no estaba, cerré mis ojos con dolor.

•

-Ahora si me contarás que fue lo que ocurrió.

Sean volvió a preguntar, le había evitado desde que llegamos aquí.

-Sólo lo encontré en el pasillo.

Le contesté seca.

- ¿Te dijo algo?

Lo pensé y recordé lo de Louis, aunque puede ser mentiras,digo. Quizá él sólo quería que me fuera con él y por eso lo dijo.

-No, no..

Negué.

-Bueno, a la otra no te alejes, estás en peligro y no queremos eso.

Habló más pacífico, pues se notaba molesto por la tontería que había hecho.