Capìtulo 12 2/3

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  Capitulo 13

—Gracias—inmediatamente abrí el sobre color blanco y me lleve una gran sorpresa.

Tenia serios problemas en mi interior, y era casi imposible que yo quedara embarazada algún día, tenia oportunidades de 1 en 1000000 que algún día cargara a un ser en mi vientre, prácticamente era ESTERIL, de que le serbia una mujer estéril a un hombre y.... en eso Joel se filtro en mis aturdidos pensamientos, ¿Qué era lo que le diría?, ¿Cómo se lo diría? Y lo más importante ¿Cómo reaccionaría él? Mis rosadas mejillas se empaparon de gotas saladas que escurrían de mis ojos, deje tirado ahí mismo el sobre al igual que todas mis bolsas de las compras que había hecho y Salí corriendo, no tome siquiera el ascensor baje las escaleras corriendo en tiempo record , Corrí y corrí sobre las avenida de aquella pequeña ciudad, en las cuales tuve sueños y uno de esos sueños era tener una gran familia llena de hijos y estar junto al hombre que amaba, y el pensar que eso nunca pasaría me dieron ganas de tirarme hacia la calle y que un gran camión me atropellara y morir en ese instante para no tener que sufrir más.

Llegue a un gran parque, era hermoso con grandes árboles y bancas a su alrededor y un gran lago en el centro de todo aquello, me senté en una banca frente a los juegos infantiles, en donde observaba a las madres con sus hijos jugar, algunas andaban con sus carriolas y una que otra embarazada, todo aquello me destrozo aun más el corazón, era imposible que yo estuviera estéril, era imposible que no podría tener ni un solo hijo, pero todo aquello era la terrible y cruel realidad, porque ami, porque no a otras, hay mujeres que regalan a sus hijos o que los dan en adopción o hasta que incluso los abortan a esa clase de mujeres son las que deberían quedarse estéril, no como mujeres como yo que deseamos y anhelamos mas que nada en el mundo poder tener siquiera un hijo.

De tantos lloriqueos decidí llamar a Samanta en estos momentos necesitaba hablar con alguien y ella era la más indicada en esta situación.

—Si? –Contesto Sam al otro lado de la línea—
—Sam, donde estas –dije sollozando

—Estoy saliendo del trabajo, ¿qué tienes? ¿Por qué lloras? –dijo, preocupada ella—

—Te necesito más que nunca —dije, llorando aun más fuerte—

—Tanquila ______, voy enseguida, ¿pero donde estas? –dijo—

—Estoy en un gran parque, pero no se en que ubicación, estoy prácticamente perdida –dije—

—Haber checa en alguna esquina, por ahí tiene que estar anotada la dirección –dijo ella—

—Si, espera—cheque la esquina del parque y definitivamente la dirección estaba anotada ahí - (inventen una)

—No te muevas de ahí en menos de 10 minutos estaré contigo –dijo ella—

—Si, pero apresúrate me siento muy mal –dije, aun llorando—

Espero muy poco tiempo en cuanto menos me lo espere el auto de Sam estaba aparcado enfrente mío.

—__________! —Grito Samanta ql verme sentada en aquella banca con el corazón destrozado—

—Samanta —dije, levantándome hacia ella para darle un fuerte abrazo en donde rompí a llorar aun más de lo que ya había llorado—

—Que tienes –dijo aun abrazándome—

—Peferiría decírtelo en otra parte aquí no es el lugar adecuado –dije—

—Vamos a tu casa—dijo ella—

--No! a mi casa no—dije exaltada, ahí podía estar Joel y ahora no tenía el valor de verlo—mejor vamos a un café—dije—

--Esta bien—dijo confundida—

Mi Niñero -Joel Pimentel-《Segunda Temporada》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora