Muchas veces me he parado a pensar en cómo las cosas suceden, en por qué los sentimientos te hacen reaccionar de una manera y al pensarlas fríamente, ¿habría sentimientos de por medio?
Yo no sabía si lo que decidí era por razonamiento o por sentimientos. Siempre fue y he creído en el amor, el darlo todo por alguien, el que nadie se interponga y no pase cabida ninguna mina más que mí novia. ¿Entonces estaba mal yo?
Los suspiros de ella en mí cuello me quemaban, el calor de ambos, sus besos de mentiras me dolían, sus manos ya no las sentía tan maravillosas haciendo un bollo de culpa en el corazón. Pero, alejé esos pensamientos negativos. La quería amar, abazallarla con mis manos y se estremezca como jamás la hayan hecho sentir. Oírla decir mí nombre, llamándome en susurros y que rasguñe mí espalda. Hacerla tan mía y a la vez entregarme de una forma que entienda que soy suyo.
Besé su frente perlada de sudor después de su éxtasis, que apenas me paré a tirar la protección al baño y acabar ahí. La ducha caliente empezó a escurrir tan noche placentera, que la llamé. Su avivaracha sonrisa y cabello dorado me enternecieron, juré no amar a nadie más que a ella. Bañarla de manera tierna entre risas, me hacía dudar de qué más podría ofrecerle para que no busque en otro lado. Y dolía como la puta mierda.
—Amor, dejá me enjuago yo, ¿sí?
Asentí enjuagandome los restos de jabón que me esparció y me salí.
Recuerdo aquel día como si fuera ayer... estábamos en el colegio, en un examen de literatura. Si me preguntan por qué lo recuerdo. No lo sé...
Había pasado la mañana haciendo trabajos prácticos, ya que, o los profesores se pusieron de acuerdo en contra de nosotros para torturarnos con tarea o era simple coincidencia.
Creo que ahora sí lo recuerdo...—Buenos días hermanito. ¿Qué tal tu novia? ¿Algún problema con ella? —se mofa.
—Qué hay de buenos.
—Ohh... El lobo feroz se levantó con el pie izquierdo esta mañana —se ríe.
Me senté en la mesa del comedor para desayunar. Me serví cereal y empecé a comer ignorándola. Sabía de sobra que quería provocarme.
—¿Me creerás si te digo que tu linda Gema, estará esta noche en el boulich de Edi?... Ups... Creo que no lo sabías...
No lo sabía, me respondí mentalmente. Porque... era cierto, no lo sabía.
Fruncí el ceño y la miro con una sonrisa retorcida.
—Tú eres la que no sabe nada—. Me paré, dejando la mitad de mi cereal en la mesa. Me acerqué a su oído y vi lo acalorada que se puso. —Aunque te esfuerces siempre será ella.
Salí de la estancia hecho una furia. Tenía razón. Y mucha. Pero mi orgullo no la dejaba tenerla, yo siempre seré el de las última palabra.
Y aquí estaba, haciéndole el amor como un posesivo celoso indirectamente para que no se fuera a ningún lado.
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—A ver señor Leyton. Respóndame ¿qué política neoliberal se toma luego de la crisis del 2001? —Miré mi hoja en blanco, luego al profesor; hice una mueca; no lo había hecho, estaba como desconectado del mundo pensando aún así recordaba sus aburridas clases—. Hubo alternativas internacionales contra la política... como las privatizaciones, el libre comercio, y la desregulación económico financiero. Se toma esas medidas después de la crisis del 2001 —respondo.
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Amargo pasado. [L1] ✔ [TERMINADO]
Short StoryCategoría: HISTORIA CORTA / ROMANCE #LIBRO 1 ❝Si te he entregado todo de mí. ¿Qué más quieres? ¿Qué esperas de mí?❞ Ethan ya no la comprendía. Aún peor era que notara que el amor solo venía de uno y no de dos, que todo lo que habían...