Capricho - Oswald X Felix (?).

.8.

Días han pasado ya, las caídas,de Felix se volvían menos constantes, este había empezado a volver a escribir y casi todo volvió a la normalidad.
Eso hasta que este recibió una llamada desesperada de aquél conejo.

- ¿¡Qué pasa, Oswald?! ¿¡Estás bien!? - Se desesperó horriblemente al oirlo llorar.

- Ortencia... Ella es la que no está bien - Felix abrió los ojos como platos, ya era el día y casi se le había olvidado que eso iba a pasar.

- Voy, trata de calmarte ¿Vale? - Colgó sin esperar respuesta y salió corriendo de donde este estaba.

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Felix entró a la habitación con mucho cuidado, encontrando a la gata recostada en la cama. Parecía estar dormida pero abrió los ojos una vez que el gato estuvo cerca a ella.

- Al fin estás aquí. - Sonrió, se le notaba que estaba cansada, débil. - Quería verte, tengo que decirte algo importante.

- ¿E-Enserio? - Ella asintió. - Bien, ¿Qué quieres decirme?

- ¿Recuerdas que te hablé de un trato? - Suspiró al recibir un sí de respuesta. - Mira, esto va a ser difícil de explicar, así que quiero que escuches atentamente.

- Está bie-

- Y tienes que prometerme que no te enojarás con Oswald, porfavor.

- Lo prometo. - Felix ahora estaba bastante confundido.

- Bien... - Dio un gran suspiro. - El trato que hizo Oswald para que yo volviese a vivir tenía unas consecuencias...

- Si, que no durarías mucho..

- No, Oswald ya era consciente de eso. La consecuencia era de que- - Entonces oyó a alguien llamar el nombre del gato fuera de la casa.

- Sheba... ¿Qué hace aquí? - Felix reconoció la voz. - Ya vuelvo, será rápido... - Y entonces salió de la casa, desesperado.

- ¡Feel! - Saludó su amiga, se veía preocupada.

- ¿¡Qué haces aquí!? - El felino habló sin corresponder al saludo.

- Pues, no me dijiste a donde te ibas, obviamente iba a venir aquí. La pregunta es, ¿Tú que haces aquí? - El gato suspiró.

- Ortencia está mal, Oswald me avisó y obviamente vine rápido aquí... - Sheba abrió los ojos como platos.

- Ah... Ya veo...

- Y ya debo entrar, ella quería decirme algo importante y... - Entonces oyó la puerta de la casa abrirse y cerrarse fuertemente, se dio la vuelta y encontró a Oswald allí...

Estaba llorando...

"No puede ser"

- ¡Oswald! ¿Y Ortencia? - La gata habló puesto que Felix tenía miedo a preguntar.
Oswald se puso a llorar más fuerte en respuesta.

- No me digas que... - Pequeñas lágrimas empezaban a salir de los ojos del felino... - Y... No escuché lo que me quería decir...

- Lo siento... Si yo no hubiera venido...

- No, cálmate Sheba... - Dijo Felix, tratando de calmarse, mas no funcionaba.

Entonces sintió como alguien lo abrazaba fuertemente, era Oswald.

Entonces el gato no pudo evitar llorar más fuerte mientras correspondió el abrazo.

Sheba contemplaba la escena con tristeza.