Capítulo 3

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Con algunas de mis prendas en mano y un beso casto con aquel lindo hombre en traje de paño, salgo de la lujosa habitación con un dolor de cabeza espantoso, no sé donde estoy, no sé quien era ese hombre, ni idea de porque siento dolor en mi espada ni mucho menos por qué no recuerdo nada.
Con ayuda de una chica salgo del lugar recibiendo la luz de las seis de la mañana en mi rostro provocándome peor de dolor en mi pobre cabeza.

Decido ponerme los zapatos hasta acercarme en medio de tambaleos a una esquina de la calle para pedir un taxi que me lleve a mi hogar.

—!!SEÑOR PARE POR FAVOR!!—le grito al conductor de aquel taxi.

Como si fuera agua en medio de un desierto el taxi se detiene justo enfrente mío que desesperado le doy mi dirección sin saber si va para ese lado. Acomodandome la chaqueta me dejo caer sobre los asientos traseros perdiéndome de la noción del tiempo.


...



—Chico despierta ya.

—Mmmhh.

Un poco aturdido abro mis ojos despacio encontrando el rostro de un hombre frente mío, asustado me siento rápido obteniendo ese típico mareo. Con mi mano en la puerta listo para salir soy detenido por la mano de ese hombre.

—¿Acaso no vas a pagar?— pregunta el conductor.

Con mi mano reviso los bolsillos existentes de mis prendas, pero no encuentro nada aparte de mi teléfono.

—N-no tengo dinero.

Al decirle aquello el rostro del hombre se pone sin expresión alguna provocando el miedo en mi interior, no quiero que me viole o algo así.

—Creo que hay otra manera de pagar.

Dándome una mirada pícara capto sus intenciones, sin querer preguntarle me acerco hasta él dándole un beso casto en los labios, sintiendo su mano escabullirse entre mis piernas un apretón en mi trasero me hace alarmarme pero aguanto las ganas de querer golpearle.
Saliendo apresurado empiezo a caminar por el jardín de mi casa limpiándome los labios con la manga de mi chaqueta. Todo se ve brilloso y borroso con mareo añadido haciendo mis pasos pesados y tambaleantes.
Enfrente de la puerta con un certero empujón la abro dándome paso en la poca oscuridad de la casa, aferrándome ha cualquier cosa camino hasta la escalera, que pisando el primer escalón me voy de cara golpeándome fuerte. Arastras subo despacio los escalones hasta llegar al suelo firme, odio como se mueven las cosas.
Arrastras me dirijo a mi habitación queriendo solo dormir para no tener que aguantar este mareo, pasando la puerta decido levantarme con ayuda de la pared, mi cama a unos cuantos pasos se ve como lo más valioso de este mundo, todo dándome vueltas, los pasos tambaleantes sin siquiera tocar la esquina de mi cama de caigo al suelo duro dejándome guiar por la oscuridad.

...



Sentado junto a mi amigo HoSeok sin nisiqueira pegar un ojo en toda la madrugada escuchamos los ruidos provenientes de afuer de la habitación, HoSeok desesperado corre hasta la puerta listo para salir, pero rápidamente lo detengo. Sé que está preocupado por su hermano menor pero lo mejor será que se calme un poco y deje llegar a su hermano.

—Ne-necesito verlo JungKook— dice con voz quebrada — necesito cerciorarme que alguno de e-esos bastardos no le haigan hecho nada.

—Lo sé HoSeok pero tú mismo viste como se fue del lugar, si quieres yo voy a verlo.

—JungKook por favor yo confio en ti, no hagas nada malo.

Dejo unas palmaditas en su espalda haciéndole entender que confíe en mí, quitándolo de la puerta salgo de la habitación rumbo hacia la habitación del chico. Observo el pantalón con el que estaba en el suelo, lo rodeo para subir las escaleras tratando de hacer el menos ruido posible.

—JiMin.

No si sé llama así pero la intención es lo que cuenta, con unos toques en la puerta no recibo respuesta del otro lado, me pongo frente a la puerta encontrando un cuerpo en el suelo.

—¡HOSEOK!— le grito a mi amigo.

De inmediato sus pasos resuenan hasta llegar al lado mío, sin observar su expresión miro como se acerca despacio al cuerpo de su hermano temiendo lo peor, me acerco la lado suyo listo para reconfortarlo si es nevesario. Despacio le da vuelta al cuerpo dejándo a la vista su rostro con leves morados; sus labios resecos y pálidos, su rostro de igual manera decorado con moretones. Verificando su pulso dejo salir un suspiro de tranquilidad, por lo menos está vivo.

—Prepara un baño caliente y un llama a un doctor— le indico a HoSeok.

Miro su rostro pálido con una expresión en shoock, aturdido se levanta de suelo sin despegar la mirada de su hermano hasta entrar al baño.
Tomando co delicadeza su cuerpo entre mis brazos lo dejo sobre la cama admirando sus morados en las partes ahora visibles de su cuerpo. 

Me pongo en la situación de mi amigo y cualquiera actuaría de forma desesperada si el hermano menor se queda en un club lleno de narcos, homicidas, violadores etc y más si no llega a la casa hasta después de pasar horas, sin saber con quien haya estado o que haya consumido.

Acerco mis manos a lo que creo que es la única prendí en su cuerpo, se la quito con cuidado encontrándome con una lencería casi que destrozada y mal puesta con unos chupetones en la zona de su estómago bajo y al rededor de su hombligo. Pensando lo peor mis mano tiemblan al imaginarme lo peor, quitando esa lencería la dejo por ahí para tomar su cuerpo alzándolo hasta el interior del baño.

—Llamaré a NamJoon— dice mi amigo. 

Asintiendo me acerco a la tina introduciendo su cuerpo de apoco pero no sin antes haber comprobado la temperatura, sentándome en el borde cuidando que su cuerpo se deslice hacia abajo y se ahogue.

—Dijo que ya venía.

Sin mirar a mi amigo levanto un poco al cuerpo de su hermano para que no se siguiera deslizando.

—Espero que todo salga bien.

Sabiendo ha que se refiere me levanto dándole un cálido abrazo, si se llega a enterar de lo que en verdad sucedió en capaz de crear una masacre con tal de matar al que le hizo aquello.
Con el sonido del timbre nos separamos, decidiendo ir a abrir dejo el baño para ir corriendo hacia la puerta.

—Hola NamJoon.

—Que hay JungKook.

Dejándole espacio para que entre lo guio conmigo hacia el baño, aunque él ya ha venido nunca se le es permitido a nadie entrar a la habitación del hermano de nuestro gran amigo.

—¿Qué ha pasado HoSeok?— pregunta NamJoon.

—Ni yo lo sé, solo se fue y hasta ahora llega.

Con rostro pensativo se acerca al menor observando su estado físico.

—Necesito que me dejen unos minutos a solas con él.

—Ni se te ocurra hacer nada NamJoon. 

Antes de que comience un guerra entre esos dos me llevo a HoSeok al pasillo que da a la habitación del menor.

—¿Te acuerdas nuestro propósito de ir a ese club?

—Si ¿pero qué pasa con eso JungKook?

Sacando el objeto del bolsillo de mi pantalón de paño se lo pongo enfrente de la cara de mi amigo.

—¡Santa mierda!




Dedicado a:  juarezjade

Estafador (Kookmin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora