Estuvimos todo el camino en silencio. Yo metido en mis pensamientos y Jin hyung simplemente caminando a mi lado sin hacer nada además de eso, pareciera que mi hyung guardara silencio a propósito, como si supiera que en estos momentos lo último que quisiera hacer fuera hablar. Y era verdad, después del duro día que tuve lo que menos quería era eso, estaba tan deprimido... primero; la pelea y el golpe de mi madre en la mañana, segundo; los golpes de Jimin en los casilleros, tercero; la broma en el gimnasio y por último los golpes de mi padre, las duras palabras de mi madre y el que me hecharan de la casa.
- Llegamos.- de repente la voz de Jin hyung me saca de mis pensamientos.
- No esta tan lejos.- respondí.
- No lo está, son solo 15 minutos caminando de donde te encontré.- Entramos al edificio, Hyung saludó a la viejecita que parecía ser la dueña del lugar, ganándome una mirada de sorpresa al esta observar mis pintas sin embargo no dijo nada al respecto, nos dirigimos al ascensor, presionando el botón que nos llevaría al último piso.- llegamos, el baño está al fondo a la izquierda, puedes usarlo enseguida te llevaré con que secarte y algo de ropa también.- dijo regalándome una sonrisa.
-. ¿Fondo a la izquierda? ¿no debería ser a la derecha?.- pregunté curioso.
-. No, yo soy original.- respondió con una pose de diva que me sacó una sonrisa.
-. Muchas gracias hyung.- respondí sincero.
-. No tienes que darlas pequeño.
-. Tengo que, eres la primera persona que me ha ayudado en 16 años.
-. Así que esto no es nuevo para tí.
-...- me sentí incómodo, no debí decir eso.
-. No te sientas incómodo peque, te ayudaré todo lo que pueda.
-. ¿por qué haces esto?.- pregunté con la voz entrecortada. Se sentía tan irreal, mis lágrimas se acumulaban en mis ojos.
-. Porque no me gusta que las personas sufran y menos cuando existe alguien que pueda ayudarlos. Nadie en el mundo merece pasar por estas situaciones.
-. Gracias.- solté dejando que las lagrimas se deslizaran por mis mejillas.
-. No agradezcas.- dijo alargando los brazos y atrayendome en un reconfortante abrazo, sin importarle manchar su ropa.
Lloré, pero no como en otras ocasiones, no lloré de pena, ni de tristeza, mucho menos de enojo o humillación. Lloré de felicidad, sacando todo lo que tenía guardado en mi interior, convirtiendo mis constantes lágrimas de sufrimiento en unas de esperanza. Al fín parecía importarle a alguien y este amor se sentía tan sincero que dolía. Era la primera vez que alguien me abrazaba, desde pequeño tuve que aguantar las veces que me caía, los constantes maltratos de mis padres, de mis compañeros y personas que aparecían a lo largo de mi vida. Parecía que ellos disfrutaran haciéndome daño, como si se regorcijaran de hacerle daño a loa más debiles. Desde que tengo memoria no recuerdo día alguno en que mis padres no me reprocharan el haber nacido y hechado a perder sus vidas. Mis tíos no se metían a defenderme, mis abuelos tampoco. No recibí ningún regalo ni pastel de cumpleños. Mucho menos una grata cena en navidad, fecha donde me quedaba mirando a mis primos jugando con lo que Papá Noél les traía por ser niños buenos. Yo no era un niño bueno, había arruinado la vida de mis padres. Cuando llegaba la hora de comer no me dejaban sentarme en la mesa y solo podía comer lo que sobraba.
-. Te acompañaré al baño, cenaremos y te acostarás a dormir. ¿Entendiste pequeño?.- susurró Jin acariciándome suavemente los cabellos de mi nuca. A lo que asentí. - Bien, sígueme.- agregó caminando conmigo todavía abrazado a él.
Me dejó en el baño, reguló la temperatura del agua y salió de ahí, diciéndome que prepararía la cena. Me miré al espejo, sonriéndo a pesar del aspecto que tenía, sentía que este sería un nuevo comienzo para mí. Algo dentro de mí estaba seguro de eso. Tendría a alguien que se preocuparía por mí y mis heridas. Y estaba seguro que yo igual estaría ahí para él. Me metí a la ducha y dejé correr el agua por mi cuerpo, pasandl en jabón por mi cuerpo y shampoo por mi cabello para que toda esa mezcla desconocida salga. A los pocos minutos pareció mi hyung para dejar una toalla y ropa para mí. Le agradecí por ello y seguí bañándome. Salí del baño con la ropa que hyung me había dado y me dirigí a los que supuse era la cocina.
-. Oh! Ahí estás. ¿Pero quién es ese pequeño tan guapo que veo aquí?.- dijo con gracias mi hyung.
-. Hyung~.- respondí algo meloso a lo que el rió.
-. Aquí está la comida, tendrás que gastarla toda porque según recuerdo tienes 16 años, estás muy delgado para tu edad hací que en esta casa, te haré crecer sano y fuerte.- dijo pasándome un gran plato lleno de comida.
-. De acuerdo hyung. Muchas gracias por todo. No sé cómo podría oagarte por todo lo que estás haciendo.
-. Nadie te está pidendo nada. Te quedarás aquí y ya.
-. ¿Me quedaré aquí?.
-. Por supuesto.
-. ¿De verda?.- pregunté con una sonrisa ilucionada.
-. Por supuesto.- respondió casual, como si dejar que una persona que apenas conoce de un día fuera la cosa más normal del mundo.
-. Entonces no quiero ser ningún mantenido.
-. No lo serás, estudiarás y cuando seas grande. Tú me cuidarás y cambiarás mis pañales.
-. ¿Qué? Hahaha.- este hyung sí que era gracioso. Pero la realidad me golpeó en un instante. No podía simplemente salir de mi casa y empezar una nueva vida. Sigo siendo menor de edad y mis padres están a mi cargo, qué pasaría con la escuela y mis documentos. Mis cosas seguian en mi casa.
-. ¿que pasa? ¿por qué esa cara?.
-. No puedo simplemente salir de mi casa y vivir aquí.
-. Tus padres te echaron.
-. Lo han hecho antes, pero siempre regreso y me buscan hasta encontrarme o llevarme de regreso.
-. ¿Esto ha pasado antes?.- preguntó, a lo que asentí.- ¿Desde cuándo? ¿dónde dormias cuando eso pasaba?.
-. Siempre encontraba algún lugar, cuando era niño podía dormir en algún parque, cabía perfectamente en las casitas de esos lugares, debajo de la resbaladía. Cuando me hice más grande y no podía cubrirme en esos lugares entonces me dormía en algún callejón o algo parecido.- respondí recordando todas esas ocasiones.
-. Pues no tendrás que hacer eso de nuevo. No dejaré que eso pase. Ahora que termines de comer puedes ir a dormir. La habitación es la del fondo, puedes dormir en cualquiera de las camas.
-. ¿Tienes muchas camas?
-. Por supuesto, ya te dije que yo soy diferente.- me respondió con esa misma actitud de diva, haciendo que se me olvide nuestra anterios conversación.- iré a darme una duda, te veré en la habitación.- agregó y se encaminó al baño de la casa.
-. ¡Hyung!.- lo llamé a lo que volteó.- gracias.- el simplemente negó con la cabeza y una pequeña sonrisa en su rostro y se adentró al baño.
Terminé de comer, me dirigí a la habitación, escogí una cama con mantas de color beige, que estaba al lado de un buró con libros bien acomodados y una cama con mantas color rosa que tenía algunas prendas encima por lo que deduje que le pertenecía a Jin hyung. Apesar de haber dos camas más en la habitación, escogí la que estubiera más cerca de mi hyung. Mi salvador.
ESTÁS LEYENDO
BULLYING《JIKOOK》
FanfictionLa escuela, para algunos un lugar en donde haces amistades, te unes en alguno de los diversos grupos sociales que existen, donde estudias y creces para ser una persona capáz de lo que quiera lograr, donde te propones metas y te das una idea del futu...