Sugar Mommy.

Gropie Love.

Salimos de la cafetería y me he fijado de algo...no he parado ningún segundo sin mirar su perfecta sonrisa, pero cuando bajo la vista hacia su cuerpo encuentro algo mejor: Sus pechos son tan grandes, y su cuerpo es tan perfecto...vuelvo a ver sus maravillosos ojos y tiene la mirada puesta en mi tipo diciendo:"¿Te gusta?" Con una mirada tan llena de lujuria.
-Me encanta.-susurro.
-¿Qué?
-¿Ah?...nada, ¿Te llevo a tu casa o...?.- siento que dirá que no.
-Esta bien.-sonríe.
Me encanta esa sonrisa, creó que mi religión será su maldita sonrisa.
Llegamos en donde deje parqueado mi auto.
-!Dios¡ Es un white mustang, me encanta.-dice.
-¿En serio?.-digo.
-Ese auto siempre ha sido mi favorito.-dice con unos ojos brillosos.
-Pues me agrada tanto que lo sea, ¿Entras?.-le abro la puerta del white mustang y ella acepta con la sonrisa de siempre.
Mientras estamos llegando a su casa ella pone Man on the mon de Zella Day, habla sobre Zella y yo digo que somos amigas.
El ritmo de la canción es buenísimo, en una parte nos quedamos calladas y en el coro queda perfecto mientras ella mira por la ventana, no sabría que estaría pensando pero sus ojos brillan y hace que me sienta como tan...eléctrica, otra vez.
Llegamos a su apartamento y ella me hace pasar.
-¿Quieres quedarte? Es muy tarde.-dice.
Veo el reloj y son las 11:00 pm. ¿Desde cuándo el tiempo se ha pasado tan rápido? Pero en realidad yo a esa hora siempre ando pensando en nuevos ritmos, nuevas voces, nuevos pasos y así.
-No te preocupes, esta bien.-le sonrió.
-Vale...¿Puedes hacerme un favor?.dice, sonríe y sus ojos vuelven a brillar.
-Claro...dime.-no dejo de verla.
-Ven.-dice.
Me lleva a la cocina y abre la nevera y saca unas cerezas, toma una de ellas y las pone sobre mis labios, ella se queda mirándome y me siento más viva que nunca. Aún tengo la cereza en mis labios, me toma de la mano y acerca sus labios hacía los míos, toma la cereza con sus dientes, y al terminar de comerla me sigue mirando. No hay palabras, nuestra manos sigue juntas y en un momento bajo la mirada para ver nuestras manos y nuestros cuerpos tan cerca, cuando vuelvo a verla siento sus labios con los míos, cierro los ojos y me dejo llevar por el beso más tierno que he tenido...luego recuerdo que ahora no seré la pasiva de nuevo. Tengo que conocerla aún más.
Me separo de ella, le sonrió.
Salgo de la cocina sin decir nada hacía la puerta de salida.
Volteo a verla y sus ojos están clavados en mi, brillan... me sonríe y con eso tuve un día perfecto más que nada.
Volteo para irme y luego escucho algo:
-Espera...nos veremos mañana, en nuestro lugar.¿Vale?.-dice.
-Siempre.-digo.