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mi primer clase de mi primer día de clases fue historia. parecía que la suerte estaba de mi lado. y no, no fue sarcasmo.

la profesora estaba explicando algo de la primera guerra mundial y palabra tras palabra me aburria cada vez más. solía adorar la materia pero esta docente explicaba las cosas de tal manera que me hacía tener sueño.

—hey, tindra!— murmuró betty, que estaba ubicada en el banco detrás de mi, junto a verónica.

me di vuelta y levanté una ceja en forma de interrogatorio.

—¿te gustaría almorzar con nosotros? -preguntó la rubia.— y con nosotros me refiero a ella- señaló a verónica- a archie, a jughead y a mi.

sonreí y asentí, sintiéndome feliz.

—sería todo un placer.—

pasaron diez minutos de charlas en voz baja y aburrimiento cuando por fin se escuchó aquel sonido que anunciaba el final de la clase.

salimos de aquella habitación con tanta rapidez que en menos de un minuto quedó vacía.

teníamos un tiempo libre antes de la próxima clase, que era calculo, así que me dirigí a la biblioteca. bueno, era algo así como una biblioteca y un lugar donde pasar el rato.

me senté allí sola, y sí, aunque no tenía acompañante no sentía la soledad golpeándome en la cara como siempre. era raro. me gustaba.

me coloqué los auriculares y reproducí una canción en aleatorio.

unos minutos después de estar sentada escuchando música, sin nada que hacer, recibí un mensaje de étienne.

"‹me alegro de que la estés pasando bien, en serio. yo estoy neutral. ni bien, ni mal. hmmm, blossom....¿no era el apellido de aquel americano que tuvo una sobredosis en la fiesta del hotel del año pasado?›"

sí, ¡sí! era aquel pelirrojo. lo recuerdo muy bien. recuerdo que era muy engreído y que se pasó toda la noche hablando de lo adinerada que era su familia. también intentó besarme. agh.

aquellos recuerdos de fiestas y alcohol y chicos blancos egocéntricos estuvieron rebotando toda la mañana en mi cabeza.

el tiempo pasó relativamente rápido, y cuando miré la hora me di cuenta de que ya era tiempo de almorzar.

solamente tuve historia y calculo con las únicas dos chicas que conocía, en las otras clases tuve que, lamentablemente, estar callada y aburrida.

recordé la propuesta de la rubia de almorzar con ella y su grupo de amigos pero me entristeció pensar que no sabia donde estaban. además, tendría que buscarlos y quizás ya no querían comer conmigo.
bueno, supongo que comer sola por algún rincón no es tan malo.

—¡hey, chica nueva!— gritaron detrás de mi.

me di vuelta y visualicé una cabellera pelirroja y unos ojos de cachorro mojado.

—¿hmm... archie... cierto? —pregunté, aunque no me había olvidado ni su nombre ni su cara.

—sí, y tu eres tindra. betty y verónica me mandaron a buscarte, querían que almuerces con nosotros. ¿vienes?—

sonrió y sonreí.
no se olvidaron de mi, aunque casi ni me conozcan.
caminé en su dirección y comenzamos a ir hacia la cafetería.

—¿de dónde eres?—

—viví en varios lugares, pero mi último hogar fue una ciudad no muy grande cerca de new york.—

—y... ¿por qué se mudaron? irse de un lugar que queda cerca de una de las ciudades más grandes y excéntricas del mundo... y venir a este pueblo... es un poco... no se. perdón por entrometerme— se río y, por culpa del nerviosismo, rascó su cuello.

—esta bien archie, no me molesta que pregunten cosas sobre mi vida. por lo menos no tanto.— reí —la verdad que no se la razón de esta mudanza, supongo que fue un capricho de mis padres, ellos vivían aquí cuando tenían nuestra edad y así se conocieron.—

el pelirrojo me miró un tanto sorprendido pero no contestó ya que habíamos llegado a la mesa donde estaba el resto del grupo.

—¡tindra! aquí estás. te habíamos estado buscando.—

miré a verónica y le dediqué una sonrisa sincera.

—perdonen, los interrumpimos. ¿de que estaban hablando? — interrogó la platinada amablemente.

—tindra me estaba contando que sus padres vivían aquí de jóvenes, ¿no es así?—

asentí.

—¡como casi todos nuestros padres! ¿cuales son sus apellidos? le preguntaré a mi madre si los conoce.—  volvió a preguntar betty.

—el mio es wood, es decir, el de mi padre.— respondí y suspiré ya que no me agradaba hablar sobre mis padres. — y el de mi madre es stone.

—tindra wood. me gusta.— murmuró verónica y me miró con una sonrisa un tanto ¿pícara?.

me senté en la mesa al lado de la rubia y saqué de la mochila la comida que había preparado. y por comida me refería a una manzana, una banana y una botella de agua. sí, la verdad que no tenía ganas de cocinarme algo y tampoco quería pedirle a mi madre.

—cuéntanos algo sobre tí. algo que te guste, algo que hagas, no se, algo.— rio el colorado.

¿algo que me guste? no quiero sonar extraña, ni excéntrica, pero bueno, eso depende de como interpreten lo que digo. supongo.

terminé de tragar la porción de manzana que tenía en mi boca y procedí a hablar.

—¿algo que.... me guste? — dije con un gesto quizás cómico.— me gusta leer. y supongo que también me gusta ir a fiestas, pero depende de donde sea y quien la haga. y... —

me gusta fumar cannabis y en mis buenos tiempos tomaba pastillas para dormir.
sufrí y creo que sigo sufriendo depresión.
la única persona que me entiende y a la cual le tengo la confianza suficiente para contarle todo vive en londres.
tengo algo así como una tradición de mirar una porno todos los viernes a las dos de la mañana.
hace siete meses intenté suicidarme.

mientras analizaba todo lo que debería haber dicho, la voz de jughead me sacó de mis pensamientos.

—¿tienes novio? ...bueno, o novia...—

lo miré confundida por la pregunta, ya que me agarró desprevenida.
las chicas intercambiaron miradas y archie rio incomodo.

—hmmm... no, no tengo... —

betty habló después de que un silencio incomodo haya invadido el lugar.

—con verónica estábamos pensando en tener una noche de chicas mañana....y bueno, pensamos que invitarte podía ser una buena idea para conocernos mejor... —

—yo se lo que es ser la chica nueva, así que...— la interrumpió lodge.

—me encantaría.— respondí sonriendo.

no podía terminar de creer que aquellas chicas me estaban invitando a hacer algo.
que quisieran conocerme.
socializar conmigo.

hace tanto que no tenía una noche de chicas. creo que la última vez fue cuando estaba en francia, con amy y hanna, dos malditas machistas a las cuales les dejé de dirigir la palabra después de que me dijeran que tenía que admitir que me había puesto la pollera roja que estaba usando solamente para "provocar" a los chicos.

hacia tanto que no tenía algo así como amigas. bueno, ya se que no son mis amigas, todavía....

¿que podría salir mal?

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⏰ Última actualización: Apr 08, 2018 ⏰

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maze | riverdaleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora