III.

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Si sigues aquí, es porque de verdad te esta gustando mi historia y enserio, no sabes cuanto me alegro por ello.
Siento haberte abandonado un poco, pero después de lo ultimo que te conté, han pasado cosas muy importantes y necesitaba vivirlas. Espero que puedas perdonarme.
Lo primero y mas importante, hoy hago un precioso y maravilloso mes con Jesús. ¿Te lo puedes creer? Yo tampoco. Estoy muy ilusionada.
Y lo segundo, he hecho las paces con Sofia, mi mejor amiga que beso a Dani, a lo mejor tu no lo entiendes pero en el fondo, no puedo odiarla. Se que era mi mejor amiga y beso a mi novio pero dios, estaba enamorada de el. Tiene que ser mazo de dura esa situación, así que aunque yo no lo haría, la perdone.
Llevo toda la tarde estudiando biología y todavía no me he enterado de nada de lo que he leído. ¿Quien va de cabeza a Septiembre? Aquí servidora.
Entra Jesús y se ríe al verme estresada de tanto estudiar. Y no le culpo, tengo los pies encima de la mesa y el libro en las rodillas mientras hago equilibrios con un lápiz. Como para no reírse, pero aun así, me enfado.
-Eh tu, ¿de que te ríes?
-De ti.- Se sienta a mi lado y sonríe.- ¿Te has enterado de algo?
-¿Me ves con cara de haberlo hecho?- Se ríe aun mas.- ¿Donde esta la gracia?
-Perdona, Abi.- Me da un beso en la mejilla y me sonríe, sabiendo que yo esperaba que me diera el beso, en otro sitio.- ¿Y si jugamos a un juego?
-Jesús, se que eres super bueno en Biología y que ya te sabes todo de memoria pero ¿no te das cuenta de que no me se nada? Ya lo que me faltaba es perder el tiempo jugando.-Se ríe con fuerza.
-Primero escúchame.- Asiento.- Estamos estudiando los impulsos humanos y todo lo relaciono con como actúa un cuerpo humano.- Asiento, de nuevo.- En lo que seria capaz de hacer el ser humano, a cambio de algo que quiere.
-Muy bien, Jesús. ¿Quieres ser mi profesor o como va la cosa?.- Se rie.
-No seas impaciente y déjame acabar.- Asiento.- Te voy a dejar cinco minutos para que te leas la primera hoja. Solo cinco minutos. Y después me voy a quedar el libro y te voy a hacer preguntas. Por cada cosa que digas bien, te ganas un beso.- Me río, es idiota.- Y si lo dices mal, te quedas sin beso.- Voy a interrumpirle pero continua.- Pero eso no es todo. Yo voy a empezar besándote la frente, y el beso final, es en los labios.- Le sonrío aun mas.- Cada vez que aciertes, me voy acercando mas a tus labios, pero si fallas, me alejo.
-Dios, eso es ser muy cruel.
-Lo hago para que te lo aprendas antes.
-¿Y quien te ha dicho que tus besos me interesan tanto como para aprenderme en cinco minutos una hoja?
-No lo se, pero si es así, lo voy a saber en cinco minutos. Venga, no te voy a dar mas tiempo.

...

-Eh, no seas tramposo, esa la he dicho bien.- Suelta una carcajada.
Todavía no he fallado ni una sola pregunta y te juro, que no tengo ni idea de como me he aprendido algo así. Quizas es verdad eso, de que alguien por lo que quiere, es capaz de cualquier cosa.
-Te la doy por valida, pero no te acostumbres.- Me río y se acerca a mi. Me huele el cuello y sonríe mientras a mi se me eriza toda la piel.- ¿Sabes lo que me queda para los labios? 3 preguntas.- Suspiro y me muerdo el labio.- Aprendetelo bien, o tendré que volver para atrás.
-Déjate de hablarme tanto y besame ya.- Se ríe porque sabe lo impaciente que soy.
-Relájate. No hace falta que te alteres, pequeña.- Se que lo esta disfrutando igual o mas que yo porque sabe lo que es capaz de hacerme sentir, y le gusta. Me deja un pequeño pero bonito beso en el cuello. Cuando tiene que separar los labios, comprendo que también quiere que acierte las demás preguntas porque no lo aguanta mas, yo tampoco.

...

-Dios, no te hagas tanto de rogar.- Se ríe otra vez de esta impaciencia que me sale cuando se trata de que me bese y se acerca a mi. Se lo que crees, pero no. Todavía me queda una pregunta. Todavía no me va a besar en los labios, sino en la comisura. ¿Soy solo yo la que piensa que es muy duro que es que me tenga que besar en a menos de un centímetro de mis labios? Porque te juro que el corazón se me sale por la boca y le da igual.
-Lo estas haciendo muy bien, Abi. Yo sabia que podías.- Dice acercándose un poco mas a mi.- Solo necesitabas un poco de animo.- Ambos nos reimos y la distancia disminuye drasticamente. Me acaricia la mejilla y cierro los ojos para disfrutar el momento. Sabe como hacer que todo esto me afecte de una manera tan bonita que ojala no se vaya nunca. Me mira los labios, que se separan de los suyos, por menos de un centímetro. Sonríe y se va a mi lateral derecho y pega su nariz a mi mejilla mientras le acaricio el pelo. Se para en el comienzo de mi labio y lo besa de la forma mas bonita que lo han hecho nunca. Y entonces, le sujeto la nuca y le beso, pero de verdad.- Eh, eso no vale.- Pero le vuelvo a besar impidiendo que hable mas de algo que tenga que ver con que no vale besarle.
-Me he cansado de ese estúpido juego.- Se ríe y le sonrío.- Creo que me merezco besarte hasta que me canse de hacerlo.
-¿Y te vas a cansar?
-No lo creo.
Empezamos a besarnos con la pasión que tanto tiempo hemos estado conteniendo y le quito la camiseta. Y nos tumbamos en nuestra cama, porque desde que estamos juntos es de los dos, y seguimos demostrándonos que podemos con cualquier cosa siempre que después podamos entregarnos el uno al otro.
Pero por desgracia para los dos, la cosa no acaba como crees que va a acabar. Sofia abre la puerta y chilla feliz: ¡Chicos, Dani ha vuelto!

Siempre aquí (Gemeliers)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora