Revenge |Lumon|

Capítulo Cuatro

Narra Luna:

Ya por fin había terminado mi turno, que cansado

-Hola Luna- me saludó Simón y dio un gran suspiro, sabía porque estaba así

-¿Ámbar, no?- pregunté

-¿Ah?

-¿Es Ámbar? ¿La razón por la que estás así?- bajó la cabeza

-Pues sí- me miró -¿Por qué habrá hecho eso?

-Bueno... cuando te di la idea de entrar en el grupo no estaba muy contenta, tal vez lo hizo para que no te probaras

-Eso es lo que no entiendo, ella me apoyó en todo, ¿y de repente me esconde los patines?- negó -No, Ámbar no es así

-Simón- me acerqué a él -Las personas no cambian, y Ámbar nunca fue un angelito- me acerqué mucho más hasta que nuestras narices rozaron, mi mirada bajó a sus labios

Ay, moría por besarlos... ¡Por el plan! Sí, obvio, por el plan

-¿Qué hacen?- Simón se separó rápidamente, al parecer al igual que yo, reconoció ésa voz

-Ámbar ¿qué quieres?- pregunté con una sonrisa fingida

-Hablar con MI novio- recalcó mi

-¿Y aún después de lo que pasó te atreves a llamarlo así?

-Luna- Simón llamó mi atención -Déjanos solos, por favor

Lo miré algo indignada, pero me rendí

-Bien, nos vemos Simón- lo besé en la comisura del labio y antes de irme completamente vi a Ámbar roja de furia

Punto para Luna

Narra Simón:

-¿Por qué Luna te besa casi en los labios? ¿Qué le pasa?- me miró detenidamente -O... ¿Me estás engañando, Simón?

-¿Qué? Ámbar por favor- me levanté y caminé para quedar frente a frente con ella -La única que engaña aquí, eres tú

-Ya te dije que no fui yo ¿le vas a creer a una chiquita cualquiera caprichosa o a tu novia?- se señaló

-Ya no sé a quien creerle- bajé la cabeza, ella me tomó de la mejillas haciendo que la viera

-Créeme a mí- me dio un corto beso y sonreí

-Está bien- asentí y le tomé las manos

-Princesa- llegó Matteo abrazando a Ámbar de los hombros -Oh, hola Simón, no te vi

-Amor, iré con Matteo a su casa, haremos un trabajo del Blake

-¿En su casa? ¿A las 9?- asintió y me besó la mejilla

-Nos vemos

-Adiós amigo- se fue con Ámbar

Narra Matteo:

Después de un largo camino en la limusina, llegamos a mi casa

Ámbar ni bien puso su mochila en el sofá y la abracé por la espalda

-No estoy segura Matteo- oí como susurró y me volteó hacia mí

-¿Quieres volver al equipo?- pregunté y asintió cabizbaja

-Entonces debes hacerlo, y me correspondes- rodó los ojos

-No seas exagerado- subió a mi habitación, igual ya sabía el camino

Si mi ingenua rubia supiera que está a poco de perder su relación con Simón y volver conmigo

Sonreí y subí detrás de ella

Llegamos a mi habitación y cuando volteó hacia mí la besé, apasionadamente, empecé a desabotonar su blusa rosada y la tiré a cualquier sitio cuando se la saqué. Acaricié sus caderas caiamos en la cama. Me separé ella y me sacó la camisa, me dediqué a besar su hermosa cuello.

—Te extrañaba— susurró agitada

—Y yo a ti— respondí