Las Crónicas de Narnia y la travesía del Viajero del Alba [3/4]

Sangre

El silencio y la soledad inundaron sus oídos, un específico olor la hizo despertar por tal reconocimiento. Sus párpados se abrían lentamente y la pupila se acostumbraba a la obscuridad de tal lugar. Sus manos se cerraron en forma de puño encerrando en ellas tal objeto. Levantó su torso haciendo un gemido de dolor gracias a la jaqueca. Miró a los lados y se encontraba en aquel lugar, donde la encerraron por tres días sin comida y agua.

–Mierda – susurra.

Sus piernas se impulsan con el suelo para levantar su cuerpo y así estar estable. El dolor de la pierna aumentó y soltó gemidos de dolor mas fuertes.

Cojeó hacia las rejas con intención de recargarse en ellas y dar un vistazo al pasillo.

Respiró ondo tomando fuerza de gritar aquellos nombres.

–¡Edmund! ¡Caspian! – gritó para después cerrar los ojos e ignorar el dolor de su pierna –¡Lucy! ¡Eustace!

La herida empezó a sacar sangre gracias al esfuerzo que hacía.
Lo cual apretó más la tela sacando un pequeño grito de dolor.

–¿Jessica? – preguntan a lo lejos.

–Edmund – susurra con ojos abiertos al pasillo.

–¿Jessica? – volvieron a preguntar más fuerte.

–¡Si! – responde.

–¿Estás bien? – pregunta Edmund a lo lejos acercándose a la reja lo más cercano posible. Teniendo la preocupación de Jessica. 

–Es mi pierna – explica.

–Siéntate o vas a empeorar.

–Necesito limpiar la herida o se va infectar – dice.

Los pasos en el pasillo hizo que callara y se alejara de las rejillas.

–Bienvenida, otra vez – dice el hombre burlonamente al ver su rostro. 

Ésta lo mira furiosa con la respiración agitada gracias al esfuerzo y la adrenalina que corría en su cuerpo.

–Viniste con amigos.

Jessica escupe a sus pies enojada sin quitarle la vista de en cima.

Este la mira furioso y abre la reja.

–No debiste hacer eso linda – se acerca a ella, la toma del cuello y le da un golpe en la rodilla.

Esta grita del dolor retorciéndose por completo. Este la suelta para que sufra en el suelo.

–¡Jessica! – grita Edmund moviendo la rejilla con intención de abrirla.

El hombre sale y la encierra nuevamente mirándola.

–Si vuelves hacer algo parecido, vamos a lastimar a tu novio.

-La bruma - dice Jessica sorprendida.

El hombre la mira serio para regresar a su sonrisa desagradable.

Ella cierra los ojos sintiendo el dolor correr su cuerpo. Sus manos presionaban los lados de la herida con intención de que el dolor disminuyera. Sus gemidos eran menos audibles como su dolor.

-Estás recordando.

-¿Por qué no recuerdo casi nada? - pregunta alterada - solo pequeños momentos, pero - suspende la oración mirando alrededor - recuerdo todo.

-Debe ser la isla, te dieron algo para olvidar algunos recuerdos de aquí.

–¡Jessica responde!