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Flores silvestres. Rocio fresco. La sensacion de humedad en el aire.

La energia acumulandose en su interior, desesperado por dejarla escapar. La luna asomandose por sobre la copa de los árboles, anunciando el comienzo de una de las mejores noches de su vida. Los pequeños animales nocturnos saliendo de sus madrigueras con la esperanza de traer algo a casa para cenar.

Un sonido lejano, parecido a un eco, que retumbaba en su interior y al mismo tiempo en todo el bosque. Sentía que, por alguna razón, aquello iba dirigido a él, aunque no tuviera ni la mas minima idea de que significaba.

El sonido se hacia cada vez mas cercano, mas claro, y repetia su nombre.

"Louis."

"Louis."

"Louis."

¿Qué?

-¿Acaso escuchaste algo de lo que dije?- inquirió el aniciano con un ligero tono acusador -¿Louis?- volvio a decir al notar la mirada ausente que este tenía-

-Mmm... que? Ah...si- dijo fingiendo que había escuchado a su mentor, en realidad se encontraba pensando que haría cuando matara a su primer presa-

-¿Que fue lo que dije?- pregunto el hombre acariciando su barba canosa-

-Que...- alrededor de Louis comenzaron a oírse las risitas de sus compañeros aprendices-

-Que deben ser cautelosos mientras estén ahí afuera, los licantropos han estado molestos últimamente...- dijo el mayor mirando hacia el bosque-

Después de un par de minutos el vampiro decidió que era hora de dejar a sus jóvenes pupilos cazar por si mismos.

-Bien, pueden irse, recuerden, sean silenciosos y sigilosos- dijo abriendo las rejas que rodeaban a su pequeño asentamiento-

Todos los jóvenes echaron a correr, entre ellos Louis, a una velocidad sobre humana, abandonando la protección que aquellas viejas rejas les brindaban.

Louis podía sentir cara poro de su piel llenarse de adrenalina, amaba correr así, lo hacía sentir libre. Corrió hasta un pequeño claro en el bosque y se detuvo a escuchar, es lo que Lucian, su mentor, le había dicho que debía hacer. Cerro sus ojos y se concentró.... podía escuchar las ramas de los árboles moverse lentamente con la suave brisa que había, los débiles pasos que daban los conejos y ratones sobre la hierba, el sonido de las hojas cayendo al suelo del bosque.... y unas suaves pisadas de pezuñas no muy lejos de ahí. Louis abrió los ojos y echo a correr hacia la dirección en la que había escuchado el sonido, llegó a otro claro, mucho más pequeño que el otro, y se agachó tras los arbustos que lo bordeaban. Ahí, en medio del claro, había una pequeña manada de venados, no más de 6, que disfrutaban de la fresca noche. Louis estaba a punto de abalanzarse sobre el macho más grande cuando alguien interrumpio sus planes. Devin, otro aprendiz, tomó la presa que Louis segundos antes estaba a punto de matar, provocando la huida de los demás animales. Sin poder contener su enojo salió de su escondite.

-Oye! Esa era MI presa- dijo acercándose al chico que estaba incado junto al venado, el cual se levantó y enfrentó a Louis-

-Enserio? Lo siento, no es mi culpa que el bebito no haya sido lo suficientemente rápido- dijo apretando una de las mejillas de Louis- Ve a llorar con tu tío- dijo alejándose de el-

-No me digas bebé! Tú no eres mucho mayor que yo idiota- dijo Louis realmente enojado, no sólo le había quitado su presa, si no que también se estaba burlando de el-

-¿Como me llamaste? -dijo acercándose hacia Louis con todas las intenciones de golpearlo, Louis le gruño mostrándole los colmillos, y cuando ya estaban a punto de golpearse, un aterrador sonido los paro en seco-

Forbbiden Love [Larry Stylinson] ||Mpreg||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora