Pip tiene pesadillas todas las noches, que mas que eso son recuerdos de una experiencia traumática, a pesar de todo trata de vivir una vida normal, eso claro hasta que un nuevo profesor de filosofía llega y esta dispuesto a enseñarle a sus alumnos...
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El detective Harrison Yates miraba solemnemente los lirios blancos que adornaban los ataúdes a punto de sepultar, el ataúd cerrado de Timmy Burch y el de su abuela, mientras el padre Maxi exclamaba los salmos correspondientes los amigos del ahora fallecido chico lloraban en silencio mientras una ligera llovizna los cubría, Yates detuvo su mirada un momento en el par que se encontraba frente a todos los demás, si no se equivocaba sus nombres eran Pilliph Pirrup y Jimmy Valmer, los pobres desdichados que habían tenido la suerte de encontrar el cadáver mutilado de Timmy, pero no más desafortunados que la pobre anciana, la cual llego minutos después a la escena del crimen y al presenciar tan macabra imagen el infarto fue fulminante y devastador, una tragedia, todo el pueblo lo decía, tan lamentable como la muerte del joven Gary Harrison, pero para el oficial Yates era más que eso...
-un tatuaje en su abdomen con el numero dos-
-...-
-y es muy similar al que el que se encontró en el cadáver de Gary Harrison, o sea que más que tatuaje parece una marca bajo su piel, además hay otro detalle interesante-
-¿explíquese?-
-vera oficial, cuando un cuerpo es mutilado y sus extremidades son desprendidas, durante la autopsia podemos determinar cómo fue que lo hicieron, si usaron sierras, cuchillos o alguna bestia lo hizo-
-¿y cómo lo hicieron con Burch?-
-bueno... de la misma forma en que nosotros le arrancamos las piernas a los pollos para comerlas-
-¿que?-
-si, por extraño que suene, la forma en la que su piel se encontraba desgarrada era como si lo hubieran hecho con una fuerza bruta descomunal, no parecía cortada con cuchillos o sierras-
-¿¡pero como es eso posible!? Ese chico vivía con su abuela, por muy sorda que estuviera bien pudo oír como descuartizaban a su nieto, o al menos los vecinos-
-lo sé, es extraño-
Yates frunció el ceño notoriamente, la numeración de los tatuajes, la brutalidad, el hecho de que pasaran con un mes exacto de diferencia, algo no le gustaba en todo ese asunto, su instinto de policía le decía que debía estar más alerta que nunca antes de que un cadáver marcado con el número tres apareciera
-los ensayos de todos fueron patéticos- expreso Damien mientras los dejaba caer despectivamente a suelo ante la mirada atónita de todos en su clase- al parecer la gran mayoría aquí solo corto y pego lo que encontró en la wikipedia-
-¿no era ese el trabajo?- dijo Trent Boyett ganándose la risilla de algunos compañeros y la mirada seria de su profesor
-señor Boyett, su trabajo sobre "la inocencia no existe, todos somos unos hijos de puta" no me pareció tan malo, fue realista pero un poco mediocre, al igual que el de todos aquí-
