Comunidad

4 0 0
                                    


I

Una pareja mira una película romántica en su día libre. Recostados y con total vulnerabilidad entre ambos, la mujer aprovecha el momento propicio.

- Michael.

- ¿Sí, Clarita?

- Tengo que contarte algo.

- Dime.

Clarita siempre llamaba a su esposo por apelativos. Aunque no se había dado cuenta hasta ese momento, llamarlo por su nombre era importante para capturar su atención. Por otra parte, ello hizo que el hombre se sintiese un poco más querido.

- Cuando tuve ese sueño pasó algo importante: desperté y habían muchas cosas flotando en la habitación. Fue cuando me di cuenta de que podía controlar los objetos.

- ¿En serio, Clarita?

- Sí, Michael.

- Bueno... demuéstramelo.

Clarita sintió resquemor por la forma natural en que Michael había reaccionado. Por un momento le pareció un desconocido o tal vez la estaba tomando por loca. Sin embargo, el momento era suyo y no iba a desperdiciarlo.

Debajo de la pantalla había una mesa pequeña con dos cajones. Allí descansaban sus documentos y un frasco con tabletas que la mujer tomaba para la ansiedad. Entonces, la invisible influencia que desafiaba una de las leyes de Newton hizo su captura y alcanzó la mano del hombre. Este sonrió.

- ¿Qué piensas, Michael?

- En que soy feliz contigo, Clarita.

- ¿Nada más?

- Nada más.

- Pero acabo de hacer algo que no habías visto antes.

- La verdad, sí lo había visto.

- ¿Cómo?

- Cuando duermes, Clarita.

- ¿Cuando duermo?

- Sí. A veces tengo frío y estoy flotando. Pero luego tengo que hacerte un pequeño masaje para que te calmes y lentamente vuelvo a la cama.

- ¿Y por qué nunca me lo dijiste?

- Por dos razones, cariño: la primera es que no sabía si podías controlar este don estando despierta y la segunda porque esperaba que me lo dijeras.

- ¡Pero no tenías que esperar tanto!

- Sabes que soy paciente, Clarita. Así pasen los años, me gusta cuando confías en mí.

Clarita miró al hombre que había asumido su discapacidad, que había aguantado sus apelativos y que esperó pacientemente que le cuente un secreto en el que él mismo había participado como cómplice. Por tal motivo, lo que ella le dijo después le pareció justo, pero absolutamente insuficiente.

- ¡Te amo, Michael! ¡Te amo y te amaré siempre! ¡Eres el amor de mi vida!

- ¡Y yo a ti, Clarita!

II

El Director del Consejo Administrativo es la persona con mayor poder político en el mundo. Es quien determina las Prohibiciones y Derechos de todos los ciudadanos y en quien recaen todas las responsabilidades por el orden y la seguridad que representa Gobierno Central. Sin embargo, a diferencia de la época anterior a la guerra, las escuelas ya no enseñan clases de educación cívica. Lo único que saben los ciudadanos es que todo el territorio se encuentra dividido en regiones asociadas a puntos cardinales, las cuales son administradas por canales de seguridad y administrados por especialistas que heredaron mínimamente los privilegios y obligaciones de los cónsules durante los primeros cinco años de reconstrucción. Las órdenes son impersonales, salvo aquellas que vengan con la firma e identificación del propio Consejo Administrativo, considerándose leyes tanto para los canales de comunicación particulares como los que discurren por la televisión e Internet.

Los exiliados: Fines y reinicios de la TierraWhere stories live. Discover now