Recuerdos e Invierno

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Quien diría que ya han pasado 3 años desde el día en que todo empezó.
Él tendría 18 años recién cumplidos, y estudiaba la Universidad, como todo joven de su edad tenía inquietudes e incertidumbre por lo que vendría para el en su futuro, pero se había propuesto salir adelante, No importaba lo que viniera para él.
Siempre acompañado de su mejor amigo de la infancia, Anthony, estaba decidido a afrontar lo que viniera.
Era un día común y corriente en su vida, la misma rutina de siempre, las mismas clases aburridas de siempre, la misma gente de siempre.
-Oye- exclamó Anthony- Es tan aburrido el profe de algebra, que sentí que iba a caer en brazos de Morfeo
- No seas tan exagerado- replicó Ayden, mientras soltaba una carcajada- cualquier clase que tomes te hace caer bajo los encantos del pobre Morfeo
- ¿Y no has pensado en alguna “chiquibaby” que te guste?
-Jajaja claro que no aquí se viene a estudiar, no hay nada ni nadie que logré distraerme…

“Pero que…. ¿Qué es ese extraño ser que se aproximaba de largo cabello rubio y una figura que no le exigía nada a una súper modelo?”-Pensaba al momento que su cabeza se meneaba al compás de la falda
-Parpadea -Bromeó su amigo- casi se te salen los ojos, el corazón y haces un pantano con la baba que se te caía.
- Claro que no-Replicó- como siempre exageras.
-Uy si, Uy si: “Nidii ni nidii pidri distriirmi”, hubieras visto tu cara. Deberías preguntarle su nombre y quita esa cara de perrito a medio morir.
-Ya cállate y apúrate que vamos tarde a nuestra siguiente clase.- Dijo mientras aún pensaba en aquella chica.

Poco se imaginaba el impacto que aquella chica iba a causar en su vida.
De ahí en adelante serian una serie de encuentros casuales y un intercambio de miradas, nada más.

3 meses habían pasado ya desde la primera vez que la había visto y aun no sabía ni su nombre, lo lógico para no haber cruzado palabra alguna.
Era lunes y el frio recrudecía en las amplias instalaciones de aquella Universidad, y en los pasillos, estaba a punto de ocurrir una historia de amor que, ni las más románticas novelas jamás escritas, podrían igualar.

Una historia de dos jóvenes que, sin saberlo, iban a cruzar sus vidas de la forma más extraña e inverosímil posible.

Ayden recorría los pasillos de aquel campus, pensando porque su colega de infancia no estaba con él, seguramente había ido de fiesta , o simplemente había tenido pereza de asistir ese día, estaba pensando en la cantidad de proyectos que tenía que hacer pues se aproximaban los exámenes finales y las vacaciones de invierno estaban cercanas, tan inmerso en sus pensamientos que no se percató que había derribado a alguien, como si de una pequeña pelotita se tratara…

-Disculpa soy un tonto, ¿estas…bien?

-Sí, si no te preocupes.

-En verdad perdón soy un descuidado, ¿Puedo ofrecerte algo en compensación?

-No en verdad, no te preocupes.

-Insisto, ¿Te parecería arreglarlo con un café?

-Bueno, está bien, a todo esto, ¿Cómo te llamas?

-Ayden, mucho gusto, ¿y tú?....

-Gracias, yo me llamo…
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-Ayden, Ayden, ¿estás ahí?- Una voz femenina se escuchó del otro lado de la puerta, haciéndolo salir de sus más preciados recuerdos y trayéndolo de nuevo al presente.
-Si mamá, pasa…-
-Necesitamos hablar… Es Miranda.
- ¿Qué pasó?...



Los Días Junto a TiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora