1

16 1 0
                                    

No recordaba bien el momento en que sucedió, mucho menos podía explicarlo. Alejandro era prepotente, presumido, un total irresponsable, no terminaba de entenderlo ¿como podía gustarle alguien que se enorgullecia de su propia irresponsabilidad? Era absurdo el solo pensarlo. Pero al ver esa risueña sonrisa le era difícil pensar.

ㅡHola Gabriel

Saludo Alejandro con su acostumbrado choque de manos, hacia apenas dos años se conocían y uno en el que se convirtieron en amigos, pero en los últimos meses se habia convertido en algo habitual esperarse en la entrada del colegio y para Gabriel no habia mejor forma de iniciar el día, caminaron juntos hasta el salón de clase, lamentablemente dentro se encontraba Mickaela, la novia de Alejandro, sí, esa pequeña de rizos castaños y grandes ojos era la novia en turno, por que era bien sabido, al menos por el, que Alejandro se la pasaba coqueteando con otras cuando la castaña no veía.
Ese era otro punto en contra para Alejandro, era un mujeriego infiel.

ㅡHola

Saludo la aparentemente inofensiva chica abrazándose a Alejandro, Gabriel no soportaba ver las empalagosas escenas que armaban esos dos, esforzándose por sonreír saludo a la chica antes de alejarse de la feliz pareja.

ㅡGabriel ¿hiciste mate?

Pregunto David en cuanto lo vio sentarse

ㅡMe falta el ultimo ejercicio

ㅡNo importa, prestame

ㅡMejor toma foto, que tengo que terminar

David saco su celular y se inclino hacia el castaño, era por lo menos una cabeza mas alto que el y tenia la costumbre de invadir su espacio personal.

ㅡ¿No había nada mas?

Pregunto David mientras tomaba las fotografías

ㅡNo creo

ㅡBueno, gracias

David se quedo mirando la pantalla de su celular mientras regresaba a su asiento al final del salón antes de que Gabriel pudiera pedirle cambiar de lugar.

El primer día de clases le había parecido lo mejor sentarse detrás de Alejandro, pero ahora que lo veía compartir saliva con Mickaela se arrepentía de aquella desicion, en su opinión esos dos pasaban demasiado tiempo juntos ¿pero que derecho tenia para quejarse? Ninguno, solo eran amigos.

Trato de distraerse fijando toda su atencion en la clase, pero la aburrida charla sobre el autoestima que con tanto afán impartía aquel regordete profesor no ayudaba, a fin de encontrar algo que lo distrajera comenzó a pasear su mirada por el salón, un par de chicas dormían sobre sus mesas usando los brazos como almohada, mientras tanto otras se tomaban fotos, seguramente vería esas fotografias mas tarde en facebook, otros chicos charlaban y bromeaban descaradamente, entre ellos se incluía David, quien al estar en el ultimo asiento del salón tenia el privilegio de hacer lo que quisiera, eso incluía lanzarse bolas de papel con Emilio que estaba sentado en la otra esquina del salón.
Al profesor no parecía importarle todo aquello, estaba muy concentrado en su discurso que le bastaba con la poca atencion que aquellos sentados en las primeras filas fingian.

ㅡGabriel mira

La voz de Alejandro interrumpió su observación y cuando regreso su atencion a el vio que en sus manos tenia un dibujo exagerado y burlón del pobre profesor que con tanto afán trataba de dictar su clase. A el no le gustaba burlarse de los profesores a excepción de algunos que llegaban a merecerlo, pero había alguien que realmente disfrutaba hacerlo.

ㅡMickaela lo dibujo

Comento soltando una leve risa, sí, aquella chica con demasiada autoconfianza para su propio bien disfrutaba hacer bromas sobre cualquier aparente "defecto" que encontraba en los profesores, tragándose su molestia Gabriel tomo el dibujo y soltando una falsa risa dibujo un par de cuernos completando el dibujo.

ㅡAhora sí se parece a él

Dijo mostrando la imagen a la pareja, los tres rieron regresando fugazmente la mirada al pizarrón.

El resto de las clases eran mucho mas tranquilas, pocos eran los que se atrevían a levantarse sin permiso, hablar o pasarse recados.
Cuando sonó el timbre que anunciaba el receso, Gabriel se dio un par de palmadas mentales por no haberse distraído con la presencia de Alejandro.

Todos se pusieron de pie, algunos apresurados por comprar comida antes de que el bar se abarrotara por completo, otros tan solo planeaban dar una vuelta por el colegio, mientras que algunos tan solo se reunieron en grupos para hablar cómodamente.

Se levanto para estirarse un poco mientras los enamorados frente a el terminaban con su dramática despedida.

ㅡ¡Permiso!

Casi grito Nicolas pasando por su lado rápidamente, a pesar de que casi lo empujo no pudo evitar sonreír al ver como el pequeño chico de piel canela le sonreía a Christian, envidiaba a esos dos, siempre podían estar abrazados o tomados de las manos y a nadie parecía importarle, mientras el tan solo podía soñar con decirle la verdad a su mejor amigo, sabia que Alejandro no lo juzgaria por tener gustos diferentes, pero no estaba tan seguro de su reacción al saber que era el culpable de que su corazón se acelerará y varios suspiros escaparan de sus labios.

Historias cruzadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora