Capitulo 3: Los libros de un viejo ermitaño

960 18 3
                                    

Drosat, despliega las naves de reconocimiento, tenemos que ver a qué nos enfrentamos.- dice Frozblood desde su trono esbozando una sonrisa mientras que con su mano izquierda revisa en una tableta holográfica datos recabados de otros planetas.

Lo que usted ordene mi señor.- responde respetuosamente el lacayo y sale de la habitación hacia la sala de navegación, cada paso en aquella gran nave de metal provocaba un eco que choca de pared en pared.

Pasillos largos, tan largos como el sendero de un condenado a muerte hacia su destino.

Desplieguen el grupo de reconocimiento AZ38 con orden de análisis, ninguna prueba con fuego.- dice Drosat apenas entrar a la sala de navegación.- En caso de algún ataque, dar una retirada rápida.

Un humanoide rojizo toma un comunicador y comienza a hablar en un idioma proveniente de otro universo dando las órdenes pedidas.

Mientras tanto, en la tierra...

-Vaya que este es un cuarto enorme de juguetes.- dice Goku sonriendo tomando un carrito y paseando sus llantas por una mesita.

-Y esto es solamente una de mis habitaciones de juegos, tengo bastantes más.- reponde Vegeta cruzando sus brazos con una sonrisa.

-Goku, Vegeta, vengan a la sala de entrenamiento.- se escucha la voz de Bulma en un comunicador al lado de la puerta.

-¿Tienen una sala de entrenamiento?- pregunta Goku sorprendido dejando el carrito y Vegeta camina a la puerta.

-Si, era de mi tatarabuelo, la tuvimos que limpiar para prepararme para el torneo de artes marciales.

Ambos pequeños salen de aquella habitación llena de juguetes y caminan por los jardines de las corporaciones, para entrar a un edificio especial, algo grande y con las ventanas totalmente polarizadas.

-¿Todo este edificio es para entrenar?- pregunta Goku admirando la parte exterior del edificio imponente y al cruzar la puerta, está se cierra con diferentes candados de seguridad.

-Mamá no deja entrar a mucha gente aquí, son órdenes de mi tatarabuelo, aquí hay secretos grandes que no muchos deberían saber.- dice Vegeta.

Entran a una pequeña sala donde hay computadoras y un ventanal el cual une ese pequeño lugar con una sala grande de entrenamiento, además ahí se encontraba Pan y Bulma.

-Muy bien niños, entren a la habitación de gravedad, queremos observar su poder.- dice Bulma y estos dos entran a la habitación para después colocarse en posición de combate.

-¿Estas preparado?- dice Vegeta emocionado y se transforma en saiyajin.

-Claro que si.- responde Goku mientras se eriza su cabello y comienza a colocar en un tono amarillo, tardando un poco más en transformarse.

-Muy bien, vamos a empezar colocando la gravedad por diez.- dice Bulma nivelando la gravedad con regulador.

-Uy, me siento un poco más pesado.- ríe Goku y se lanza al ataque.

-Yo vigilaré a los pequeños, en la otra habitación hay diarios que escribió mi bisabuelo, por si quiere dar una pequeña ojeada abuela Pan.

-¿Diarios?- pregunta Pan con las manos en su espalda.

-Mi bisabuelo entreno hasta el final de sus días, y registro muchas cosas en diarios, por eso este lugar es importante, tiene secretos sobre los Saiyajin que no todos deberían saber.

-Bien, entonces daré una pequeña lectura.- dice con una sonrisa la abuela.

Pan camina hacia una habitación pequeña, donde había un estante, una cama algo corta y un refrigerador fuera de servicio, así que se acerca a los estantes y toma uno de los libros para abrirlo y observar las letras de un Vegeta ya bastante viejo.

Dragon Ball 100 Años Despues De GTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora