-Capítulo Único-

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—Dom... —murmuró el castaño, golpeando la puerta de la habitación de este con insistencia. Estaban de gira en otro país así que hospedaban en un hotel, con distintas habitaciones para no despertar sospechas, aunque solían ir con discresión al cuarto contrario para así poder dormir juntos; claro que el tema de la visita del menor era distinta en esta noche.

—¿Qué sucede? —Cuestionó el baterista al abrir la puerta luego de unos instantes. Sus revueltos cabellos y las arrugas de la cama marcadas en su rostro daban a entender que había estado durmiendo, por ello la tardanza.

—Solo, ya sabes, vine a verte —soltó una risita nerviosa, mordisqueandose el labio inferior—. Te amo —murmuró aparentemente de la misma nada; robándole un besito al más alto—. Siento haberte despertado, ¿puedo quedarme? —Estaba bastante hiperactivo.

—No es molestia que me despiertes —le sonrió al más bajito con ternura y se hizo a un lado para que pasara—, y claro que puedes quedarte.

—Dije que te amo —repitió infantil, cruzándose de brazos y sin pasar aún.

—Y yo estaba a punto de decir que te amo más —se agachó un poco y le plantó otro beso en los labios con mucho cariño.

Ante esto, Matthew entró finalmente con una sonrisa victoriosa, aunque volteó y detuvo a Dominic, aún sin dejar su inexplicable energía a las tres de la madrugada.

—En realidad no me quiero quedar —dejó la frase a medias, prestándose para confusión.

—¿Por qué no? —Dom comenzó a hacer un puchero—. Pensé que me amabas —ahora era él quien se comportaba como un niño.

Ante esto el guitarrista soltó una risilla, negando con la cabeza:

—Tú tampoco te quedas —explicó, como si nada.

—¿Se puede saber dónde me vas a llevar? —Se cruzó de brazos y miró con los ojos entrecerrados a su querido Matt.

Este último le devolvió la mirada, quedando ambos en silencio un momento, Bellamy pensando en una respuesta original que dar.

—La incertidumbre lo hará más interesante —terminó por soltar, intentando mantener el semblante serio—. No es cierto —admitió después de unos segundos, sin poder evitarlo—. En realidad no tengo idea, solo quiero que vayamos a... a tomar aire o algo así...

—Debes estar loco para querer salir a tomar aire en la madrugada —soltó un suspiro—, pero igual voy a acompañarte —aclaró.

Y sin nada más que decir fue a ponerse algunas prendas que no fueran su pijama, pero olvidó por completo el extravagante peinado que traía a causa de varias horas de sueño.

Por lo que el más bajo negó levemente y le acomodó al mayor la camisa y el pelo un tanto.

—¿Vamos ya? —Pidió emocionado. Estaría loco, pero hace tiempo que tenía enormes ganas de ir a pasear solo porque sí tan de noche.

—Vamos —asintió con una sonrisa en la cara, tomó la mano de Matthew y cerró la puerta de su habitación luego de haber salido de esta.

El ojiazul entrelazó los dedos de su diestra con la zurda de Dominic y su mano libre la aferró también al brazo del ya mencionado rubio, mientras salían discretamente del hotel, aunque el recepcionista de turno estaba concentrado en un videojuego de computador, por lo que no fueron vistos.

—¿Ya estuvimos en esta ciudad antes? —Preguntó Matthew una vez hubieron salido, frunciendo el ceño a modo de duda.

—No creo —la duda también le entró al más alto—, o tal vez sí pero no lo recuerdo —finalizó con una risita.

—De todas formas debe verse distinta de noche —destacó sin poder dejar de relucir la emoción que le provocaba aquel paseo.

—Y aún más distinta a tu lado —dirigió su mirada al guitarrista y le sonrió, solo para después darle un pequeño beso en la frente.

El otro sonrió de vuelta, sin saber qué responder a aquello, Dominic era una dulzura.

Fueron caminando por las calles silenciosas, nadie que los reconociera, nadie en general, solo un par de personas de vida nocturna se toparon. Llegaron a una plaza después de una media hora caminando, sentándose bajo un farol.

Seguían con sus manos unidas luego de todo ese tiempo. Era verdad que comenzaban a sudarles las palmas, pero ese no era un impedimento, ellos las mantenían unidas sin importarles nada, pues al fin y al cabo estaban solos en aquel lugar; no era algo que pudieran hacer normalmente...

Luego de un rato, el menor se recostó en la banca en la que estaban, boca arriba, cabeza sobre las piernas del rubio.

—Dominic... —lo llamó.

—Dime —el rubio comenzó a acariciar delicadamente el cabello de Matthew.

—Yo... —murmuró, llevándose las manos al rostro, soltando palabras inteligibles.

—Tú... —lo alentó a seguir ya que no había entendido nada de lo que el de menor estatura le había dicho.

—Sí —apartó sus manos y volvió a mirar al mayor, ahora jugando nervioso con sus manos—. Yo —repitió—, ehm, estuve pensando —añadió.

—Continúa —la curiosidad por saber de qué se trataba se lo estaba comiendo.

—Me gustaría —se interrumpió en un suspiro—, me gustaría que lo supieran —explicó con vagedad, nervioso, sin saber si lo había entendido y en caso de ser así, cómo reaccionaría...

Aquella declaración había tomado por sorpresa a Howard, no sabía qué responder con exactitud, pero sabía que él también quería eso.

—A mí también, Matt —le sonrío—, a mí también me gustaría que lo supieran.

—¿De verdad? —Se incorporó quizá demasiado rápido, acercándose a su mayor—. ¿Cómo crees que reaccionarían? ¿No tienes miedo? —Cuestionaba con rapidez.

—Claro que es verdad, no sé cómo reaccionarían y claro que me da miedo —respondió de igual manera—, pero no me importa mucho eso.

—¿Qué crees que opine Chris? —Murmuró de pronto, el mencionado bajista era de los pocos que sabía de lo suyo con Dom.

—Pues, hasta ahora nos ha apoyado —se llevó dos dedos a la barbilla, haciendo el ademán de que pensaba demasiado—, yo creo que la cosa no cambiaría.

—Pues sí, seguro que sí —también estaba pensativo, claro que había que considerar a Wolstenholme en la decisión, podría traer consecuencias a la banda, quién sabe.

Era una decisión difícil de tomar, sobre todo por tener en cuenta a las demás personas y sus reacciones ante el asunto, pero a final de cuentas todo indicaba que era algo que sería bien visto. Contaban con el apoyo del bajista de la banda y con el de algunas personas muy cercanas a ellos; tal vez solo harían enloquecer a los y las fans (en especial a la mayoría de estas últimas) con la confirmación de su relación, pero nada del otro mundo.

* * *

—¿Entonces? ¿Estás seguro? —Preguntó Matthew a Dominic, aproximándose más a él en el sofá que compartían; pronto saldrían al aire en una entrevista, en la entrevista que habían decidido sería la ideal para confirmar lo suyo.

—¿Por qué no estarlo? —el baterista le sonrió y le tomó la mano al contrario en señal de que todo estaría bien.

El más bajo asintió enérgico y le dio un beso en la mejilla por impulso.

Pronto les anunciaron que comenzarían a grabar...

—No es nuevo que hayan rumores de una relación entre ustedes —dijo la entrevistadora después de un buen par de preguntas iniciales sobre la gira—. Pero en los últimos meses se han vuelto muchísimo más constantes y fundamentados —añadió la mujer con una sonrisa cómplice—. ¿Qué nos pueden contar al respecto?

Bellamy sonrió y miró al suelo unos segundos, subiendo después la mirada, encontrándose con los ojos de su pareja; Dominic siempre lo estaba mirando...

—Pues...

Night Walks & Revelations [Belldom] [Oneshot]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora