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Caminaba por los amplios pasillos de su enorme casa, todos dormían con tal tranquilidad que le era un poco molesto pero aun así le gustaba sentir aquella paz que se vivía en la noche. No se deba todo el tiempo, por lo tanto aprovecho ese momento de insomnio y fue por un tazón de ramen algo que realmente le encantaba, mientras comía decidió llamar a Sasuke lo había mirado conectado en sus redes que más de allí para saber que estaba despierto.

La llamada se les fue en palabras empalagosas que incluso se podría sufrir de un ataque de azúcar, volviendo al tema, dialogaron sobre quedar en una cita y darse tiempo para ellos como pareja.

Pareja, algo tan grande que es parecido a una palabra que no se debe decir a la ligera pues allí en esa pequeña palabra existe algo llamado compromiso, si eso es una pareja un compromiso de dos para complacer al otro y ser egoísta cuando se desea algo. Ellos tenían su vida planeada o al menos la mayoría; comprar una enorme casa llenarla de lujos aceptados por el ojo humano y hacer de las suyas en ella. Ninguno pensaba en hijos, ni adoptar ni dar espermas, nada solo querían disfrutar de ellos de ese amor loco que tenían.

Al mirar el reloj se dijo a si mismo que ya estaba más que tarde, corrió a dormir. Tan solo tenía unas 5 horas y él tomaba ocho para completar su belleza matutina de seguro mañana estaría con ojeras. Pues así pensaba siempre que no podía dormir por culpa de Sasuke o culpa de alguna discusión con su madre sobre su Sexualidad.

Ese era un tema que lo tenía bien jodido a pesar de que su madre estaba allí no lo estaba, muchas veces lo mandaba a vigilar cuando salía de la casa con el pretexto "es para tu seguridad" ya estaba hastiado, agradecía a su padre que siempre interfería en sus batallas caseras sobre todo tema relacionado a la sexualidad y a la homofobia.

Es tanto que habían viajado siglos atrás para buscar el origen de la homosexualidad.

Temprano se levantó con ojeras, justo como pensó. Luego de estar listo no desayuno si no que salió de casa, sus padres que dormían y decidió dejar una nota por si acaso.

...

Él corría de un lugar a otro buscando un regalo ya sea pequeño o grande pero era urgente. El regalo no tenía que ser por fecha en especial, estaba en la obligación de regalar algo a su pareja, justo así lo hizo la caja se podía decir que le llegaba a los hombros "se supone que solo era algo pequeño"

30 minutos después estaban encontrándose para desayunar juntos y así comenzar el día.

- Sasuke explícame que es eso, todos nos ven como bichos raros - el rubia bajaba la cabeza avergonzado por las miradas espesas de algunas presentes.

- Es mi regalo.

- Pero hoy no haríamos nada, solo comer y nosotros ya sabes no tengo nada para ti - sus orejas cambiaron a un rojo tomate.

- Ya me lo darás, cuando quieras lo abres. - lo mandaron a la casa del rubio porque era imposible andar con aquello en la calle y la verdad es que tenía muchas curiosidad por echar un ojito - Como ha estado todo.

- Mama sigue igual - el rubio le había comentado todo a Saduke, sobre las cámaras y demás - pero sé que al menos intenta aceptar nuestra situación. Creo.

- Esta bien mi amor - tomo su mano con fuerza y las llevó a sus labios - ven mi vida el día no termina.

Entre tantas actividades de ese día, ir al parque de diversión, ser confundidos por ladrones cosa que fue grandiosa porque Naruto le echo la culpa a Sasuke aun sabiendo que ninguno había tomado nada al final la policía del distrito los dejo libre tanto por no encontrar pruebas y por sus apellidos, el rubio trataba de que sus días fueran tan buenos como los que su cabeza se imaginaba.

Hijo... ¿Eres Gay?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora