1. ¿Qué podría salir mal?

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Me encontraba sentada observando el gran cielo azul. Viendo las extrañas formas que tenían las nubes. Intentando relajarme y olvidar lo sola que estoy.

Como todas las tardes, siempre venía aquí. Era mi lugar favorito, y lo mejor es que nadie más que yo conocía de este hermoso sitio. Podía venir a cualquier hora, no me aburriría de estar aquí todo el día, al fin y al cabo, no tenía nada más que hacer. Yo vivía sola. Mis padres habían muerto cuando era pequeña, así que no los recuerdo mucho. Debido a eso, fui a vivir como mi abuela a un lugar que está a 10 minutos de aquí. Ella me enseñó todo lo que se. Me crió como si fuera su propia hija y me dio todo el amor que pude pedir en ese entonces. Lamentablemente, ella murió hace un año, dejándome, extrañamente, mucho dinero para poder vivir sin preocuparme durante unos 15 años. Sinceramente no tengo la menor idea de donde pudo haber sacado tanto dinero, pero eso no me importa mucho. Me quedé en su casa y tuve que aprender a cuidar de mi misma.

—Que hermoso paisaje —exclamé mientras soltaba un suspiro, admirando el cielo.

El sol se ocultaba poco a poco, pintando el cielo de tonos anaranjados. Me encantaba ver el atardecer, era simplemente una vista hermosa que deseaba guardar para siempre en mis recuerdos.

Me puse de pie y comencé a caminar hacia mi casa. En donde yo vivo, no es un lugar muy poblado que digamos, no tengo ni un solo vecino. Así que solo estamos mi soledad y yo.

Al llegar a casa, me moría de hambre. Abrí el refrigerador y comencé a buscar, esperanzada de encontrar aunque sea un poco de comida. Pero no, mis esperanzas fueron aplastadas al no encontrar ni una miga de pan. Decidí revisar los estantes, pero obtuve el mismo resultado... nada.

—Claro... cuando necesito comida no hay, pero cuando no la necesito me sobra.

Resoplé.

—El universo me odia.

Dándome por vencida, dirigí mi caminar hacia donde había dejado mi bicicleta, la agarré, y también tomé mi monedero, para finalmente salir de casa.

Debía ir a la ciudad a comprar comida ya que se me había acabado. Obviamente no tenía que atraer personas, ya que, según mi abuela, nadie conocía este lugar. Yo creía en sus palabras, porque era realmente difícil llegar aquí. La entrada era un laberinto lleno de trampas, si no sabías el camino correcto te perdías o acababas herido por alguna de esas trampas. Pero si lograbas pasar, encontrabas un hermoso lugar.

Afortunadamente, yo no era una muchacha que llamara mucho la atención, así que no sería un gran problema.

—¡¿Qué podría salir mal?! —grité con una sonrisa mientras manejaba mi bicicleta.

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Holis

Espero que les guste esta historia que se me ocurrió al escuchar una canción.

Si les gustó denme una estrellita.

Bye~ 😀😄😀😄

Aviones de Ilusión {PAUSADA}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora