Lovely ♡ {Noodle × Tyler Joseph}

💌 Capítulo 11

[N/A: Esto les dará diabetes alv].
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Noodle fue dada de alta.Stuart y Murdoc ya habían regresado, afortunadamente la tarde del mismo día que la nipona salió del hospital.Damon y Jamie fueron por ellos al aeropuerto,en todo el camino el peliazul no paró de quejarse sobre su dolor de caderas.

La pareja decidió ignorarlos mientras Murdoc sólo esbozaba una sonrisa de plena satisfacción al recordar el causante del estado de su esposo.
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Los adolescentes estaban parados en las orillas de las vías esperando la próxima parada hacía Mersea Island,una bella playa localizada en Essex al noroeste de Inglaterra.

Querían buscar un lugar algo tranquilo para pasar el tiempo, había escuchado que durante el inició de invierno la playa se teñía de blanco formando un lindo paisaje  que cuando el sol del aterdecer tocaba las heladas aguas del océano; el lugar se volvía aún mas hermoso.Noodle estaba algo deprimida por el incidente que ocurrió en el molino. Nunca lo demostro,pero Tyler sabía que la nipona lloraba durante las noches en su  cuarto de hospital, siendo acompañada por un dormido Russel que supuestamente se encargaba de cuidarla.

Pensó que un viaje la ayudaría a despejar sus ideas y pensar positivo.El tren llegó siendo acompañado de sus vagones que daban una apariencia interminable.Tomó la mano de la nipona y entraron con el grupo de personas.

La pelinegra traía un cubre bocas,estuvo conectada tanto tiempo a una máscara repleta de oxígeno puro que  necesitaba tiempo para volver a acostumbrar sus pulmones al aire urbano y contaminado de la cuidad.Además se sentía tan insegura por la apariencia que le daba a su rostro aquel golpe,que se negaba a que la gente la mirará así.

Sentía que era un monstruo.

—Quita esa cosa de tu boca,el aire de aquí no es malo—pidió el castaño, ya se encontraban sentados en un par de sillones.

Noodle negó desviando la mirada—La gente se burlará.

—Nadie no esta mirando.

El chico tenía razón,sus asientos estaban localizados en un pequeño cubículo protegido con paredes color crema y una puerta corrediza.A su lado izquierdo había una extensa ventana que dejaba ver el exterior,pero por ahora estaba cubierta con una cortina roja.

—¡No quiero que me veas así otra vez, mi pupila esta roja por el moretón !—exclamó alejándose del regazo de Tyler—El doctor dijo que  podría tardarse años en sanar—sus gestos dibujaban tristeza atravez de esa fibra azúl.

—¿Entonces planeas esconder tu rostro los próximos años? Eso sería muy bobo Noodz—rascó su blanca mejilla con diminutas pecas en ésta.

La nipona suspiró y miró el suelo colocándole toda la atención a las botas cubanas que le regaló su padre Murdoc.

—Vamos Noodle—Tyler ladeó la cabeza—Retiralo de tu cara, aunque sea unos segundos...quiero darte un beso.

A Noodle se le erizó la piel,un sonrojo coloreó sus mejillas y sonrió en lo bajo.Lentamente bajo el paño de tela bajo su barbilla, dejando libre sus labios.Giró su cabella sintiendo el dedo pulgar del castaño sostener su mentón y como siempre sus bocas chocaron.

Una calida sensación humedeció los rosados labios de Noodle.Sus ojos esmeraldas se abrieron de golpe,iba a decidir alejarse,pero aquello hizo que el beso se intensificará.
Se dejó llevar volviendo a juntar sus párpados.Segundos después se separaron por falta de oxígeno.