- ¡Vuelve aquí estúpida rubia! - gritó una mujer de 43 años, cabellos plateados y ojos cafés tan oscuros como lo era ella.
Lucy solo quería huir, solo eso quería y sin mirar a tras siguió corriendo alejándose más de esos gritos infernales de su madrastra.
Al llegar a un bosque pudo respirar tranquilamente, no se le ocurría un mejor lugar para escapar como el bosque, desde pequeña siempre lo había admirado, siempre fue amante de lo misterioso y desde que vio aquel bosque el cual se postraba orgulloso delante de ella le dio tanta curiosidad para adentrarse y conocer lo que había en él.
Con pasos seguros camino adentrándose en aquel hermoso bosque, árboles grandes y majestuosos se mostraban a lo largo del camino que ella había elegido, cuando sintió como los rayos del sol cegaban su vista camino un poco lento y con una mano alzada protegiendo sus ojos pudo ver lo que había delante de sus narices.
Estaba al frente de un precipicio, y al acercarse pudo saber que estaba a una altura bastante considerable, árboles en todas partes se podían ver, montañas verdosas y el sonido de los animales de aquel bosque se podía escuchar gracias al silencio de aquel hermoso bosque.
Estaba relajada mirando todo y a la vez nada hasta que escuchó un crujido de una rama, se volteo y pudo apreciar a lo que seguramente sería su muerte.
Un lobo, con postura orgullosa, de pelaje tan hermoso como aquel atardecer que iluminaba aquel cielo, tonos rojizos se divisaban en aquel hermoso pelaje, unos hermosos ojos verdosos y un porte que seguramente sería su perdición.
Ella retrocedió un poco y pudo ver con miedo que aquel lobo avanzó un paso, no sabía qué hacer, no quería morir tan joven, ¡apenas y tenía 17 años! Y su vida era un asco, de la cual quería olvidarse, por eso escapó cuando tuvo la oportunidad y ahora se encontraba cara a cara de lo que seguramente sería su fin en este mundo cruel.
- P....por favor no me mates ¿sí?, mi vida ha sido muy difícil desde que nací y no quiero morir ahora justo cuando me escape del mismísimo infierno en el que vivía - le decía con voz débil esperando que aquel lobo pudiera entenderla - por favor -.
Él la siguió mirando, como si estuviera buscando algo en sus ojos y de un momento a otro se transformó en un hombre, en un hombre tan atractivo que Lucy casi babea al solo verlo con unos pantalones.
- Tranquila, me llamo Natsu, Natsu Dragneel y soy el dueño de esta tierra y más allá de aquellas montañas, ¿sabes que este bosque está lleno de animales que fácilmente podrían matarte en la noche? -.
Lucy no encontraba que decir, sabía que el bosque era peligroso, pero no le importo si con ello podía huir de su antiguo hogar.
- Sé que es peligroso, pero solo quería huir del infierno en el que vivía, Natsu solo quiero alejarme de esta ciudad e irme muy lejos - le dijo mirándolo como si fuese su última oportunidad de poder vivir a pesar de que minutos atrás creyó lo contrario.
- Mira Lucy, ven conmigo y hablaremos luego. Está anocheciendo y lo que menos quieres es morir ahora después de conseguir tu libertad ¿no? - le dijo con seriedad, pero a la vez mostrando una sonrisa. Sonrisa que por alguna razón hizo que Lucy confiara en él, a pesar de ser un hombre lobo.
Natsu elevó su mano y se la tendió a Lucy y esta tímidamente la tomo. Caminaron rumbo a la dirección que aquel chico marcaba, pasaron unos minutos y a lo lejos se podía divisar a varias personas, tiendas y cabañas en medio de aquel bosque.
Al llegar a donde se encontraban aquellas personas, vio a hombres, mujeres y niños.
- Bien chicos, ella es... - Natsu volteo a ver Lucy y le indico que debía presentarse.
- L....Lucy Heartfilia - dijo con timidez y todos vieron a Natsu pues no entendían nada.
- La encontré caminando en nuestro territorio y me gustaría saber el porqué, ¿nos puedes contar Lucy? -.
- Bueno, todo comenzó con mis padres, mi madre murió al darme a luz, mi padre nunca pudo superar su pérdida y me culpo por su muerte, desde que tengo memoria prácticamente fui criada por los sirvientes de mi padre y cuando lo veía o quería entablar una conversación, me miraba como si fuese una extraña y me golpeaba solo por hablarle o simplemente me gritaba que me fuera, mi vida desde que tenía 9 fue horrible, tenía que alejarme de mi padre y quedarme en la soledad si no quería tener moretones o heridas, cuando cumplí 10, mi padre sin decirme nada trajo una viuda a mi casa diciendo que era su esposa y mi actual madrastra, junto a ella traía dos chicas, pensé que mi soledad se iría, pero en realidad ahí fue donde todo empeoró, aquellas niñas caprichosas y consentidas me mandaban como si fuese una sirvienta y si les decía que no mi padre o mi madrastra me daban una golpiza, todos los días era forzada a hacer los deberes y si lo hacía mal otra golpiza me esperaba, desde los 15 todo fue golpes hasta que hoy me arte de los malos tratos que tenían sobre. Le alcé la voz a mi madrastra y ella sin pensarlo dos veces empezó a asfixiarme, si no fuera porque había una botella cerca mía hubiese muerto y sin tomar nada, hui de mi hogar y corrí hacia el bosque, y luego tú me encontraste - después de contar la historia Lucy no pudo contener las lágrimas
- Lucy, lo siento, no sabía que te habían pasado todas esas cosas y como si fuera poco te hice contarlas, de verdad lo siento... - le dijo Natsu apenado y ella solo negó con la cabeza.
- Tranquilo no sabías nada, además no es tu culpa, yo decidí contarla - le dijo secándose las lágrimas para luego voltear hacia el resto, pero al verlos pudo notar el dolor en sus ojos. - N....Natsu, solo quiero huir e irme a algún lugar, sé que no puedo quedarme aquí y agradezco que me hayas traído, pero si fueras tan amable de dejarme en algún pueblo, te estaría realmente agradecida -.
- Lo siento Lucy, pero ya hemos tomado una decisión - Lucy miro a Natsu confusa - vas a ser parte de nuestro clan - finalizó con una sonrisa junto a todos los que la miraban.
- ¿¡P.... ¿¡Pero por qué!?, no soy como ustedes, no pertenezco aquí, solo sería un estorbo y créanme, he vivido lo suficiente para no querer serlo nunca más -.
- Aunque no seas como nosotros, no nos importa, que seas humana no es problema, todos pasamos por casi lo mismo que pasaste tu Lucy y te comprendemos mejor que nadie, todos estamos unidos por nuestros pasados y desde pequeños hemos estado juntos como una familia y ahora queremos que seas parte de ella... por favor Lucy, acepta ¿sí? -.
- ¡N....No puedo! ¡Solo quiero irme Natsu! -.
- Lo siento Lucy, pero ya eres parte de nuestra manada - mencionó Natsu con una sonrisa.
- ¡¿Qué?! -
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La Curiosidad Me Enamoro
FanfictionLucy sin pensarlo huyó del infierno del que vivía, adentrándose a un bosque sin saber que desde hay su vida cambiaría y viviría aventuras y sorpresas junto a sus nuevos amigos, ademas de encontrar a su verdadero amor.