Dimension Kaeli

capitulo 2

  - me llamo astral y acabo de ingresar a la escuela – me respondió con una sonrisa

Le solté el brazo y le extendí la mano, la tenía al frente sin saber que esa persona seria en el futuro una gran amiga, por lo menos eso era lo que yo pensaba, al principio. Se sentó a mi lado, a ella no le importo que yo la hubiera tratado mal fue todo lo contrario incluso salió conmigo para el descanso. Cuando salíamos, veo al profesor Robinson salir de la sala de maestros y eso me confirmaba lo que había leído hoy en el reporte, el profesor Robinson regreso, volvió, pero esta vez me observaba, estaba más pendiente de mí que nunca, no me quitaba los ojos de encima ni siquiera para dar un paso. Astral se sentó en el suelo y veía pasar a las demás, había entre las dos un silencio inevitable que no se rompió en todo el descanso, pero cuando sonó la campana mágicamente nos pusimos en sintonía y así fue como conocí a astral como una chica que se mostraba encantadora, agresiva e impredecible.

Al día siguiente Cristopher estaba con esa chica extraña de ayer y pensé por un momento si él sería capaz de engañar a pamela, sé que ella también es una odiosa y una superficial, pero nadie e incluso ella se merecía un engaño. Por un momento se separaron, baje las escaleras y la seguí, me escondí en los arbustos para que ella no se diera cuenta, siento un suave toque en mi hombro y miro hacia arriba, es astral.

- ¿Qué haces espiando a esa chica? – me pregunta

Le hago señas para que haga silencio y la jalo para que se agache conmigo en el arbusto, después que se fue la chica, me levante y luego astral me pidió que la ayudara a levantarse, se arregló sus cabellos dorados y empezó a interrogarme.

- kaeli ¿Qué pasa? ¿Por qué espiabas a esa chica?

- si te lo digo estoy segura de que no vas a entender – le respondí

- vamos kaeli soy tu mejor amiga acaso ya no confías en mí – me decía intentando convencerme

- ayer estaba viendo a Cristopher en el parque ,apareció un agujero negro o un portal, al principio pensé locuras y preferí creer que ella estaba probando unos efectos especiales para impresionar al grupo de los populares, pero al parecer no lo logro ya que nadie se emocionó, esta mañana los vi juntos y.............

- Tú porque te tienes que meter – me interrumpió

- astral hay una posibilidad de que este engañando a pamela

- y que pamela se lo merece ella es una odiosa y una engreída, ella no es tu amiga, si tantas ganas tienes de ayudarla porque no le pides a ella que sea tu amiga, no recuerdas cuantas veces nos ha insultado y no te das cuenta de la envidia que te tiene.

Lo que pude percibir por sus gestos era enojo y rencor, eso me demostraba que nada sería como antes.

- astral – grito intentando que regrese, pero iba tan lejos que no me escuchaba

lo más triste de todo, era que yo Sabía que lo que decía era cierto, sabía que pamela no se juntaría con un bicho con ojos morados como yo, así me decía para molestarme, pero astral me recordaba que mis ojos son especiales no tendrían por qué ser un defecto sino una cualidad, para astral  era única y especial, pero ella ya no está a mi lado, estoy sola en estas vacaciones, pero a pesar de todo tenía que seguir.

Me fui hacia mi casa triste y desolada, me asome en el balcón y otra vez veo Cristopher y a esa chica tocándolo, murmurando palabras mientras movía sus manos, me alejaba al saber que esto era solo una cosa insignificante que había acabado con una gran amistad pero cambie de parecer al instante, cuando Cristopher,se ilumino era un brillo y se alzaba al cielo, esa luz era para mí como una sombría fantasía me dominaba, me llenaban de miedo y locura eran como las paradojas del tiempo, reglas que me gobernaban, pero por más que intentaba tranquilizarme no me hallaba era como si algo estuviera gobernando sobre mí y me llevaba directo a Cristopher, mi cuerpo se movía solo hacia el parque, como si él fuera un metal y yo un clavo, me llevaba directo a él, me hacía perder la razón y solo cuando Cristopher cayó al piso, pude detenerme, recuperé la razón y así reaccioné al instante. No podía de dejar de pensar e inventar teorías, tenía la superstición de que algo se adueñó de mí aquella noche y también sabía que yo tenía razón esto no eran efectos de mi imaginación, era más que eso, era algo que pasaba cerca, pero a la vez se convertía en algo remoto, algo que ni en mis sueños más locos ni en mis pesadillas no existían, algo que nunca imagine y menos que se convirtiera en mi realidad.