Siempre aquí (Gemeliers)

IV.

Nos separamos de golpe y Sofia cierra la puerta sin inmutarse de que acaba de romper nuestro momento.
Suspiro y Jesús se peina el pelo nervioso mientras se levanta de encima mía. Busca su camiseta y me entran unas ganas estúpidas de llorar.
-Jesus.- Se gira nervioso y le hago un movimiento para que venga.- ¿Que pasa? Se que es tu hermano pero, ¿tu me quieres?
-¿Que si te quiero? ¡Te adoro!- Y me besa de improvisto, aunque algo te tengo que explicar querido lector/a, que me quedo con ganas de que no deje de besarme nunca.
-Entonces, ¿por que te estresas? Si, ha venido de nuevo tu hermano, sal y abrazale o pégale por irse sin despedirse de ti pero vuelve para terminar lo que hasta hace dos momentos era lo único que te importaba.
-Me estreso porque era tu chico. Ni siquiera lo habéis dejado de verdad, el no sabe que tu ya no quieres abrazarle a el, que ahora me abrazas a mi. El no tiene ni puta idea de que compartimos cama y miles de sentimientos. ¿Y si cuando le veas te arrepientes de cambiarle por mi?
-Jesús, yo tengo claro lo que siento. No he cambiado a nadie porque lo que siento cada vez que simplemente te miro, es algo que jamas he sentido y sentiré con Dani. Y si, si lo hemos dejado de verdad, son tres meses. La ultima vez que volvió, le dije que si volvía a irse no sabia si iba a estar ahí cuando decidiera volver. Y el me respondió que si se volvía a ir, es porque le daría igual si a la vuelta iba a estar o no.- Le acaricio el pecho, que todavía lleva al aire y suspira.- No tengas miedo de algo que esta claro que no va a pasar.
-Tengo miedo de perderte, pequeña.
-¿Crees que dejaría que eso pasara?- Me besa volviendo a la pasión que teníamos antes de que Sofia entrase y esta vez, es el, el que me quita la camiseta.

...

Me abrocho el sujetador y me pongo la camiseta, antes de salir de la habitación.
Supongo que Jesús ha ido a ver a su hermano porque cuando me he despertado, ya no estaba. Y quizás, yo debería verle para cerrar una etapa y que Jesús entienda que estoy aquí por el.
Llamo a la puerta de la que siempre ha sido la habitación de mis mejores amigos y abro.
-¿Puedo?- Digo viéndoles a los dos sentados en una de sus camas, con lagrimas en los ojos.
-¡Abi!- Y de repente, estoy abrazando a Dani y siento que todo se ha acabado, y volvemos a ser amigos.- ¿Que tal con mi hermano?- Se ríe y yo miro a Jesús.
-Se lo tenia que decir. Decirle que aunque le duela, soy feliz con la que era su chica. Y quiero que lo entienda, porque joder, es mi hermano y solo quiero su apoyo.
-¿Y si no lo tienes?- Le digo sincera y ni siquiera se como soy tan egoísta de preguntarle si seria capaz de dejar de hablar a su hermano por mi.
-Lo tiene, no te preocupes.- Dice Dani con su tono despreocupado de siempre.
-Ya, pero repito, ¿si no lo tuvieras?- Le reto y se que no es justo, pero quizás a lo tonto, la que de verdad esta segura de sus sentimientos, soy yo.
-¿Crees que te dejaría sin mas? Es mi hermano, mi mayor apoyo, todo. Pero lo que siento por ti, el jamas me lo podrá dar.
-Hombre bro, seria muy raro.- Y ambos se ríen y me doy cuenta de lo mucho que echaba de menos que no hubiera malos rollos entre nosotros. Que las cosas hayan acabado como tenían que acabar. Y que los tres podamos mirarnos a los ojos y querernos porque sabemos perdonarnos todo el daño.- Abi, creo que tu y yo deberíamos hablar.- Asiento, mira a Jesús y le sonríe.- Si no te importa que te robe a tu chica unos minutos, te juro que te la devuelvo sana y salva.- Sonríe, como le flipa que me llamen su chica.
-Eso espero, sino, el que no estará a salvo, seras tu.- Y nos reímos de verdad. Se acerca a mi, que todavía sigo al lado de la puerta y me coge por la cintura.- Ten claro que yo nunca me iría de tu lado, pasase lo que pasase.
-Te quiero, lo sabes ¿no?- Y le doy el beso mas tierno que he dado en mi vida.
-No me importa que me lo repitas.- Me acaricia la mejilla y sonríe.- Cuando acabéis, ven a nuestra habitación que no se me ha olvidado que hacemos un mes.- Me besa y se va sin que pueda decir nada mas.
Miro a Dani que sonríe feliz y te juro, que hacia muchísimo tiempo que no veía a Dani tan feliz, ni cuando nuestra relación estaba en lo mas alto, tampoco yo lo estaba en ese momento.
Supongo que nuestros caminos debían tomar rumbos distintos, pero sin separarnos del todo. Una amistad es mas fuerte que cualquier cosa.
-¿Eres feliz?- Me pregunta de repente y me sorprendo ante su pregunta, que me pilla desprevenida.- Quiero decir, ¿te hace mi hermano feliz?
-No sabes cuanto. Tu y yo vivimos muchísimas cosas y te juro que jamas las voy a olvidar. Fuiste mi primera vez en todos los aspectos y eso quieras o no, marca. Pero en mi vida he sentido algo tan fuerte como lo que siento por tu hermano. Mucha gente se piensa que buscaba como un clavo que te sacara de mi cabeza, y encima alguien que es igual que tu. Pero yo no soy así, y lo sabes. Yo nunca podría estar con alguien a quien no quiero y te juro que a Jesús, no le puedo querer mas.- Sonríe, feliz.
-No sabes lo feliz que me hace escuchar eso. Eres la persona mas buena que he conocido y es mi hermano, y estaba loco por ti. Ojala, y creo que nunca he dicho algo tan en serio, os hagáis felices toda la vida.- Le sonrío de la forma mas real que lo he hecho nunca, con el.- Y quiero pedirte perdón, estaba confuso con mis sentimientos. Sofia o tu. Y no quería hacerte daño, así que me fui porque sabia que no me esperarías y era necesario porque tu has conocido a Jesús y yo quiero conocer a Sofia, o esa es la conclusión a la que he llegado en este tiempo que he estado fuera. No te merecías estar ahí por mi, pero lo siento por ser un cobarde y pirarme sin mas.
-No te odio, y lo entendí casi desde el primer día que te fuiste y me pareciste muy valiente por alejarte de dos personas que querias para aclararte y no hacer daño a ninguna.
-¿Amigos entonces?
-Nunca lo dudes.- Y por supuesto, nos abrazamos.
Quiero hacerte una pregunta: ¿Has sido alguna vez tan feliz que creías que no era real? Me esta pasando ahora mismo.