13- Dean Winchester [5]

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Comenzó en el segundo que él vino a la cama. Estabas tan cerca de dormir, pero las manos de Dean en tus tobillos tenían otros planes. Se bajó a la cama y tú te das vuelta sobre tu espalda, tus piernas se abren para él antes de que sepas que lo estás haciendo. Sus manos se deslizan hasta tus caderas, besando su camino rápidamente desde tu muslo hasta tu coño desnudo —dejaste de llevar pijama hace mucho tiempo, y esta es la razón exacta del porqué—. Es tranquilo al principio, con lentitud lame y chupa, eso se siente como un ejercicio de calentamiento, suave y gentil para darte un respiro, aunque tu cuerpo comienza a sentirse caliente por todas partes y tu espalda no puede dejar de arquearse, tus pezones están duros en el fresco aire de la habitación.

Y entonces llega el evento principal. La lengua de Dean se encrespa y revolotea sobre todos los lugares correctos, acomodándose en tu clítoris con un zumbido bajo y vibrante en la parte posterior de su garganta. Te hace sudar, te hace apretar los muslos alrededor de su cabeza, te hace llorar, haces cualquier cosa para prepararte, para absorber el placer en cualquier otra parte de tu cuerpo porque tu coño es casi demasiado sensible ahora.

Dean se mueve un poco más abajo, empuja su lengua tan profundamente dentro de ti como él puede algunas veces, sus manos están por todas partes. Estás perdida ahora, tu cuerpo relucía justo en el lugar donde cada pequeña cosa podría hacerte venir. Tus manos están en su cabello, en tu propio cuerpo, agarrando las sábanas.

Pero es el gemido lo que hace para ti. Dean sella sus labios alrededor de su clítoris y chupa, su lengua presionada contra ello, y deja salir un gemido como si estuviera comiendo, como si quisiera lamer de cada gota de placer que tienes que dar, y tú solo te desmoronarás. Duro.

Luego sube a la cama, se lame los labios y se limpia la barbilla, instalándose a tu lado con una simple "Buenas noches".

Él sonríe, sus brazos abiertos y listos cuando tú ruedas los ojos y se te mueves para montarte a horcajadas de él, su polla dura empuja en tu coño goteando.

—Ya no estoy cansada. 

Supernatural drabbles »Smut«Where stories live. Discover now