│Razón diez│

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Naturalmente, lo primero que pensé cuando volví con KJ fue en aclarar todas las dudas que tenía con respecto a cómo se comportó los meses antes de nuestra ruptura, y cuando le escribí para volver

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Naturalmente, lo primero que pensé cuando volví con KJ fue en aclarar todas las dudas que tenía con respecto a cómo se comportó los meses antes de nuestra ruptura, y cuando le escribí para volver. Sin embargo, no pregunté nada. Las cosas entre nosotros estaban marchando tan bien que lo menos que deseaba era molestarlo con mis preguntas y arruinarlo todo. Pensándolo bien, él no era el tipo de chico que se molestaba por cualquier cosa, aunque podía que sí.

     En realidad, tenía miedo de saber la respuesta. Ya una vez él me había preguntado si estaba segura de querer saber la verdad, respondí que sí y ese fue el momento en que más me destrozaron sus palabras. Quizá me estaba mintiendo a mí misma, sencillamente no quería saber. A veces es mejor dejar pasar las cosas y ser feliz con lo que tienes ahora, que obsesionarte con lo que perdiste.

     Él tampoco mencionó nada, ni se disculpó. No habló sobre nosotros en el pasado, al menos no sobre la parte mala. Era como si pudiera leer mi mente, o tal vez era una estrategia cuidadosa, pues sabía que no le convenía mencionar el tema.

     De una u otra manera teníamos un trato silencioso, uno que los dos hacíamos como si no supiésemos de el, pero allí estaba. Un trato de: tú no preguntas nada, yo no menciono el tema y así somos felices juntos, ¿okay?

     Durante las siguientes madrugadas nos actualizamos sobre nuestro año. Él me contó sobre la escuela, sus aspiraciones para la carrera y sus clases de piano. Yo le conté sobre mi familia, mis mascotas, mi choque cultural con la ciudad y los planes que tenía en el aire sobre futuras citas con él.

     Y ahí estaba yo: con esa sonrisa indeleble en el rostro, una familia amorosa, un futuro por delante y alguien con quien compartirlo. Aunque muchas de esas cosas ya las tenía, estar con él de nuevo me hacía sentir completa.

     ¿Debería decir que este era nuestro treceavo mes juntos o más bien el primero de una nueva relación?, ¿el calendario se detiene como si lo hubiéramos puesto en pausa o se reinicia? Yo creía que debían contarse los meses anteriores, después de todo los vivimos juntos; KJ creía que la cuenta se reiniciaba porque no nos habíamos dado un tiempo, habíamos terminado. Si alguien preguntaba diría que era la segunda temporada.

     En el día revisaba mis mensajes constantemente, cada vez que respondía me quedaba con una sonrisa en el rostro que toda mi familia notaba, se alegraban por mi felicidad, aunque no supieran quién la provocaba. No es que me avergonzara salir con KJ, es solo que era mejor que pensaran que se trataba de otro chico y no ese por el que me habían visto llorar.

     Durante esos días, parecía que dormir dejó de ser una prioridad para ambos: todas las mañanas despertaba sentada en el suelo, con una cobija debajo de mí y pegada al enchufe con el teléfono en mano. Tenía planes en mente, un futuro donde estaríamos juntos y está vez, tenía motivos para creer que existiría. No era yo la única que hablaba de planes juntos a mediano plazo, él creía lo mismo.

15 razones para no volver con él ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora