Citas

Epílogo

Podríamos decir que el gran día ya había llegado, la boda se realizaría en tan solos unos minutos. TaeMin se encontraba en planta de arriba de la casa con su hija mayor, Elizabeth. La pequeña estaba arreglándole el cabello largo, peinándole con el cepillo y colocando unos apliques que ella había elegido para la ocasión. TaeMin se dejó sonriente, aparte de MinHo a su hija también gustaba peinarlo. Y él no tenía problema con ello, al contrario le entretenía. Cuando la pequeña le aviso que ya termino con su trabajo, TaeMin se dispuso a colocarse una corona de ramitas con algunas flores pequeña como adorno.

Él mismo las había hecho, se encargó personalmente de preparar las coronas de ramas para cada uno de los integrantes de la familia. Elizabeth se le colgó del brazo llamándolo, porque se hacía tarde. TaeMin sonrió tomando la pequeña manito de su hija, ella estaba tan hermosa con su vestido largo, y su cabello adornado con apliques y la corona también.

La boda improvisada se realizaría en el jardín de la casa, no había más invitados que ellos. Ya que era algo íntimo, y bueno ni a MinHo ni a TaeMin le gustaba el exceso de persona por así decirlo. De la mano de su hija llegaron hasta la planta baja, que tenía algunas decoraciones realizadas por ellos. Incluso los pequeños habían sido partícipe de todo lo preliminar.

Elizabeth, le dijo que esperara en la sala, sin decir nada ella se fue corriendo al jardín en busca de su padre. TaeMin estando solo, busco a sus animales. Encontrándose primero con el conejo lo llamó para acomodar el moño que le había comprado.

— Tambor te dije que no te sacaras el moño ¿Y dónde están tus hermanos?

TaeMin alzó la vista encontrándose con dos de los gatos comiendo, los llamó y ellos le miraron mal pero no importo. Reunió a todos en una fila acomodando los moños de diferentes colores para la ocasión. Aunque la verdad no duraban mucho, porque de igual manera terminaban todos disparejos.

— A ver, están todos hermosos — TaeMin aplaudió llevando a los animales hacia el jardín, con MinHo les habían creado una zona exclusiva para ellos con almohadones por el suelo. Seguramente no estuvieran sentados todo el tiempo pero al menos harían el intento de que estuvieran. Los animales eran parte de la familia.

— ¡Mami, papi dice que ya empezamos!

Su hija llegó corriendo acomodándose el flequillo le tomo la mano sonriente, ella le abrazó con fuerza como podía desde sus piernas, dejando un beso en su panza muchos más que notoria.

TaeMin llevaba puesto una clase de túnica blanca con pantalones a juego, era algo informal para la ocasión. Por lo que todos estaban vestido de forma relajada, aparte que era verano y tener mucha ropa puesta podría ser sofocante.

Elizabeth agarro su mano fuerte, ambos empezaron a caminar por un camino decorado con flores, TaeMin era amante de las flores de cualquier tipo, y le gustaba que su casa estuviera decorada con estas. Mucho más en épocas primaverales.

Una música tranquila empezó a sonar, en el altar improvisado que solo consistía en una mesa con un mantel blanco, unas silla para sus hijos y unos adornos colgados en los árboles para dar un aura de romanticismos. Escuchó a su hija chillar, lo que le hizo reír bastante. Pudo visualizar a MinHo a tan solo unos pasos, él le sonreía de forma encantadora. Con su brillante sonrisa que podía derretir a cualquiera, pero más que nada a él. También iba de una forma muy casual, con pantalones un poco holgados, y una camisa que hacía junto.

Cuando la pequeña Elizabeth le dejó con su ahora futuro esposo por segunda vez, ella salió corriendo en busca de sus hermanos que estaban sentados a pocos metros suyos.