.,3;"

351 21 2
                                    

¿les habré caído bien?
¿podré por fin tener amigos?

aquellas preguntas resonaban en mi cabeza. estaba asustada, no quería ser la chica depresiva y solitaria de vuelta. quería poder confiar en alguien que no sea étienne. quería tener amigos.

mi primer fin de semana en riverdale pareció ser minúsculo. estaba tan ansiosa por empezar las clases en el nuevo colegio que el tiempo se adelantó. por cierto, tendría que ponerme al día con las materias.

la mañana del lunes llegó.
mi alarma, que consistía en una canción de oasis, me despertó.
miré el techo y sentí una presión en el pecho un tanto agresiva. la ansiedad me estaba matando.

me levanté con pesadez y procedí a vestirme. mis jeans negros y aquella vieja campera de cuero me daban, aunque sea, un poco de seguridad.

aunque tenía un nudo en la garganta, algo debía desayunar. tomé un té de durazno y comí un par de galletas. se desplazaron con dificultad por mi traquea.

me miré en el espejo de al lado de la puerta y noté mi sonrisa. sí, me estaban sudando las manos y tenía taquicardia por culpa de la ansiedad, pero estaba feliz. que retorcida forma de sentir felicidad.

-¿vas a ir caminando o necesitas que te lleve?- preguntó mamá.

lo pensé por unos segundos y decidí ir caminando, ya que la institución no quedaba tan lejos de mi nueva casa y me haría bien caminar un poco.

-caminaré.-

metí un cuaderno, unas lapiceras, papel para armar, tabaco, agua, y algunas cosas más en una vieja mochila que encontré cuando estaba armando las cajas de la mudanza.

-¿esa mochila vas a llevar? esta un poco... sucia. deberíamos ir a comprar una nueva... -

-no molestes mamá. no me interesa aparentar. además, esta mochila me gusta.-

odiaba la superficialidad de aquella mujer, me irritaba. lo único que ella quería era quedar bien al frente de los demás. por esa razón llenaba su escamosa piel con joyas y falsificaba su sonrisa cuando alguien más la veía.

-deberías ser más respetuosa, ¿no crees? - dijo mi padre bajando por las escaleras.

-deberían irse a la mierda. gracias y adiós.- respondí con mala gana y acto seguido pegué un portazo quizás un tanto exagerado.

la brisa de la mañana me hacia sentir renovada y el sol que anunciaba que el día era joven me daba energía.

intenté calmarme después de aquel episodio con mis padres, igualmente siempre era lo mismo. su arrogancia y mi "rebeldía", algunas veces también catalogada como una "etapa".

no se como pero cuando dejé de pensar en aquello levanté la mirada y ya estaba ahí. al frente de mi nuevo colegio. al frente de donde empezaría mi (ojala existente) vida social.

un nudo en mi garganta comenzó a formarse de vuelta.
las manos me comenzaron a sudar.
mi cabeza dolía y sentía que iba a explotar, o algo así.

¿y si no soy capaz de siquiera entablar una conversación?
¿y si digo o hago algo vergonzoso?

taquicardia.
de vuelta.

no podía mover mis piernas, sentía que estaban pegadas al suelo.

sudor.
palpitaciones.
sudor.

no. no puedo.
voy a volver.
voy a intentarlo de vuelta mañana.

estaba por comenzar mi viaje de vuelta hacia mi actual casa cuando de repente escuché una voz que parecía estar dirigida a mi.

-ehhh, tindra... ¿no? -

y sí. efectivamente me hablaron a mi.
mire hacia mi izquierda y observe a la castaña del otro día.

-verónica- dijo extendiendo su mano para saludarme- no se si me recuerdas del otro día de... -

-sí, sí...sí. lo recuerdo.-

me sonrió con calidez y pasó su brazo por mis hombros.

-deberíamos entrar, ¿no te parece? te acompañaré así no te sientes sola. -

creo que estoy enamorada de esta chica.
(no, no es en serio, pero es muy bella como persona)
(y sí, también es hermosa físicamente)

bueno, parece que el día no va a empezar tan mal después de todo.

entramos al establecimiento las dos juntas donde la otra chica del otro día (la rubia) se unió.

-¡hola! tindra, ¿cierto?-

asentí riendo ya que era la segunda vez que alguien recordaba mi nombre, y eso me hacía sentir un poco bien.

miré a mi derecha y noté una cabellera rojiza.
quedé mirándola y pensando en lo bonito que era su conjunto de cuadrillé cuando se dió vuelta y sentí su mirada cayendo sobre mi.

caminó los pocos pasos que nos separaban y comenzó a mirarme de arriba para abajo.
me analizó.

-eh... una nueva. un tanto desarreglada. ¿quien pretendes ser con esa ropa pseudo punk? los ochentas ya pasaron bebé.- dijo aquella pelirroja con un tono bastante arrogante.

la miré con la misma arrogancia con la que ella me había hablado. cuando estaba por abrir mi boca para contestarle, victoria habló.

-déjala, es una arpía.-

-no, la verdad que no es mi estilo quedarme callada.- si, aunque siempre estoy desbordando ansiedad no puedo quedarme callada.- ¿sabes quien pretendo ser? yo misma. ¿sabías que las personas se visten para complacerse a ellas mismas o seguís con el pensamiento retrograda de tus bisabuelos de que hacemos todo para complacer a los demás? hola, estamos en el siglo veintiuno, las personas ya no se visten siguiendo la moda o queriendo provocar erecciones.-

las dos chicas por las cuales estaba acompañada abrieron sus ojos y se miraron entré si sorprendidas.

miré a la pelirroja y por unos segundos no supo que decir, se le notaba por su expresión.

-ardiente. me gustas. podríamos ser amigas.- dijo y me extendió la mano.- me llamo cheryl. -

le di la mano y pensé si era una broma o si así era su personalidad.

-tindra. un gusto. bueno, quizás no. pero siempre queda bien decirlo.-

dió una última sonrisa con sus labios rojo carmín y se marchó.

-¿soy yo o acabas de dejar sin palabras a cheryl blossom por un par de segundos? - habló la rubia.

¿blossom? me recuerda a algo. a alguien.
pero no se a quien.

le sonreí y seguimos caminando hacia nuestro destino: los casilleros.

cuando me mostraron cual debía ser el mio, coloqué un cuaderno dentro de él y lo cerré.

procedí a mandarle un mensaje a étienne.
-‹hola, te extraño. acabo de empezar mi primer día de clases y me está yendo bastante bien. ¿como estás? ¿el apellido blossom te hace acordar a alguien?›-




maze | riverdaleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora