Las Crónicas de Narnia y la travesía del Viajero del Alba [3/4]

Islas solitarias

–¿Tuviste pesadillas? – le pregunta.

–No en realidad – responde cruzando la entrada y llegar al exterior.

–Tienes ojeras – comenta Caspian mirando los ojos de su amiga.

–¿Ya me dirás a dónde nos dirigimos? – pregunta invadiendo tal cuestionamiento.

–No – responde burlonamente.

–Majestades – se acerca un minotauro un tanto apresurado – hay personas en el agua.

Caspian y Jessica corrieron al borde asomándose por este. Fácilmente pudo ver a las tres personas pidiendo ayuda desde el agua.
Jessica se para en el borde analizando la altura y distancia.

–No, tú quédate – le ordena Caspian tomándola de la mano indicando a que se bajase – tú y tú, acompáñame – les ordena a unas personas que yacían tras de ellos.

Estos lo obedecen y bajan por el pequeño elevador que tenían con cuerdas y los bajan para después salvar a las personas.

Jessica al notar que Caspian había tomado a una víctima esta corre dentro en busca de toallas.
Al llegar a su objetivo toma seis de estas y regresa nuevamente al exterior.
Toda la gente estaba en un círculo mirando a las personas.

–Permiso – pedía ella pasando entre ellos. El escándalo empezó a disminuir cuando todos notaron que quería pasar y llegar a los cónyuges. Dos de ellos tomaron las toallas que sostenía en sus brazos dejándola libre.

Jessica al poder estar lo suficientemente cerca de las personas rescatadas se tragó las palabras y quedó sin habla. La cara de Lucy y Edmund aparecieron frente a ella.

–¡Jessica! – grita Lucy corriendo abrazarla.

–Hola – saluda ella aún sin poder asimilarlo.

–No lo puedo creer, ¿hace cuánto estás aquí? – pregunta extrañada alejándose de esta.

Esta no pudo responder al ver que Edmund seguía mirándola.

–Hola – la saluda tímidamente.

–Hola.

–¡Quítenmelo de encima! –grita alguien a su lado.

–Cálmese señor — le decía Reepicheep.

–¿Escucharon? ¡Habla! – gritaba Eustace asustado.

Yo me acerqué intentando comprender tal escándalo.

–Se está comportando como un bebé señor – le decía a este tranquilamente.

–Reepicheep – lo llamó Lucy sonriente.

Este mira a nuestra dirección y hace una reverencia.

–Majestades.

–¿Cómo has estado? Será un placer trabajar a su lado– pregunta Edmund.

–El placer es todo mío, señor – le responde agradecido – ¿Qué haremos con este histérico forastero? – pregunta volviendo su vista a Eustace quien tenía a un lado.