Capítulo 1

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Vi a Edward en una de las camillas del hospital psiquiátrico, lo había atendido allí mismo como las otras tres veces anteriores, podía ser peligroso si era trasladado a otro centro hospitalario. Lucía tan delicado como en las demás ocasiones.

—¿Te sientes mejor? — le pregunté y él abrió los ojos.

—Sí— murmuró y cerró nuevamente sus ojos.

No había avanzado durante los más de seis meses que llevaba de estar internado en el lugar, solamente no era una eminente amenaza para la sociedad, aunque sí una para sí mismo, y eso realmente me afectaba, aunque sería bastante egoísta si lo ayudaba a escapar de ahí y asesinara a otras personas, además él decía que era mejor así, que no quería lastimar a alguien y que muy en el fondo lo merecía.

Sus brazos estaban vendados, pero podía ver un poco de sangre en algunas partes de esta, y a pesar de sus tatuajes vi que tenía una gran marca en el cuello, como si alguien hubiese intentado estrangularlo, su nariz estaba quebrada y su rostro lleno de moretones, todo un desastre.

—No te ves tan malo, eso no te quita lo atractivo— dije en un intento de hacerlo reír.

Se estaba riendo un poco, aunque después hizo una expresión de dolor.

—No lo hagas, por favor, me duele el estómago— comenzó a toser.

—Lo siento.

—De todas formas solo lo dices porque somos idénticos.

—¿Por qué más lo diría?

Él negó ligeramente con la cabeza antes de hablar nuevamente:

—¿Qué hay con ese chico del que me hablaste, Marcel?

—Creo que está bien— me encogí de hombros, —Él en serio pareciera no sufrir ninguna clase de problema, aunque he aprendido que las personas no se deben dejar llevar por las apariencias.

—Dijiste que luce como un abuelo, cuando lo describes de ese modo, me hace pensar en un santurrón adinerado que no hace nada más aparte de leer.

—Y no te equivocas, así es en realidad, y nunca deja de reír. Tiene tanto dinero que le pedí adoptarme.

Edward sonrió y me observó:

—¿Ya has hablado con mamá?

—Sí, regresa el fin de semana, se quedaré aquí por un tiempo, incluso pensaba vender su otra casa y comprar una, así podrá visitarte más. Aún no sabe nada respecto a Marcel.

Tenía el presentimiento de que la situación se saldría de control, ella iba a tener que contarme la verdad de todo esto. A decir verdad, Marcel no se hallaba en una buena posición al ser mi hermano, era todo lo contrario, si los psiquiatras, policías e incluso mi jefe se dieran cuenta de él, le harían cualquier cantidad de exámenes hasta descartar que sea una amenaza eminente como mi hermano o yo hacia la sociedad, por eso solo Valery y Edward lo sabían, aunque Louis últimamente estaba sospechando, probablemente se lo diría pronto.

Louis continuaba tanto detrás de Valery como de mí, sabía que no diría nada nuevamente, pero era alguien curioso, y en realidad era bueno tener a alguien que me informara respecto a algunos casos policiales, nos habíamos convertido en buenos amigos.

Escuché a alguien tocar la puerta, la abrí y me topé con alguien que me parecía algo conocido; sin embargo no tenía la más mínima idea de a donde lo había visto.

Algo confuso me hice a un lado para que ingresara y vi a mi hermano sonreír, un amigo suyo probablemente.

—Liam, tiempo sin verte.

Enigmatic brothersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora