Estafador (Kookmin)

Capítulo 6

Me quedé parte de la madrugada esperando que JungKook saliera de la habilitación de mi hermano ¿Será que están teniendo sexo con aquélla chica? Me quito esos pensamientos de mi cabeza y decido subir las escaleras hasta mi habitación porque ya está a punto de amanecer.
La puerta se abre cuando yo voy a entrar a mi habitación, me devuelvo rápido y veo a JungKook salir de allí como si nada; lo observo hasta que se pierde de vista, entro a mi habitación y por el ventanal lo veo partir en su auto.

—Perdón JiMin— escucho a mi hermano tras de mí, me doy vuelta pero el cierra la puerta y escucho como echa llave dejándome encerrado.

—No, no, no— trato de abrir la puerta pero es imposible; Hoseok ya ha echado llave y yo soy débil como para tirar esta puerta—. ¡Abreme Hoseok!

Trato de entrar en pánico pero me encargo de respirar tranquilamente. Me siento en mi cama y quito la camisa que JungKook se encargó de ponerme, voy al baño para darme una ducha rápida y relajante.

Cuando salgo decido enviarle un mensaje a JungKook contándole que mi hermano que me ha dejado encerrado, pero para mi decepción; lo vio pero no me contestó absolutamente nada. Dejo mi teléfono a un lado y decido dormir un rato y que todo lo que pasado en las últimas veinticuatro horas sea una asquerosa pesadilla.

...

—¿Qué le has hecho?— entro a la inmesa sala de estar y me siento al frente de Hoseok.

—Nada grave, solo había que darle un castigo a ese niño descontrolado—. Se frota el rostro con fuerza y sé que no le gusta hacerle eso a su hermano.

—Está a punto de cumplir veinte años—tomo el trago que me ofrece y lo bebo de un sorbo.

—¿Cómo lo sabes?— me mira extrañando.

—Tú me lo dijiste— le resta importancia y empieza a hablar sobre negocios, pero me es difícil cuando sé que JiMin está allí arriba dos días.

—Hoseok— lo llamo e interrumpo sus recomendaciones sobre el próximo envío que tenemos que hacer hacia Japón.

—¿Qué pasa?— preguntó demasiado frustrado por mi actitud.

—¿Lo has alimentado?— me extraña a mi mismo mi actitud preocupada hacia JiMin pero es que envió el primer día un mensaje a mi teléfono pidiendo ayuda.

—Claro que no— Lo miro sorprendido y quiero correr escaleras arriba para ver como está—. Es un castigo ¿Qué esperabas? Le quité hasta el Internet.

—Pensé que tenías compasión por él— está a punto de maldecir un poco.

—Es un mocoso que me ha causado problemas— lo miro pero no discuto más; es su hermano y puede hacer lo que quiera con él.

Si se muere allí arriba será problema de Hoseok. En estos instantes agradezco que esté encerrado y no aquí viendo como su hermano y yo preparamos la mercancía de esta porquería para llevar a Japón y otros continentes.

—Debiste llamar a SeokJin para este trabajo, odio hacer esto—. Me mira mal y me arrepiento de haber abierto mi boca.

—Lo iba a hacer si no te hubieses ofrecido— me encojo de hombros y decido quedarme callado.

No creo que pueda quedarme tranquilo hasta ver a ese chico rebelde quitar pesadez al ambiente aquí. Es un chico inteligente, pero solo le falta experiencia para que pueda ser "útil" para algo como dice él mismo. Si lo hubiese conocido antes sería una gran compañía y mao derecha para el negocio.