Academia Vetsai

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Capítulo I
Academia Vetsai

En mi habitación (6:25 a.m.)

Un nuevo día comienza. Hoy es un día especial. Hoy comienzo mis clases en la Academia Vetsai. Tengo que alistarme rápido, me quedé dormida y si bajo tarde a desayunar mi padre me regañará. Estoy lista para lo que se venga. He terminado ya mis estudios tempranos en el campo 308, que es donde todos los Vetsas de cinco a catorce años aprenden todo lo básico, hora de pasar al siguiente nivel. Ya me di una ducha y me vestí con mi usual traje de batalla: Pantalón celeste, camisa azul de manga larga, mis botas y mi armadura. Mi cabello listo como siempre, “despeinado natural” le llamo yo. Aun no puedo creer cómo me quedé dormida en un día tan importante, no me suele suceder. Se supone que desde hace quince minutos debería estar desayunando. Ya que… Una vez lista, salí de mi habitación.  Los cuartos están en el mismo piso del castillo, excepto una, la principal, que se encuentra en el último piso. El pasillo que las conecta, que es en forma de círculo, rodea la biblioteca que mi abuela mandó a hacer hace un tiempo. Es un lugar bastante elegante, debo admitir que tuvieron un buen gusto al decorar todos los pasillos. Bajé las gradas y llegué a uno de los tantos salones, doblé a la izquierda como de costumbre y me topé a todos mis familiares ya disfrutando de su desayuno.
Papá: Bajas tarde Dainé. –Dice tan serio como siempre-
Yo: Mis disculpas. –Puse mi puño en mi pecho-
Mamá: Buenos días Dainé. –Intenta romper tensión- Siéntate por favor.
Caminé hacia la mesa, pude notar que hay una de silla de más en la mesa cuadrada. Ya alguien había tomado mi lugar, alguien que no debería estar ahí. Esa es Susaku. Hija de la mano derecha de mi padre. Ella no es de la realeza, ni siquiera de la nobleza como para estar en la misma mesa que los Reyes. ¿Qué hace aquí? Lo mismo que hace unos años para atrás. Hacer mi vida miserable. Es una roca en mi zapato, siempre trata de meterme en problemas. Es envidiosa, y todo porque yo soy la princesa. Susaku es una de las que piensa que “una mujer tan débil como yo no debería estar cargando con un puesto como el de princesa”, así que siempre trata de ocupar mi lugar. Y para peor, mi padre la ve como una chica ejemplar, así como su padre. Le tiene más confianza que a mí. Piensa que soy una desobediente a la par de ella. Si tan solo supiera la verdad… Y aunque se la dijesen en la cara. Papá nunca se lo creería. En fin, una vez más está ocupando mi lugar en la mesa. Últimamente papá ha permito a Kazuo, su mano derecha, estar con nosotros a la hora de comer, pero a veces él no puede estar presente así que Susaku lo sustituye. Me senté frente a ella, en medio de mis hermanos Kinoa y Dahík. Luego los sirvientes trajeron mi plato de desayuno.
Abuela: ¿Están listos para la clase de hoy?
Kinoa: Por supuesto. –Sonríe-
Es algo que admiro de Kinoa y de Hiro, siempre andan con una sonrisa en la cara.
Susaku: Claro Lady Dainé. –También sonríe.
Yo sigo comiendo.
Abuela: ¿Y tú? –Voltea a verme-
Me limité a asentir.
Abuela: Ya veo, bueno, espero que lo disfruten, pero no se vayan a descuidar, es pesado, ya tiene que empezar a comportarse como los grandes.
Papá: Escuchaste Dainé, no quiero problemas.
Yo: … Sí señor.
Mamá y la abuela empezaron a contarnos sus experiencias en la academia. Interesante, pero no tuve ganas de poner mucha atención, lo único que quería era salir del comedor de una vez. Ya cuando terminé mi desayuno, Kinoa y yo subimos nuevamente hacia el segundo piso donde están las habitaciones a terminar de alistarnos. Nuestros cuartos están a la par.
Kinoa: ¿De verdad estás lista? Sabes que de esto depende todo.
Yo: No voy a permitir que gente como Susaku me arruine todo, no debo. Tengo que encontrar la manera de controlar mejor mi poder. –Volteé a verlo-
Kinoa y mis mejores amigos son los únicos que conocen de mi extraño poder, solo que no conocen su magnitud.
Kinoa: Sonríe. –Dice animado- Las cosas van a ir mejorando poco a poco, y ya sabes que siempre vas a contar con Hanako, Hisashi y conmigo.
Finalmente sonreí.
Yo: Por supuesto, gracias.
Entré a mi habitación por mi mochila. Antes de salir me puse el anillo con el escudo de la familia que debo usar siempre, además, también me puse mis brazaletes de oro en el brazo. Salí. Nuevamente bajamos hasta el primer piso donde nos esperaba nuestra abuela.
Abuela: Ya es hora de irnos chicos, hoy hay mucho que hacer. –Es la directora, no puede llegar tarde y sus nietos tampoco-
Yo: Seguro. ¿Y Susaku? –Pregunté no muy segura de querer escuchar la respuesta-
Mamá: Se ha ido ya. –Dice apareciendo detrás de nosotros- Más tarde su padre y yo llegaremos a darles la bienvenida, por favor pórtense bien.
Abuela: Salgamos Kinoa. –Empieza a caminar fuera del castillo, Kinoa le sigue-
Mamá: Dainé ven aquí.  –Camino hacia ella- Dai, sé que eres una buena niña y princesa, estoy orgullosa, tu hermano y tú han dado un gran paso hoy, empezar esta nueva etapa de tu vida en la academia será difícil, pero tienen toda la fuerza y capacidad para supéralo. Sé que su padre también está orgulloso de ustedes.
Yo: Sólo de Kinoa, yo no le importo.
Madre: No digas eso Dainé, eso no es cierto. Sé que tu padre puede ser algo arrogante a veces, pero los ama con todo su corazón.
Yo: … De acuerdo. –Respondí intentando creer lo que me decía-
Mamá: Bien, ahora ve o llegarás tarde.
Yo: ¡Sí! Nos vemos. –Salí del castillo-
Una vez fuera donde me esperaban Kinoa y la abuela. Comenzamos a volar. Sí, podemos volar. ¿No lo sabías?
Abuela: Chicos, tenemos que ir al gimnasio de los Rukii, voy adelantarme un poco.
Yo: De acuerdo nos vemos ahora.
El tiempo que se dura en la academia es de tres años. Los de primer año, o sea, nosotros, somos catalogados como los “Rukii”, algo así como novatos. Luego están los de segundo año, los “Daitaii” o sustitutos, y por último están los “Shoraii”, palabra relacionada con “futuro”. Luego de terminar nuestra educación temprana en el campo 308, es hora de empezar en los Rukii de la academia, con el objetivo de salir siendo de los más fuertes Vetsas. En mi caso, necesito completar la academia para conseguir el título de reina. Según me dijo mi abuela, no nos separarán por secciones, estaremos toda la generación junta como un solo grupo. Tampoco nos separarán por clases sociales. La idea es fomentar “el trabajo en equipo y equidad entre todas las clases sociales”. Somos al menos trescientos estudiantes de Rukii, no sé hasta qué punto esto es favorable… No sé si será buena idea estar con Susaku y Takeshi en la misma clase. Takeshi, hijo de uno de los ministros. Clase media, estatura estándar, nada que sobresalte. Pero este individuo se las trae. Es increíblemente inteligente, y todo tirando hacia lo malvado. Es muy bueno para crear sencillas misiones de infiltración y su técnica de pelea es bastante avanzada. Es uno de los amigos de Susaku, suelen pasar el tiempo juntos. Son una combinación peligrosa en mi opinión. A primera vista es un tipo “introvertido” pero es un rebelde sin causa, siempre se las arregla para meterse en problemas y salir librado. Y no solo eso, también es uno de los que piensa que yo no soy capaz de ser princesa. Tiene sus propios problemas con Hisashi, pero la verdad, no estoy muy enterada de cuál es su riña. Hisashi es mi mejor amigo, tiene dieciséis años, repitió el sexto año del campo 308. Es un tipo alto, de ojos grises, y de muy buen parecer. Nos conocemos desde hace bastante tiempo, nos caímos bien desde un principio, ambos tenemos casi los mismos gustos. Y algo que me encanta: no le importa lo que digan los demás por andar conmigo o con Kinoa. Siempre nos (me) defiende cuando alguien nos trata mal. Sí, sé que debo aprender a defenderme por mí misma, lo intento, pero no siempre me sale bien, me alegra el hecho de que siempre puedo contar con ellos. Hisashi es de clase baja, sus padres murieron cuando era niño y vive en orfanato, situado en los “subterráneos” de las montañas. Es buena noticia que vaya a compartir la clase con él y con Hanako. Ella es mi mejor amiga, nos conocemos perfectamente la una a la otra, nos conocimos hace unos años atrás en uno de los entrenamientos que de vez en cuando, la academia organiza para los más jóvenes. Es de clase media. Su humildad la hace una joven increíble, soy afortunada de tenerla como amiga. Además, no me cabe duda que a Kinoa le gusta, se nota, pero aun así Hanako no se entera. Jaja. Estoy esperando el momento en que se atreva a decírselo.
Y al final, ahí estamos los cuatro. “Los cuatro mejores amigos”, o como quieran llamarnos, me encanta pasar el tiempo con ellos, Kinoa, Hanako y Hisashi son quienes me conocen mejor, incluso más que mi propia familia. Ellos son mi familia.
Kinoa: ¿Sabes algo de Hisashi y Hanako? –Pregunta quitando de su cara su largo cabello-
Yo: Sé que Hanako ya debe de estar ahí. Ayer me dijo que la mamá la iría a dejar por ser su primer día.
Kinoa: Pues qué lindo de su parte. ¿Igual va con el hermano no?
Yo: Sí, pero él está en los Shoraii ya, no necesita más vigilancia.
Kinoa: Ya. ¿Y de Hisashi?
Yo: Ni idea, espero que ya esté allá cuando lleguemos.
Kinoa: Pues ya casi. –Señala una colina más adelante-

Academia Vetsai (6:45 a.m.)

Llegamos hasta la entrada principal. Un enorme patio lleno de Vetsas nos recibe de primero. Grandes columnas sostienen los pisos de arriba del edificio. En el centro, hay una gran fuente de agua de cristal. Todo el lugar encaja de manera perfecta con el verde entorno de la naturaleza. Más al fondo, pudimos divisar a Hanako y a Hisashi hablando cerca de la puerta principal. Con algo de esfuerzo llegamos hasta ellos esquivando a tantas personas.
Yo: ¡Hola! –Saludé animada llamando su atención- Buenos días.
Hanako y Hisashi: Buenos días.
Kinoa: ¿Ya se fue tu madre Hana?
Hanako: Sí, hace un rato, no fue buena idea que viniera, ahora todos pensarán que no puedo cuidarme sola. –Ríe-
Yo: Que va, eres de las más fuertes que conozco.
Hanako: Gracias.-Sonríe-
Hisashi: ¿Su padre viene hoy?
Yo: … Ni me lo menciones. –Me crucé de brazos-
Kinoa: Seh, ahora viene a darnos “la bienvenida”
Hisashi: Ya veo… -Mira más allá de nosotros- Parece que alguien más viene a darnos la bienvenida-
Todos volteamos a ver. Como lo sospeché, Susaku y Takeshi juntos, ambos acercándose hacia nosotros.
Susaku: Con que al fin llegaron, ya les agarraba tarde. –Dice cruzada de brazos refiriéndose a Kinoa y a mí-
Takeshi: Este es un lugar serio, no creo que sea buena idea que un grupo de payasos estén aquí, no sobrevivirán.
Hanako: No estés tan seguro Takeshi, de seguro eres quién más temor tiene a este nuevo comienzo.
Susaku: Takeshi, quien si tiene las fuerzas para todo es Sashi. –Lo mira de manera… ¿Pícara?-
Pequeño detalle que olvidaba. A Susaku le gusta Hisashi.
Hisashi: No me gusta que me digas así. Si vas a referirte a mí, hazlo por mi nombre completo. –Dice fríamente-
Pero a Hisashi no le gusta Susaku.
Susaku: Ay anda no seas así. Seremos la pareja más bonita de toda la academia. ¡Sólo imagínalo!
Hisashi: No gracias, estoy bien así.
Takeshi: Cuídate la espalda Hisashi. –Advierte caminando lejos de nosotros junto a Susaku-
Kinoa: ¿Quién se cree?
Hisashi: No les presten atención, solo están aquí para molestarlos, tienen que ver que no se pueden meter con nosotros. –Voltea a verme-
Yo: Tienes razón. –Sonreí-
En ese momento, se puede escuchar la voz de mi abuela proveniente de una de las bocinas cercanas a nuestra ubicación.
Abuela: Atención pupilos. Deben dirigirse a su respectiva arena inmediatamente. Repito, deben dirigirse a su respectiva arena inmediatamente.
Las arenas son los “coliseos” que posee la academia para uso de los estudiantes. Suele usarse a la hora de entrenar o cuando organizan alguna batalla extraordinaria.
Yo: ¿Dónde queda la arena Rukii?
Hanako: En la zona este. Será mejor que vayamos de una vez. –Dice empezando a caminar. Nosotros le seguimos-

 Nosotros le seguimos-

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Alas SombríasWhere stories live. Discover now