Él
Sobrevivimos, siempre lo hacemos. Es cuestión de encontrar fortaleza, de abrazarnos al muro que venimos construyendo desde aquel tiempo.
El lunes todo es diferente. Mi madre sonríe, y si ella sonríe nada puede salir mal.
Le doy un abrazo y me dirijo al trabajo.
El camino se torna eterno. Mi mente me reprocha una y otra vez el presente en el que vivo.
No me gusta. Logro admitirlo sin culpa, pero a sabiendas de que no hay otra opción. Las cosas están complicadas, siguen complicadas. No puedo elegir. Sé que si pudiese no estaría allí.
Aun me cuesta aceptar que aquellos sueños quedaron varados con su partida, me cuesta aceptar que no tengo elección... o que la tengo, pero que no podría. No puedo simplemente irme, no puedo hacer mi vida y dejarlos allí. No puedo.
Lo único que me mantiene de buen humor es saber que ese mediodía debo pasar a buscar a Nico al jardín de infantes. Ese pequeñín... Llegó de forma sorpresiva a nuestras vidas y la inundó de esperanzas. Es el único que logra hacernos sonreír cuando todo parece ir mal.
Es increíble como un niño de cuatro años es capaz de convertirse en el héroe de toda una familia.
ESTÁS LEYENDO
Amor a domicilio (Amor sobre ruedas #2)
Short StoryUn joven repartidor de helados. Una joven que ama el helado. Ciertas entregas fuera de horario. Pasados que atormentan presentes. Sonrisas dibujadas. Varias coincidencias Y el nacimiento de un amor. Un amor a domicilio. Muchas gracias a @Laura-bb po...