Narraciones cortas de suspenso.

El animal.

Por el cerro de la estrella en Iztapalapa, apenas colonizando la zona por ahí de los 60's, mi abuelo, albañil puso su casa en las faldas del cerro. Conforme pasaba el tiempo más gente se iba a vivir ahí, incluso había un campesino que sembraba tomates, su plantación estaba cerca de un árbol que destacaba por no haber otro cerca, mi abuelo solía irse a trabajar desde muy temprano, un día notó una peculiar silueta en la plantación cerca del árbol. Un animal de cuatro patas, erizado pelo grifo y negro como el fondo de un pozo, espeluznante criatura, un burro, y el desgraciado se balanceaba de manera antinatural, como si estuviera hueco, pero su mirada fija en quien se lo encontrara, el burro mucho tiempo lo vieron, si te lo topabas el frío se impregnaba en tus huesos y el miedo escalaba tu espina dorsal con sus garras de cadáver, nadie tenia burros, no era de nadie, se dice que era custodio de un tesoro enterrado cerca del árbol, incluso se afirma que el burro que se balanceaba era el demonio en persona, puesto a que su inquietante imagen se iba con el corazón de todo aquel que tenía el infortunio de verle. Nunca andaba, no se veia llegar, no lo veían irse, solo se quedaba ahí, amenazante. Jamás se supo la verdad del burro, puesto a que un día cayó una fuerte tormenta, y un rayo golpeó el árbol dejando solo sus raíces quemadas en la tierra, y desde entonces ya no se ve a el burro, pero hay quienes dicen que por las noches de lluvia se escucha que camina por esa colonia de Iztapalapa donde alguna vez hubo un árbol solitario.