El bus ya había hecho su última parada y me levanté del asiento y camine hasta la puerta, me baje y camine un par de cuadras hasta llegar al centro comercial, entre y camine hasta llegar a la cafetería donde trabajaba, vi por la vitrina y había un montón de gente apenas entre ya tenía en frente a mi jefe "Sebastian".
—¡Gracias a Dios que estás aquí nena empieza a trabajar por favor!.— Estaba estresado se notaba a kilómetros, el era un gran jefe era un hombre joven de 24 años y más que un jefe era un amigo, camine directo al baño y me apresuré a quitarme el uniforme y colocarme un pantalón negro y una camiseta verde con el logotipo de la tienda y mi nombre en el lado izquierdo de la camiseta, salí del baño y me fui a la caja donde estaban Sarah y Danny.
— Oye,¿ no deberías estar en tu castigo?.— Pregunto Danny que servía un café para algún cliente.
— Pasó algo, les cuento luego.— tome una libreta y camine hasta las mesas para tomar los pedidos.
Paso el resto de la tarde trabajando y ya eran las 5:00 pm ya estaban cerrando la cafetería sólo quedábamos Sarah, Danny y yo.
— ¿Oye y Kat?.— Pregunto Sarah, Kat siempre nos venía a buscar en su auto pero seguro hoy no podía estaría arreglando lo de la fiesta en casa de Javier.
— Esta en lo de la fiesta de Javier. — dije y me acerqué a la calle para parar un taxi.
Los tres subimos al taxi ahora si podría contarles lo que sucedió.
— Ahora si cuentanos ¿que pasó?.— Dijo Danny
Para no alargar mucho la cosa les dije que prácticamente el maldito profesor de sociales quería manosearme.
— Que hijo de puta.— Dijo Danny
— Y se lo dirás al director?. — Pregunto Sarah, la verdad no sabía si contarle porque podía usar eso a mi favor.
— Aún no sé. — respondí pérdida en mis pensamientos.
Ya habíamos llegado al gran edificio donde vivíamos, los tres bajamos le pagamos al taxista que por cierto se quejó porque le dimos muy poco, subimos y Sarah y Danny entraron a su apartamento, vivíamos en el mismo pasillo pero ellos tenían su pieza en donde vivía los dos, yo vivía con mis hermanos.
Saqué las llaves de mi mochila y las metí en la cerradura abrí la puerta y estaba Alex acostado en el sofá jugando en la consola y Alan estaba seguramente en la cocina.
— Hey..— dije agotada lanzándome en el sofá cayendo encima de Alex.
—¿Estas cansada?.— Alex empezó acariciar mi cabello a ese paso me quedaría dormida.
— Mmm.— fue lo único que salió de mi boca.
— Como es eso de que el maldito profesor intento tocarte. — Escuche la voz ronca de Alan cuando se ponía de esa forma es porque realmente estaba molesto.
— Ya pasó tranquilo.— Murmure y seguí hundida en el pecho de mi otro hermano mayor.
Sentí las frías manos de Alan en mi cuerpo me había levantado y ahora me tenía fuertemente cargada, pasó mis piernas por su cadera el me abrazo fuertemente.
— Eres lo más importante que tengo ¿ok? No soportaría si te pasa algo malo.— Aveces me sentía confundida por su manera tan extraña de quererme pero supongo que amor de hermanos.
— No pasó nada.— Dije separándome del abrazo pero aun me tenía cargada apretando fuertemente mis piernas.
— Por suerte.— Dijo y empezó a caminar hasta mi habitación.
