Accidente

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Todo lo que dejamos atrás es arrepentimiento, nostalgia... y un insuperable amor que persiste hasta este día...


Todos Vivian con normalidad en el departamento de Emerald, ya se habían acostumbrado a la llegada del nuevo chico, y las peleas de este con su jefe, pero todos eran felices, cada uno con sus vidas.

Ese día había nevado más de lo usual en la ciudad, y hacia más frio que de costumbre, y en la editorial Murukawa, habían decidido dejar ir a sus empleados más temprano para evitar inconvenientes, todos claro, menos los jefes de cada sección que estaban en una reunión la cual se había alargado, haciendo que estos salieran a casi las 11 de la noche.

-uhm en serio... por que no accedieron desde el principio, en vez de alargar tanto esa reunión... ahora las calles deben estar llenas de nieve, deberé ver si conducir o correr por el último tren...- decía Takano Masamune, el editor en jefe de la revista Emerald.

Mientras se dirigía al ascensor, recordó que debía buscar su maletín en su escritorio, ya que lo dejo en el pensando ilusamente que saldría pronto de esa ridícula reunión, al llegar noto a uno de sus subordinados aun en su escritorio, ¿Quién sería? Después de todo, les habían dado permiso para salir temprano ese día por el reporte de fuerte nevada, así que... ¿Quién fue el tonto en quedarse hasta tarde... y encima, dormido sobre su escritorio?

Pasó por el lado de este y recogió su maletín, y desde su lugar noto como era nada más y nada menos que Onodera Ritsu, su primer amor de la segundaria... En verdad que ese chico jamás dejaría de sorprenderlo, desde el día en que empezó a trabajar para la editorial y estar bajo su mando, el momento en que confirmo que era la misma persona de la cual se había enamorado en la segundaria "Oda Ritsu", cuando descubrió la "verdadera" razón por la cual él le había abandonado, ese chico nunca dejaba de sorprenderlo, aun mas, porque parecía no importar todas las veces que él le digiera "Te amo" y tratar de demostrarle siempre sus sentimientos, Onodera parecía no querer confiar en él, ni confesarle los suyos, puesto que para él era obvio que Ritsu seguía enamorado de él, y por todo lo que ya habían vivido desde su reencuentro, sabía que él tampoco pudo olvidarle nunca, por lo que sencillamente no entendía como era incapaz de confesarlo, y seguía repitiendo esas molestas palabras de "Esto no es amor".

Antes de darse cuenta, Takano se había sentado en la silla que estaba al lado de la de Onodera, observándolo mientras dormía, Takano sintió algo extraño en su pecho, y sin notarlo se acercó al joven heredero para besarlo, pero este pequeño contacto hizo que el menor despertara.

-¡Ta-ta-takano-san! ¡¿Qué cree que está haciendo?! Alguien podría a verlo visto!- le regaño.

-Oh... entonces no te molesto que te besara... bien es un avance- dijo meditando en voz alta ignorando por completo lo que Onodera le estaba diciendo.

-¡¿Qué?! ¡No es lo que quise decir!-trato de reclamarle Onodera, pero solo recibió otro beso en sus labios.

-Estamos solos bello durmiente, es casi media noche, ¿Por qué no te fuiste temprano con los demás?- le pregunto curioso Takano, haciendo que Onodera se sonrojase por cómo le había llamado.

-...-No fue capaz de responderle, la razón por la que se había quedado era porque dentro de poco tendría que ir de viaje a visitar a sus padres, y no podría ver a su jefe en un tiempo, así que quería pasar un poco de tiempo con él e irse juntos a casa, pero eso es algo que jamás le diría.

-yo... quería adelantar un poco de trabajo... es todo- fue lo mejor que pudo inventar Onodera que sonara convincente.

-Claro... por eso todas tus cosas están guardadas, si no te conociera diría que estabas esperándome- dijo Takano con una pequeña sonrisa en sus labios mientras se paraba y dejaba a un muy sonrojado Onodera a sus espaldas.

Presagios del pasado (Sekaiichi Hatsukoi/Hybrid Child)Where stories live. Discover now